Capitulo dieciocho

3.2K 270 2
                                    

Karchez abrió los ojos lentamente intentando que estos se acoplasen a la luz que entraba por la cristalera del salón. Intento desperezarse pero notó como su brazo izquierdo envolvía la cadera de Maya y cerró los ojos buscando, inconscientemente, buscar unos segundos mas de paz en esa posición. Pero algunos murmullos lo hicieron volver a abrir los ojos mas rápido ¿Quién estaba en la casa? Maya se despertó al notar como Karchez retiraba la mano de su cintura y se incorporó avergonzada al ver en la posición en la que estaba. Karchez le puso un dedo en sus labios para que no dijese nada y adivinar de donde venían los murmullos. Miró a Maya interrogante y ella dio un pico suave al dedo que había puesto en sus labios y este quito el dedo lentamente ante esa acción.

— Es Daisy hablando con alguien —le susurró con voz ronca Maya haciendo que Karchez respirase aliviado— Vamos con ella

Maya le tendió la mano al que aun seguía acostado y este la acepto levantándose con ella quedando muy cerca durante unos instantes. Ambos cada vez se sentían mas unido al otro, se buscaban siempre, necesitaban tenerse cerca. Ella empezaba a confiar en el y el sentía que no podía defraudarla, porque se había abierto a el contándole cosas referentes a su pasado. Durante unos segundos, apenas cuatro centímetros los separaban sin saber muy bien que sentían en ese momentos, miles de mariposas revoloteaban en el estomago de ambos y subían y bajaban rápidos por sus gargantas erizándoles la piel. Una risa. Una risa hizo que ambos tomaran consciencia de lo que cerca que estaban y se separaron.

— Creo que Daisy esta con alguien —Maya tosió con vergüenza y Karchez asintió

Ambos se dirigieron a la cocina para ver que ocurría ahí y porque se escuchaban risas por toda la planta baja de la casa.

— Creo que se con quién esta Daisy —Maya lo miró intrigada y el accedió a la cocina viendo a Silvia y a Daisy tomar un café mientras desayunaban

— ¡Anda! ¡Buenos días! —Silvia sonrió feliz al ver a los dos castaños en la entrada de la cocina mirándolas

— No os hemos querido despertar porque os hemos visto ahí durmiendo juntos —comentó Daisy dejando una mirada fugaz sobre Silvia— No hemos querido molestar

— Si es que ayer nos pusimos una serie y se ve que nos dormimos en el sofá —comentó Maya viendo como Karchez asentía dándole la razón

— Claro, porque las tres habitaciones de invitados que hay libres no podían usarse —comentó Daisy con sonrisa traviesa

— Si podían usarse, pero ya te digo que nos dormimos —le recordó Maya

— ¿Qué haces aquí mama? —preguntó Karchez mirando a la castaña mayor

— Yo había quedado con Maya para darle color a ese jardín —le recordó Silvia mientras cogía la taza de café con sus manos para dar un sorbo

— Si cierto —recordó Maya mirando al reloj— Perdóname Silvia, pensaba que habíamos quedado a las once

— Si cariño habíamos quedado a esa hora pero he venido antes para ver como estabais —sonrió Silvia y Karchez rodó los ojos

— Vale me cambio de ropa y empezamos —Maya le sonrió y se giró dispuesta a irse a cambiarse pero la voz de Daisy la frenó

— ¿Qué queréis para desayunar? —preguntó la de pelo azabache

— Una tostada de aceite y sal —Maya se giró de nuevo para ir a su vestidor a cambiarse

— Espera que subo yo también a cambiarme —la avisó Karchez. Ambos cogieron rumbo hacia las habitaciones.— Ni loco me quedaba yo ahí solo con ellas

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Where stories live. Discover now