Capítulo 10 : Instintivos

15 3 0
                                    

Hoy comenzaba la semana de luna llena y la misma me bañaba con su resplandor durante mi extenuante caminata al bosque . Sentía bienestar y poder , aunque mi mente era una maraña de pensamiento respecto a la petición de Tuksaka sobre que no le visitara esta noche y lo que quedaba de semana.

Nuestros entrenamientos eran tanto de noche como de día por petición de él ¿Pero por qué no en esta semana? Esa interrogante solo aumentaba mi curiosidad y no lo pensé dos veces para escaparme de casa luego de comer e informar que me iba a dormir.

No me sacaba de la cabeza toda esa historia que me había contado para explicar la conversación que había tenido con esa chica del mundo espiritual . Sobre su relación de amistad con una supuesta princesa y el enredo super cliché de un padre rey que quiere casar a su hija con el mejor partido .

Todo muy raro pero por alguna razón tenía que ver con su extraño comportamiento.

.

Llegué hasta los alrededores de la casita. Una fogata había sido apagada recientemente pero se podía apreciar la luminosidad del hogar de Tuksaka . Fui allí y abrí la puerta sin importar que .

- ¿¡Maiko que haces aquí?! - gritó en respuesta , como ya era de esperarse . Pero mientras decía eso se convirtió en una silueta borrosa terminando su carrera en una de las esquinas de la casa añadiendo una manta para ocultarse de pies a cabeza.

¿Estaría desnudo? Enseguida esa pregunta fue descartada al ver que llevaba puesto el kimono, al menos la hakama y no había indicios de que se había cortado el pelo .

- ¿Por qué te escondes? - le interrogue con una ceja en alto y examinando de reojo la casita por si no había alguien escondido por ahí . Intenté acercarme .

- ¡No me veas! - exigió . Hoy estaba demasiado extraño.

Mientras analizaba su compartamiento , algo de tacto peludo hacía cosquillas a mi pierna . Al bajar la mirada reconocí una de las nueve colas largas de Tuksaka las que no veía hace mucho tiempo , específicamente desde el día en que nos habíamos conocido y solo era un zorro gruñón.

Entonces vino a mi mente el recuerdo de una de nuestras clases dónde el me explicó que los Kitsune podían tomar forma humana y llevar al mismo tiempo la cola y las orejas . Era curioso pensar que jamás le había visto así . Hasta ahora.

«Esto va a ser divertido»

Sonreí con malicia mientras enredaba su cola entre mis piernas y la estampaba con uno de mis pies contra el suelo . No le quedó de otra que quejarse de dolor y correr pasa sanarla , cuando la manta que le cubría cayó.

Me fui de espaldas en estruendosas carcajadas . La imagen de un Tuksaka con orejas y colas se me hacía divertida . Era el tipo de apariencia que le quitaba el cartelito de hombre duro pero al mismo tiempo le otorgaba la de lindo y adorable . A su manera claro

-¡¡No te rías!! Te dije que no vinieras hoy - gritó furioso acariciando la cola que le había lastimado a propósito.

- Ya, pero no te enojes - sequé las largrimas que habían escapado de mis ojos - ¿Y si te molesta tanto que te vea así por que no tomas otra forma?

- No puedo - se cruzó de brazos molesto

- ¿Por que no?

- Por la luna - señaló la ventana por la que se colaba el resplandor del satélite - Cuando hay luna llena los Kitsune solemos tomar esta forma y más ninguna . Es como una obligación hasta que el sol regrese .

- ¿Todos? - reí en burla - Yo estoy normal.

- Aún no has tomado forma de zorro es por eso que aún no te afecta - espetó

Niebla: El zorro de nueve colas Where stories live. Discover now