Capitulo veinticuatro

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Maya estrujó sus brazos contra la cintura del castaño apretando ese abrazo que tanto había esperado. Porque pasar cuatro días separada de él habían servido para darse cuenta que le gustaba la presencia de Karchez. Estaba cómoda y una pequeña parte de ella se sentía en casa. Karchez apoyó su barbilla sobre la cabeza de la castaña mientras sonreía agradecido ante tal abrazo. Con sus manos acarició la espalda de Maya y sonrió internamente notando como ella apretaba mas sus brazos buscando sentir aún más ese abrazo.

— ¿Me has echado de menos? —le susurró el castaño divertido. Maya asintió sobre su pecho haciéndolo sonreír.

— Menos mal que no he visto ninguna película —confesó Maya retirándose lentamente de ese abrazo— No tendría sentido sin alguien que las comentase como tu

— Me alegra oír eso —Karchez la miró sonriente— Yo también te he echado de menos

Aconsejada por su hermana, Maya no había ido a por Karchez a la estación. Sabía que ambos se abrazarían e incluso se besarían, y Cristina no quería que alguna cámara traviesa captase ese momento. Por lo que enviar un coche que lo llevase directamente al hotel donde se vería con Maya era la opción mas sensata.

— ¿Estas muy cansado del viaje?

— Ha sido largo pero tengo muchas ganas de ver esta país —Karchez se inclinó buscando los labios de Maya. La cual respondió a ese gesto aproximándose un poco hasta el para dejar un rápido beso sobre los labios del castaño. Karchez hizo un puchero, el quería alargar un poco mas ese beso.

— Ya habrá tiempo para besos, tenemos poco tiempo para que veas Andorra —Maya le sonrió inocente

— Esta bien —Karchez la miró elevando sus cejas— ¿A donde vamos?

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— Que bonitas todas las iglesias de aquí —Karchez observó como Maya conducía

— Si ¿verdad? —Maya sonrió— Se conservan muy bien gracias a que aquí ha habido una ausencia de guerras importante —Maya encogió sus hombros— Porque al fin y al cabo son las guerras lo que lo destruyen todo

— ¿Y ahora a donde vamos?

— Al centro —Maya mordió su labio inferior

— ¿Al centro? —Karchez se sorprendió. ¿No lo importaba que lo viesen con el?

— Si, hay muy buenas tiendas tiene menos encanto pero quiero que merendemos en un sitio que hace unos crepes impresionantes

— ¿Aquí no te escondes?

— Están mas acostumbrados a ver famosos, aunque alguna foto pedirán —Maya sonrió mirando a la carretera

— ¿Te molesto que te pidan fotos?

— ¡Que va! Me encanta —confesó Maya— Pero es agobiante cuando te piden una foto cien personas a la vez —Maya suspiró— Me gustaría poder hacer una foto con todo el mundo pero es estresante. ¿Y a ti?

— Bueno, pocas veces me han pedido fotos —rio Karchez viendo como Maya entraba a un parking subterráneo.— Pero me pongo muy nervioso

— ¿Nervioso?

— Si como que no se que hacer —sonrió el castaño— Una vez se pensaron que yo era borde y en realidad, es que no sabía como actuar

— Bueno es normal —Maya empezó a maniobrar aparcando

— ¿El coche es tuyo? —Karchez preguntó viendo la soltura con la que Maya conducía

— De mi hermana. Si le pasa algo al coche tengo que huir del país —bromeó la castaña haciendo sonreír a Karchez mientras ponía el freno de mano.

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Onde histórias criam vida. Descubra agora