Capítulo 27: El valor del miedo

9 2 0
                                    

...El tiempo se detuvo...Me venía la sensación de afirmar que el tiempo se había detenido para mi al ver como Tuksaka moría ante mis ojos pero el tiempo se había detenido literalmente. La bola oscura que casi impactaba contra mi sensei quedó suspendida a escasos metros de este, así como quedaron estáticos todos los demonios que nos habían estado atacando ¿Acaso este era otra de mis extraños sueños? El miedo se intensificó como único método para no sentirme intimidada por este cambio. ¿El tiempo se había detenido realmente? Estaba claro que si. Dejé soltar un suspiro de alivio, Tuksaka estaba a salvo, pero....«Quiero entender que rayos sucede» enseguida tuve mi respuesta. Unos ojos azules chocaron con mi perspectiva descubriendo a Kiba en medio de todo esto caos con los brazos extendidos y haciendo todo un esfuerzo para mantenerlos en el mismo lugar. Su frente cubierta de pequeñas gotas de sudor y cu cuerpo temblando discretamente. 

«¿Acaso...este es tu poder?...¿P-Puedes controlar el tiempo?» Era difícil para mí asociar que este pequeño tenía tan grandioso poder. Nuevamente sus ojos me encontraron para que escuchara su mensaje: “Salvalos, no podré aguantar por mucho más tiempo”. Asentí en respuesta mientras un cosquilleo me anunciaba una nueva evolución. Mi tercera cola surgió entre finos rayos de luz que impresionaron a Kiba. ¿Mi sentimiento? El miedo, no tenía dudas de que había servido para mi progreso como Kitsune pero eso ya estaba superado, ahora tenía que salvar a mis amigos.

Hice estallar mi cuerpo en llamaradas de fuego y corrí hasta las proximidades de Kiba para hacer que todos los demonios a nuestro alrededor recibieran el impacto de mi poder para que desaparecieran en sus futuras murallas de humo. A mi lado el pequeño se dejó caer sobre mi lomo exhausto provocando que el tiempo retomará su curso. Los chicos volvieron a moverse: Daichi acabó sentado sobre el suelo mientras Daisuke golpeaba el aire buscando al enemigo que ya no estaba. Tuksaka quedó recostado de un árbol mirando confuso todo a su alrededor. Luego de asegurarme de que el inukami estuviera bien lo dejé junto a un arbusto cómodo para que descansara y me arrojé entre lágrimas al lado de mi lastimado sensei.

—Lo siento, lo siento. Tenía miedo, mucho miedo y no pude ayudarte...casi te pierdo— vulnerable ante sus heridas tomé forma humana como él. Sentí con sorpresa como su mano acariciaba mi mejilla empapada.

—Esta bien tener mido a veces ¿acaso no te sirvió para evolucionar? — me preguntó con una suave sonrisa al apreciar mi tercera cola. «¿Y de que me habría servido evolucionar si te perdía en el proceso?» Al ver mi rostro dolido me hiso mirarle levantando mi barbilla —Tienes que apreciar el valor del miedo. Sino hubieras tenido miedo ¿crees que te habrías preocupado por mi?— sus ojos me presionaban por una respuesta.

—Supongo que no...creo— dije entre susurros mientras le ayudaba a levantarse. Impresionante se veía bien a pesar de tantos rasguños.

—¿Qué fue lo que pasó?— quiso saber un confuso Daichi.

—¿Y quien es él?— Daisuke señaló a Kiba quién lloriqueaba en silencio.

—Es un inukami que Maiko encontró ayer— mi sensei no se molesto en ocultar su desprecio.

—Y en cuanto a lo que pasó, fue gracias a él que ahora seguimos con vida— añadí

—¿Que quieres decir?

—Tuksaka, no se si te parecerá extraño pero Kiba es capaz de controlar el tiempo.

—¿ Controlar el tiempo?— sus cejas se juntaron con sospechas —Un Kitsune es capaz de curvar el tiempo y el espacio aunque es un poder que se obtiene después de conseguir las nueve colas pero ¿un inukami? eso es extraño. 

—Su madre no era un inukami— le informé —Lo que significa que talvés heredó ese poder de ella. Pero tampoco creo que sea esa habilidad en específico, solo detuvo el tiempo, el suficiente para que yo pudiera acabar con todos esos demonios .

Niebla: El zorro de nueve colas Where stories live. Discover now