Capítulo 16 : Primera luna llena

10 3 0
                                    

Una hermosa mañana de sol brillante empapaba el hermoso campo de flores en el que me había quedado a descansar . Allí , a mi lado , mientras nos recostábamos sobre el césped, estaba Tuksaka, mi Tuksaka imaginario .

— Esto es hermoso — fue lo único que dijo en todo el rato.

— Lo sé — curiosamente aunque era un producto de mi mente me sentía nerviosa a su lado porque hacía tiempo que no le visitaba , todo por el miedo que sentía después de lo que sucedió la última vez.

— Extrañaba esto — continuó con ese acento calmado y despreocupado — Lo extrañaba tanto.

— Yo también — pero cuando quise mirar su rostro los rayos de sol se interpusieron en mi vista sacándome de mi sueño encantado para regresarme a otra parte de mi mente.

Reconocí entonces el parque donde se había celebrado la competencia de jardinería . Mi vista busco el lugar donde Sasuke y yo habíamos estado hablando .  Cuando lo encontré me vi a mi misma durante el momento en el que aquel joven chocaba contra Sasuke

— Hey , ten más cuidado hombre — las palabras de Akiyama se repitieron — Que torpe

— ¿Como me has llamado? — y justo en ese momento reparé en la apariencia de el chico, la que mi mente había guardado cuando yo no me esforcé en recordar — Ten más cuidado mocoso

Vestía camisa blanca con pantalones estrechos y su cabello se refugiaba bajó el ala de una gorra negra

— Hey , ten más cuidado tú — defendió mi otra yo

— Ten cuidado niña — insinuó y a diferencia de mi otra yo corrí detrás del joven cuando se fue .

Al alcanzarle la imagen cambio a cuando me encontré al chico de la camelia roja, pero curiosamente era el mismo joven . Dejó la flor en mis manos y desapareció de la misma forma que antes.

— Es hora de irnos Maiko — escuché la voz de Tuksaka a mis espaldas — No me gusta este lugar, vámonos — insistió

No me quería ir pero me decidí por suspirar descontenta y tomar la mano que me ofrecía.

— No estés triste, yo te quiero — y depósito un beso en mi mejilla que me devolvió la felicidad cuando desaparecimos en un sol naciente

.

Estaba acostada boca arriba sobre mi cama disfrutando el hermoso sueño que había tenido mientras los rayos de sol se vertían en mis párpados.

Esta era otra de esas mañanas tranquilas y encantadoras, sin discusiones o problemas . Este día iba a ser estupen....

Sentí un peso incómodo por encima de la manta así que abrí los ojos de golpe encontrándome a Tuksaka con su rostro curioso de ojos dorados a escasos metros de el mío y su cabello haciendo cosquillas en mi frente . Una vez más le di la bienvenida a las colas, las orejas y el rubor en mis mejillas

Me repuse rápido por el susto pero solo conseguí que nuestras cabezas chocaran lanzándonos a cada uno boca arriba en direcciones opuestas . Nos quejamos del dolor.

— ¡¿Qué te pasa?! ¿Cómo se te ocurre hacer eso? — mi día estaba oficialmente estropeado — ¿Cómo entraste a mi cuarto?

— Por la ventana — y volvió a sentarse a horcajadas sobre mi vientre — ¿A que esperas? Debemos entrenar — solo eso sirvió para enojarme y tiré de las sábanas para sacarlo y que cayera sobre el suelo . Lo conseguí.

Niebla: El zorro de nueve colas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora