Capitulo diez

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"Ha llegado a su destino" la voz del gps hizo que Maya suspirase. ¿Porque estaba tan nerviosa? Sonrió al ver a Karchez esperándola en la puerta. Elevó la vista antes de bajar de su coche y observó la casa, que suponía que era esa, pues Karchez se encontraba enfrente. Varios chalets adosados unos junto a otros del mismo tamaño y de la misma estética hacían de esa calle de barrio una calle acogedora. Aparcó justo en la puerta de la casa de Karchez, su coche, un Range Rover negro de gran tamaño.

— ¿Que tal? —preguntó Maya al castaño que la miraba con media sonrisa esperando a que bajase completamente del coche.

— He salido para que supieses cuál era, como todas las casas son iguales —bromeó Karchez y Maya sonrió acercándose a él. Cuando ella estuvo a su altura, susurró— No hagas caso a nada de lo que te diga mi hermana

— ¿Que me va a decir? —preguntó asustada Maya mientras Karchez ponía la mano sobre la puerta del pequeño jardín para entrar

— No lo se, es impredecible —respondió Karchez encogiéndose de hombros y abriendo la puerta al completo

Ambos entraron a la vez en el pequeño jardín delantero que la casa disponía. Con un toldo y una mesa que aún estaba por preparar y varios juguetes que Maya supuso que eran de Marta, la sobrina de Karchez. El acogedor adosado con fachada de ladrillo y decoración floral.

— Que bonita —halagó Maya haciendo que Karchez riese

— No hace falta que seas irónica —respondió el castaño mirándola divertido. No tenía nada que ver con la casa de Maya, la cuál era un gran chalet.

— No miento, es muy bonita —repitió Maya mirando a Karchez sonriendo— De verdad

— ¡Tu debes de ser Maya! —una mujer se posicionó en la puerta de entrada de la casa, llevaba un delantal, el pelo castaño claro suelto y unas gafas.— Yo soy Silvia encantada

— Encantada Silvia —Maya recibió los dos besos de la mujer y la miró con cariño, mentiría si dijese que esa mujer no le recordaba a su difunta madre— Le estaba diciendo a su hijo lo bonita que era la casa

— ¿Te gusta?

— Las flores son preciosas —confirmó Maya mirándola sonriente— Algunas tengo que poner en mi casa que la tengo muy sosa

— ¡Maya! —la voz de una niña pequeña hizo sonreír a la castaña que corría hacia ella. Maya se agachó para recibir el abrazo de Marta con cariño y Susana miró a su madre alegre ante esa reacción.

— Encantada soy Susana —la chica era muy parecida a Karchez pero era mas mayor y su pelo era castaño al completo sin los reflejos rubios que Karchez había conseguido con algún tinte.

— Maya, encantada —Maya le dio dos besos amablemente bajo una sonrisa

— Oye Maya pues si quieres yo te puedo ayudar con lo de las flores en tu casa —se ofreció Silvia haciendo que Maya sonriese agradecida ante ese gesto

— ¿Enserio? Te lo agradecería un montón porque yo no tengo idea de flores —sugirió Maya haciendo que Silvia sonriese ampliamente

— Mi madre es paisajista —informó Karchez a Maya rodando los ojos 

— Hace unos jardines preciosos —aseguró Susana

— Pues te aseguro que me serías de gran ayuda

— Oye, ¿habéis visto el coche que hay aparcado en nuestra puerta? —Todos de giraron para ver quien se encontraba entrando al pequeño jardín delantero— ¿Creéis que será de Sandoval? —un hombre alto, aunque unos pocos centímetros mas bajo que Karchez, entraba con varias bolsas a la casa mientras intentaba no tropezarse— Es una pasada pero no creo que Sandoval pueda permitirse ese c... —el hombre paró en seco al verlos a todos ahí parados y viendo una nueva integrante— Hola

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt