Capitulo quince

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— Siento tanto lo que acaba de pasar —Maya sorbió su nariz sentada en uno de los taburetes de la cocina

— Enserio no te preocupes —Karchez le sonrió— ¿Es el ex del que me hablaste?

— Si, Gonzalo —Maya hizo una mueca— No se que mas quiere de mi, después de intentar arruinarme la vida...

— ¿Hace cuanto lo dejasteis? —Karchez se removió en su taburete y la miró cariñosamente

— Hace un año —Maya lo miró, los bonitos ojos de Maya ahora eran rojos e hinchados debido a las lágrimas expulsadas— Llevábamos ocho meses juntos y lo deje porque empezó a tener comportamientos extraños —Maya comenzó a hablar— Se obsesionó con quien salía, con quien hablaba en mis directos, no me dejaba ir a Andorra con mi hermana si el no podía venir bueno y multitud de cosas mas que te puedes imaginar...

— No hace falta que sigas contando si no quieres —Karchez no quiso que Maya se sintiese obligada a contarle nada. Pero la castaña se encogió de hombros negando con la cabeza.

— A los días de dejarlo volvió para hablar —Maya sonrió irónica— Yo lo quería mucho y me pidió perdón, me dijo que iba a cambiar e intentó tener sexo conmigo —Maya tragó saliva y Karchez junto sus manos con las de ella para transmitirle confianza.— Yo no quise tener sexo con el y se puso violento —Maya se mordió el labio intentando que no saliesen lágrimas de sus ojos— Pero llegó Daisy e impidió todo, era Sábado a ella no le tocaba trabajar pero vino para saber como estaba porqué después de la ruptura yo no estaba bien. Me salvo, me salvo de el.

— ¿Te llego a tocar? —preguntó Karchez con furia en su voz. Aquella historia lo había estremecido. Maya bajo la mirada y asintió débilmente dejando caer las lágrimas que había contenido. Karchez se levantó veloz del taburete y la abrazó pillándola de sorpresa.— Joder

— Como me negué y Daisy lo echó, decidió hacer videos e ir a entrevistas a decir mierda de mi —Maya habló contra el pecho de Karchez entre sollozos mientras el la apretaba más— Dios siento que hayas tenido que vivir esto, me muero de la vergüenza

— Yo jamás te voy a juzgar Maya —Karchez se separó unos centímetros del abrazo y vio como Maya miraba sus ojos.

Si hubiese sido con otra chica, Karchez se había inclinado y le habría posado un beso en sus labios. Pero era Maya, el miedo al rechazo de ella era tan grande que el castaño solo podía admirar lo bonitos que eran los ojos de Maya y las bonitas facciones que ellas poseía en su rostro.

— Tendría que llamar a mi hermana —comentó Maya triste al ver que Karchez no la había besado, estaba claro que ella no le gustaba a él.

— Adelante —Karchez se retiró del abrazo confirmando su teoría de que Maya no podía ver mas que una amistad en el

Maya cogió su teléfono y busco entre sus contactos el número de su hermana. Puso el altavoz algo que sorprendió a Karchez, pero la castaña había encontrado en el una confianza, la suficiente como para que pudiese escuchar una conversación con su hermana.

— Hola enana, dime —la voz de Cris hizo sonreír a Karchez

— Hola Cris —Maya sorbió su nariz

— ¿Que ha pasado? —preguntó al instante Cristina cuando escucho la voz triste de su hermana— ¿Te has peleado con Karchez o algo? —Maya miró al castaño quien le miró sonriendo y ella sonrió débilmente

— No, que va —Maya suspiró y Karchez puso su mano encima del hombro de Maya— Es que ha venido Gonzalo

— ¿Gonzalo? ¿Te ha hecho algo? —preguntó Cristina alterada

— No, Karchez estaba conmigo aquí —sonrió Maya— Pero no se que quería hacerme, ha entrado con las llaves de mi casa.

— Maya... Maya —la voz agitada de Guille sonó al otro lado del teléfono haciendo que Maya hiciese un mueca triste.— ¿Estas bien? ¿Te ha hecho algo ese imbécil?

— Si estoy bien, estaba con un amigo aquí en casa y no me ha encontrado sola —suspiró Maya y Karchez sonrió al escuchar la voz de Willyrex preocuparse por Maya— Pero venía buscando que yo estuviese sola, por que sabe que Daisy no esta los findes

— Vale vamos a Madrid esta misma tarde para que no te quedes sola en casa estos días —comenzó a organizar Guille

— No te preocupes Guille estoy bien —lo cortó Maya— Solo quería que lo supierais

— No quiero que te quedes sola allí en tu casa —siguió Guille— Podría entrar por cualquier parte

— No te preocupes porque voy a llamar a un cerrajero que cambie hoy mismo todas las llaves de casa —le tranquilizó Maya— y sabes que todas mis ventanas son de seguridad si las cierras, hoy pasaré calor pero no te preocupes porque no va a tener por donde entrar —le aseguró Maya

— ¿Estas segura Maya? —preguntó Cristina por lo que Maya dedujo que ella también tenía el manos libres

— Lo estoy —confirmó la castaña

— Yo me puedo quedar esta noche si queréis —la voz de Karchez hizo que Maya levantase la mirada hacia el— Así todos nos quedamos mas tranquilos

— ¿Tu quien eres? —la voz de Guille sonó seria y Maya sonrió débilmente.

Cristina quitó el altavoz rápido y puso su móvil en la oreja. Guille forcejeo pero salió invictorioso cuando María comenzó a llorar reclamando atención y minutos antes de la llamada habían acordado que le tocaba a Guille cogerla cuando se despertase.

— ¡Si! ¡Eso sería genial! —Cristina comentó feliz— Se que ella no te la va a pedir, pero yo si te lo pido por favor, quédate con ella hasta qué cambien las cerraduras

— Por mi no hay problema —le contestó Karchez haciendo sonreír ampliamente a Cristina

— ¡Muchas gracias! —contestó Cristina alegre y Maya empezó a ponerse nerviosa— ¡Que bien que Maya y tu os hayáis conocido! —Maya sonrió tiernamente mirando al castaño pero tenía miedo de que su hermana dijese algo fuera de lugar— Y mira que nos lo niega a todas pero seguro que esta desan.....

— Cristina —la cortó Maya haciendo que Cristina sonriese. Si le quedaba alguna duda, la hermana mayor acababa de confirmar que a su hermana le gustaba Karchez.— Creo que te voy a colgar y voy a buscar algún cerrajero que pueda venir

— Maya hoy es Domingo —le recordó Cris

— Dios es verdad —Maya bufó— Llamaré a alguno veinticuatro horas

— ¿Y vas a fastidiarle un Domingo a ese pobre hombre pudiendo esperarte al Lunes ya que Karchez se queda allí? —Maya levantó la mirada para mirar al castaño, este se encogió de hombros divertido. A el no le importaba quedarse allí así que por el no había problema.

— Bueno Cris ya veré lo que haré —Cristina sonrió ante esa respuesta

— Vale enana. Karchez cuídamela por favor

— No te preocupes conmigo estará bien

— Adiós Cris, dile adiós a Guille de mi parte —Cristina dio una respuesta afirmativa y ambas colgaron

— ¿Ha colgado ya? —Guille llegó con María en brazos donde estaba Cristina esta asintió— ¿Ese era el chico del que hablabais ayer?

— Si, ¿no te ha parecido genial que se ofrezca a quedarse con ella? —pregunto Cristina arrebatándole a Maria de los brazos

— Si bueno —contestó Guille no muy seguro y Cristina sonrió— ¿Por qué estas así de feliz? Gonzalo ha ido a casa de Maya a saber que

— Pero no ha pasado nada porque Maya no estaba sola —le recordó Cristina— Y acostúmbrate, porque creo que así será a partir de ahora

— ¿Quién es el chico? —preguntó Guille— No he reconocido su voz

— Creo que lo conocerás pronto

— ¿Porque? ¿Te ha dicho algo? —preguntó Guille siguiendo a su mujer, que se había adentrado en las habitaciones dispuesta a cambiarse

— No, pero lo intuyo —Guille paró en seco y Cristina le guiñó un ojo, como si esa chica rubia pudiese ver el futuro

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin