6. Entre recuerdos

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Nos dirigimos con Andrew, lo saludamos y entramos en el auto poniéndonos el cinturón de seguridad, saco mi celular y veo algunas cosas que ahora me parecen aburridas: las redes sociales. Veo noticias nuevas de mis antiguos compañeros de clase, unos se fueron de viaje en el tiempo de las vacaciones, otros fueron a parques de atracciones e incluso algunos suben fotos de que están en sus casas con sus autos, tomando té en sus patios entre otras cosas que siempre tienen muchos likes. Ellos son los chicos populares y muchos se fueron a estudiar a las mejores universidades.

– ¿Todo bien?

–Sí, solo veía las redes y me parece que ahora es algo aburrido– sonrió y ella asiente.

Pasamos por varios lugares hasta llegar a una heladería. Estaciona el auto y me quito el cinturón para bajar junto a mi amiga. Nos dirigimos a unas bancas cercanas. Ella sostiene su celular mientras frunce su ceño, me siento a su lado y me inclino hacia enfrente encorvando mi espalda y juntando mis manos en forma de triángulo. Cierro los ojos con fuerza y me acomodo los cabellos que caen por mi cara, me estiro mientras no hago caso a mí alrededor, por un momento no escuche nada.

– ¿Lista? – dice An sacándome de mis cavilaciones.

– ¿Qué? Ah, sí– rio. –Vamos.

Nos levantamos de la banca y caminamos hasta llegar a la heladería. Silencio. Mientras caminábamos eso es lo único que había pero para nosotras no es nada incómodo, ella va con su celular chateando, probablemente y yo simplemente camino sin hacer nada en particular.

Llegamos a la heladería y Anny se adelanta para decir que ella invita, yo le digo que yo pago el suyo y ella el mío, acepta mientras rueda los ojos sonriendo. Sé que es lo mismo pero es algo divertido. Pido un helado de vainilla –mi favorito– y An uno de chocolate, ella dice que es su "amor" pero yo lo detesto, por eso siempre todas las personas amantes del chocolate, me etiquetan como la rara.

Regresamos a la banca y me acomodo de una postura que es correcta mientras subo una de mis piernas a mi rodilla. Hoy día, hay muchas chicas que les importa ser de buena apariencia hacia los demás, visten como según ellas lo deberían hacer las "señoritas", se cruzan de piernas lo que es muy incómodo y aparentan ser quienes no son, pero yo, yo prefiero mi comodidad ante todo.

Converso con An después de un largo rato de nuestros silencios cómodos. Hablamos de música antes que nada, la música que a ella le gusta y la que a mí. Después de un rato dudando, le pregunto con quien hablaba, suspira y responde.

–Mi hermano. Como ya sabes, pronto se graduará. Extraño a ese estúpido– sonríe.

Ahora soy yo la que suspira, me coloco más cerca de ella y paso una mano por su hombro —Pronto vendrá y lo veremos nuevamente. Sabes que ustedes dos son mis mejores amigos, no hablo mucho con él desde que se fue pero también lo extraño, lo tendremos aquí, pronto– le aseguro sonriendo.

–Me acuerdo cuando estábamos en la escuela– dice. —Siempre nos encantaba ir al parque. Ese parque era especial para mí por distintos motivos. Tomábamos fotos y siempre nos divertíamos mucho.

–Volveremos a hacerlo, compartiremos de nuevo esos maravillosos momentos dignos de fotografiar. Ya sé lo que haré con mi cuarto extra, quiero intentar poner allí mis dibujos y tal vez tomar fotos. Me vas a ayudar– afirmo.

– ¿Galería?

– ¿Aún tienes tu cámara?

–Claro, siempre la uso. Las fotos están en mi propio estudio.

–Bueno, pues me vas a ayudar– asiente sonriendo.

Hablamos de la fotografía, eso es algo nuevo que quiero intentar y me saldrá bien. Tengo a una no profesional guiándome, pero es buena. Quiero observar los atardeceres con ella mientras tomamos fotografías de ello.

Mi amor eterno Where stories live. Discover now