Capitulo dieciseis

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— Dios me muero de la vergüenza —confirmó Maya mientras miraba a Karchez conducir el coche de Maya. Karchez sonrió.— Tu madre va a pensar que soy una aprovechada

— No digas tonterías —Karchez la miró velozmente antes de volver su vista a la carretera— Mi madre no va a decir absolutamente nada

— ¿Tu crees? —Maya mordisqueó su labio nerviosa y el asintió.

— El coche es una locura —Karchez cambió de tema para que Maya no se obsesionase.

— ¿Te gusta? —Maya sonrió mirando al castaño sonreír. ¿Había algo más atractivo que un chico conduciendo?— Yo no entiendo mucho de coches la verdad, este me ayudo a elegirlo Rubius

— Es espectacular —le asintió Karchez. Maya vio como llegaban a la casa del castaño y bufó nerviosa. Karchez aparcó en la puerta. Miró como Maya jugueteaba con sus manos nerviosa.— ¿Bajamos?

— Si —Maya contestó rápidamente haciendo que Karchez sonriese.

— Ay chicos que alegría —Silvia habló a las espaldas de Maya haciendo que se sobresaltase. La castaña se giró para observar a Silvia paseando a Urko.— ¿Que tal habéis pasado la noche?

— Bien mama —le respondió Karchez adelantándose a Maya

— ¿Ha pasado algo? —Silvia preguntó viendo a Maya mirarla nerviosa

— No, nada importante —le respondió Maya mientras se agachaba a acariciar a Urko.

— Hemos venido a recoger ropa para mi porque me quedo hasta mañana en casa de Maya —le respondió Karchez dispuesto a entrar a la casa

— ¿Y eso? —preguntó Silvia mientras Maya se incorporaba. La mujer envolvió con su brazo izquierdo el cuerpo de la joven para que supiese que no pasaba nada. Maya se relajó, en aquel gesto sintió que no molestaba y que Silvia no iba a cuestionar nada.

— Porque ha tenido un problema con la seguridad de las ventanas y para que no se quede sola me quedo yo con ella —habló Karchez mientras entraba a su habitación seguido de Silvia y Maya

En realidad el castaño, no había mentido del todo. Un problema de seguridad si era pero en las cerraduras. Solo había omitido el noventa por ciento de la información.

_____

— ¿Son tu postre favorito? —preguntó Karchez viendo como la joven comía unas galletas después de comer. El castaño lo preguntó porque había observado como Maya siempre comía esas galletas después de alguna comida y además, se había percatado de que poseía varios paquetes de esas misma galletas en la despensa.

— No —negó Maya con media sonrisa— Me gustan muchísimo pero no son mi postre favorito

— ¿Y cual es? —él castaño se inclinó hacia delante mostrando interés en saber mas de aquella chica que tenía enfrente. Maya lo miró intrigada debido a ese interés.

— La tarta de zanahoria —Maya sonrió viendo como Karchez fruncía el ceño— Pero hace mucho tiempo que no como

— ¿Porque?

— Porque me da miedo probar una tarta de zanahoria que no sea la de mi madre —confesó Maya y Karchez abrió los ojos sorprendido

— Dios perdona si te ha molestado —Karchez se disculpo nervioso y Maya negó con una sonrisa

— No, no te preocupes —Maya lo calmó mientras trataba de tragar el último trozo de galleta que quedaba en su boca— Me gusta hablar de mi madre —Karchez asintió sintiendose mal debido a la pregunta y bajo la mirada a su plato ya vacío. Maya sonrió dispuesta a hablar para que viese que no era un tema tabú para ella y que no pasaba nada— Mi madre me hacía una tarta de zanahoria todos los viernes —comenzó Maya haciendo que Karchez levantase la cabeza— De pequeña siempre deseaba que llegase el viernes por que eso significaba que cuando llegase del colegio tendría de postre tarta de zanahoria y adoraba los findes porque era el postre que se comía en casa durante todo el fin de semana. —Maya sonrió recordándolo y Karchez sonrió también mas cómodo con la conversación, al darse cuenta de que no incomodaba a la castaña— Ella siempre lo hacía, era una rutina incluso cuando enfermó. Se levantaba de la cama para cocinar la tarta y cuando yo volvía del instituto la veía en el frigorífico —Maya miró a Karchez a los ojos buscando contacto con el castaño, lo necesitaba.

— ¿Estaba rica? —preguntó inocente el castaño haciendo que Maya asintiese con efusividad

— Era la mejor tarta del mundo —le aseguró Maya sonriendo— Mi hermana la intentó hacer cuando mi madre falleció pero a ella no le salió tan bien —rio Maya haciendo que Karchez sonriese— La quemó y decidimos no volver a intentarlo

— ¿A que se dedicaba tu madre? —preguntó Karchez queriendo saber mas

— Era repostera, hacía los mejores dulces del mundo —Maya sonrió y Karchez acercó su mano hasta la de ella para establecer contacto y apoyo.

— ¿Fue muy rápido? —preguntó Karchez con un hilo de voz y Maya fruncio el ceño.

— ¿Te refieres a su muerte? —Karchez asintió mientras hacía pequeños círculos con su dedo pulgar en la mano de Maya— Fueron dos meses, dos meses en los que la pobre se consumió y su cuerpo no aguantó

— La verdad es que admiro la fuerza psicológica que posees —la halagó Karchez y ella sonrió agradecida

— Fue difícil, pero si soy así es gracias a mi hermana —Maya sonrió— He practicado mil veces conversaciones referentes a mi madre con ella para saber que decir cuando me preguntasen con ella. —Karchez sonrió débilmente— Pero nunca había ensayado con ella que alguien me preguntase por mi postre favorito

— Así soy —bromeó Karchez haciendo que Maya carcajease débilmente.

— Gracias —le sonrió Maya y el castaño elevó sus hombros preguntando un '¿Porque?'— Por hacerme hablar de mi madre, me gusta hablar de ella y con Cristina lo hago poco

— ¿Puedo preguntar porque? —un tímido Karchez interesado hizo que Maya asintiese con una sonrisa

— Creo que ella aún no ha superado del todo lo que pasó, se vio con veinte años y una hija de trece que terminar de criar en plena adolescencia —suspiró Maya— y además, sus estudios y después encontrar un buen trabajo con el que mantenernos a las dos

— ¿Cómo conoció a Willy? ¿Los presentaste tu? —Maya sonrió ante la pregunta, le encantaba contar la historia de amor de su hermana pero el reloj de detrás de Karchez la hizo parar.

— Creo que esa historia te la tendré que contar en otro momento porque hoy abren portales y hay que empezar directos —Maya se encogió de hombros y se incorporó un poco viendo con sus manos habían estado unidas todo el tiempo acariciándose, algo que la hizo ruborizarse.

— Yo esperaré aquí —sugirió Karchez y Maya frunció el ceño

— ¿No vas a hacer directo?

— Me gustaría pero tendría que ir a mi casa ahora y no me daría tiempo a estar en el evento

— Señor Karchez, estas hablando con Maya Urbi, que tiene un cuñado el cual viene a Madrid muchas veces al año y es adicto a su trabajo —sonrió Maya y Karchez frunció el ceño— Tiene una habitación en esta casa solo para su set up para no dejar de hacer directos aunque este aquí

— ¿Y puedo hacer yo directo? —preguntó ilusionado el chico y Maya asintió

— Yo lo daba por hecho, ven que te explique como va todo y que metas tu cuenta de Minecraft y todo eso

____

— ¿Se me ve bien? ¿Se me escucha bien? —preguntó Karchez a su chat mientras se miraba en las múltiples pantallas que tenía delante— Me veréis de puta madre porque esta no es mi cámara —bromeó el chico contento mientras miraba que todo estuviese conectado a su nombre— Si es que no estoy en mi casa por eso la pantalla verde detrás —respondió Karchez al chat arrepintiéndose al momento.

Porque justo ahí, en ese preciso instante fue cuando todo se redujo a esa frase 'No estoy en mi casa'. Entonces, todo comenzaron a ser teorías; "¿Dónde está Karchez?" "¿con quien esta Karchez?" "¿Ese set up no parece el de Willy cuando esta en Madrid?" "Ayer vi un twit de un chico donde ponía que estaba empezando una relación con Maya Urbi, pero nadie lo creía" "A lo mejor no es el set up de Willy en Madrid" "A lo mejor se ha mudado". Pero Karchez y Maya ajenos a todo eso, interactuaron en Tortilla disfrutando, soltándose pullitas y disimulados tonteos inevitables sin saber la que tenían montada en Twitter y en Tik Tok.

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang