Capítulo 8 : Mundo espíritual

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Mi vida se estaba volviendo un infierno ¿Cómo había cambiado tanto?

Hacía ya un mes y medio me quejaba de este viaje de visita a Japón y ahora era la aprendiz de un Kitsune que se la pasaba obligándome a hacer trabajos forzosos para volverme más fuerte . Y lo logró, pero él seguía superándome en todo.

“ Sólo cuando el alumno supere al maestro diré que estas lista físicamente para una batalla de verdad ... ¡Y no me vuelvas a llamar perro! ” — esas fueron sus palabras exactas cuando le rogué que no siguiéramos con ese entrenamiento forzoso y le dije que tenía pulgas en su cabello.

Tuksaka no mentía cuando dijo que tenía mal genio. Nuestra relación había pasado de una humana y un zorro amigable a una humana y un Kitsune gruñón . Por todo se enfadaba como si el estrés lo consumiera por completo . Al menos sabía disculparse a su manera y continuábamos nuestros papeles de maestro y alumna .

Y a pesar de todo su esfuerzo para hacerme fuerte en las batallas e instruirme con conocimiento sobre los Kitsune  seguía siendo la misma humana. Nada había cambiado, no tenía ni cola ni orejas. Tuksaka siempre decía que dependía de mi y de veras que me esforzaba en eso pero por alguna razón nada había cambiado .

Por otro lado era divertido ser testigo de lo asombroso que era ser un Kitsune. Las habilidades que obtenías al llegar a las nueve colas eran algo de otro mundo. .

Tuksaka-sensei ( como habia exigido que lo llamara , cosa que no hacía muy a menudo ) podía hacerse invisible a los humanos . Además él podía tomar la forma humana que quiciera o copiar una ya existente . Y algunos días nos la pasábamos haciendo bromas a las personas gracias a esa habilidad .

También como ya sabía en el momento en que me salvó la vida aquella vez , él podía controlar el fuego que emanaba de su cuerpo . Me informó en una de las clases que esa habilidad era la principal arma competente contra los espíritus oscuros.

¿Y en cuando a su don de entrar a los sueños? ya ese chucho era perfectamente consiente de que no podía usarlo sobre mi. Le mataría si fuese necesario . Ya era suficiente con que mi mente ingeniera tan vergonzosas escenas que gracias a los cielos solo podía ver yo.

Y por último y no menos importante era la única regla que él había implantado : De ninguna manera ningún humano podía saber el secreto (algo entendible , después de todo quien me iba a creer)

.

Todo mi cuerpo se desplomó sobre el césped . Estaba demasiado cansada por tan innecesarios ejercicios físicos . Miré mal a Tuksaka que permanecía sentado de piernas cruzadas en el portal y los ojos cerrados. Estaba meditando o algo así.

— ¿Podríamos hacer otra cosa? Estoy cansada — me quejé y no se inmutó , seguía ignorándome como tratando de imponerse como mi maestro — ¡Hey! Estoy hablando contigo — le grité molesta y reaccionó tomándo uno de sus bo para lanzarmelo .

Lo esquivé , ya era normal que me tomara por sorpresa y ya me estaba acostumbrado . Él por su parte seguía imperturbable pero con todo eso caminó hacía mi.

—Iremos al mundo espiritual, se me ha ocurrido algo para intensificar tus poderes — habló  de momento así que me levanté de un salto .

— ¡¿Al mundo espiritual?!
E-está lleno de demonios — mis piernas temblaban del miedo . Sabía que eso existía pero jamás pensé que llegaría el día en que tendría que ir.

— Ya pensé en eso . Ten, póntelo — atrapé con dificultad el objeto que me había lanzado — Ya que aún no eres capaz de transformarte, usa esto en el mundo de los espíritus — examiné con cuidado la máscara blanca y roja que representaba la cabeza de un zorro.

Niebla: El zorro de nueve colas Onde histórias criam vida. Descubra agora