Capítulo 12 : Colas de fuego

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Ya lejos de la vista de Sasuke tomé forma de zorro para acelerar mis pasos y  llegar a tiempo de advertir a Tuksaka del peligro.

«Por favor, por favor que esté bien»

No me perdonaría si algo malo le pasara y no podía permitir que fuera capturado cuando nuestro último encuentro había terminado en una discusión. Ni siquiera le había revelado mis sentimientos .

Justo cuando llegué el caos estaba comenzando, cinco demonios sombras rodeaban a mi sensei en forma de zorro y quien esparcía todo el fuego posible de su cuerpo pero eso no podía salvarle .

Sin pensarlo me arrojé al frente , sobre él , sacándole de la trayectoria de un ataque.

— Maiko, regresaste — estaba sorprendido de verme — Siento si te hice enojar y no quiero que te sientas avergonzada por lo que pasó , debí advertirte antes.

« Ni siquiera me acordaba de eso tonto » — pensé asqueada mientras seguía tirada sobre él . Su semblante pasó a uno alarmado cuando captó un nuevo ataque hacia nosotros .

Con su hocico se adhirió del  pelaje de mi lomo y me arrastró  hacia otra parte para que no recibiera el impacto que más tarde le alcanzó .

— ¿Estás bien? — preguntaba con sincera preocupación . Tuksaka intentaba levantarse sobre sus patas

— Tranquila, estoy bien — me cubrió con su cuerpo — Escucha, la única forma de destruirlos es con el fuego . Es la clase más importante por eso necesito que me escuches — se lanzó al frente con la cola hecha un mar de fuegos y destruyó a uno de los demonios . Aún quedaban cuatro

— Es fácil Maiko . Las emociones controlan tus poderes y tu debes controla tus emociones . Piensa en como te hace sentir esto y dejaló reflejarse en ti, en tu cola, ahí está la fuerza — y destruyó a otro de los demonios.

«Vale, puedo hacerlo» — cerré mis ojos con fuerza pensando en los sentimientos que me invadían . Sentía preocupación, miedo pero nada de eso podía ayudarme, necesitaba algo más fuerte .

Tuksaka peleaba con los tres demonios sombras, completamente solo y desprotegido . Temí lo peor cuando le hirieron en una de sus patas y calló en forma humana sobre el suelo . Estaba acabado.

Intenté correr hacia él pero algo me sujetó de la cola deteniéndome de cometer una locura . Aún así me alarmé

— Tranquila , solo soy yo — me tranquilizaba Daisuke mientras un zorro de pelaje color miel se abalanzaba a la zona de batalla para socorrer a Tuksaka

— Daichi — sonreí con lágrimas en los ojos . Los hermanos habían llegado a tiempo para ayudar y ya Daisuke se unía a la guerra, no sin antes pedirme que no interviniera . Su zorro interior poseía un pelaje más dorado que el de su hermano menor .

Me quedé al margen , observando como sus colas se iluminaban en finos rayos que esparcían las nubes de humo  ¿Esos eran sus poderes? Entonces el fuego no los caracterizaba como a mi y a mi Sensei, sino esto , rayos de alto voltaje  capaces matar a cualquiera con solo un movimiento de sus cinco colas.

Dos de los demonios fueron destruidos al instante pero faltaba uno y no se encontraba por los alrededores . Observé hacia todos lados en su búsqueda, los hermanos hicieron lo mismo y se alejaron hasta las proximidades del bosque para perseguir al fugitivo.

Solo quedábamos Tuksaka y yo.

El demonio que hizo acto de presencia una vez más se acercaba sigiloso al desprevenido sensei y no me quedó de otra que ir hacía allí .

— ¡¡Tuksaka!! — le alerté del peligro pero no le iba a dar tiempo a escapar . Aceleré mis pasos temiendo por su vida y ya muy cerca del peligro, los sentimientos volvieron a mi  .

La adrenalina corría por mis venas mientras un fuerte sentimiento de valentía se hizo presente y hasta podía jurar haber visto mi pelaje arder . Me interpuse entre Tuksaka y el demonio viendo como una oleada de fuego se ofreció como escudo y hacía que el enemigo se desvaneciera en finas bocanadas de humo que más tarde se disiparon por completo

— ¿Estás bien? Dime qué no te hizo daño — sabía que estaba bien pero algo en su rostro me decía que no — ¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así?

— Lo conseguiste, el fuego y ... evolucionaste — sus palabras no tenían relación entre sí pero podía deducir a que se refería.

Mi cuerpo de zorro no solo poseía una cola sino dos, dos colas bañadas en llamaradas de fuego . Había evolucionado y logrado mi primer poder.

Le ayudé a levantarse mientras observábamos a los hermanos regresar.

— ¿Todo bien? Al parecer tuvieron más suerte en encontrar al invitado de la zona oscura — decía Daisuke soplando los restos de humo que quedaban en el aire.

— ¡Já! ya puedes agradecernos Tuksaka , te hemos salvado la vida — se jactó Daichi.

— ¿ Salvándome la vida arriesgando la tuya? No me has hecho ningún favor — le recriminó dándome a entender que se preocupaba demasiado por ellos.

— Eh, cálmate viejo. Estoy bien y te he demostrado que soy mejor guerrero que tú — insistía Daichi

Enseguida se formó una discusión de tres personas a la que me mantuve al margen mientras imaginaba tomar forma humana. Cuando abrí los ojos me di cuenta que tenía encima las miradas de Daichi y Daisuke .

— Menos mal y traías el haori puesto — balbuceó Tuksaka cubriéndome de la vista de los pervertidos haciéndoles señas para que se marcharan . Hice una mueca de disgusto : ellos deseaban verme desnuda, así que tendría más cuidado para la próxima vez.

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Ayudé a mi sensei a entrar en la casita para curar la herida que tenía en la pierna derecha .

— ¿Ya éstas mejor? Aún me falta cubrirla con algo — informé y su mano me extendió un pañuelo que conocía muy bien, era mío. El que jamás me regresó después de aquel incidente.

— ¿Aún lo tienes?

— No podía deshacerme de él — y por su propia cuenta cubrió la herida .

En un ligero suspiró me di la libertad de mirarle con detenimiento y un calor acogedor se apoderó de mi pecho mientras se me subían los colores a la cara y mis dos colas se hacían presentes

«¿Pero qué ..?» — maldecí mil veces recordando que los sentimientos son la fortaleza de un Kitsune . Si Tuksaka debía estar furioso para transformarse rápidamente, entonces la mía era verle y amarle . Algo que seguramente me traería problemas si mi cola con mente propia se aparecía en momentos tan íntimos como este.

Me alejé del sensei, haciendo peso sobre mis colitas para esconderlas cuando estas no hacían nada más que agitarse feliz como la de un perro.

— Ya debo irme, prometo traer tu kimono esta noche — y me escapé por la puerta corriendo de vuela a casa .

« Te amo, te amo, te amo » — canturreaba en silencio con una sonrisa estúpida cruzando mi cara . Nunca lo iba a superar, era el hombre de mi vida.

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Días después

Con un Tuksaka ya recuperado las clases retomaron su curso ,  aunque ahora tenían presente dos personas no deseadas . Daichi y Daisuke volvían todo un tormento pero no podía quejarme, seguía agradecida por lo que hicieron por mi él día del ataque.

En cuanto a Sasuke , no supe más nada de él pero ya Joly me había asegurado que todo estaba bien y que ahora me quería más …¿ por qué ? Ni idea .

Yo continuaría con mi vida , preparándome para las siguientes inevitables batallas y mi futuro puesto como guardián del bosque , de paso guardando el secreto de mi amor por Tuksaka .

Niebla: El zorro de nueve colas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora