Eres todo lo que esta bien [Karchez]

Capitulo once

— ¿Te vas? —preguntó Silvia viendo como su hijo se cambiaba de ropa— ¿Has quedado?

— Si —Karchez se miró al espejo viendo su outfit veraniego— ¿Has lavado el bañador que me dejo Maya?

— Si, esta en el cuarto de la ropa doblado —contestó Silvia apoyada en el marco de la puerta— ¿Has quedado con Maya?

— Si —respondió Karchez y su madre sonrió viendo ese gesto a través del espejo— ¿Sonríes?

— No hijo no —Silvia se puso seria cuando su hijo se dio la vuelta— ¿Te traigo aquí el bañador entonces?

— Si porfa —Karchez ando dos pasos hasta su escritorio para coger su móvil, un mensaje donde Maya le decía que iba a sacar a pasear a Buddy pero que llegaba enseguida.

— ¿Y qué vais a hacer? —preguntó Silvia cediéndole el bañador a su hijo

— Ver una película y cenar

— ¿Vais al cine? —Silvia se interesó y Karchez negó

— A su casa —Karchez miró apenado a su madre— Ella no suele salir a sitios y cuando lo hace, se disfraza

— ¿Y eso porqué? —preguntó inocente Silvia

— Porque no la dejan dar dos pasos sin pedirle una foto —Habló Karchez mientras comenzaba a ponerse las deportivas— O hay periodistas por alrededor

— Que agobio pobre chica —suspiró Silvia también recordando lo de los padres de Maya

— ¿Porque te crees que algunos se van a Andorra?

— ¿Por hacienda?

— Algunos por eso y otros como Rubius, un amigo de Maya, tuvo que irse porque aquí tenía que vivir de incógnito, con las persianas bajadas y todo para que no lo viesen hacer cosas en su casa —el joven comenzó a atarse las cordoneras de sus deportivas

— Hijo, ¿y si tu llegas a ese nivel? —preguntó Silvia preocupada porque su hijo no pudiese ni si quiera salir de casa

— Mama, yo nunca voy a llegar a ese nivel —le aseguró Karchez haciendo que Silvia negase ante la negatividad de su hijo

— ¿Tu sabías lo de sus padres? —preguntó Silvia viendo como su hijo negaba

— Maya nunca lo ha contado —suspiró Karchez—supongo que los fans lo sabrán, lo único que se es que tiene un ex que esta loco

— Anda pues ya tenéis algo en común —bromeó Silvia haciendo que Karchez la mirase desaprobador

— Mama —le riñó el castaño haciendo que Silvia sonriese

— ¿Sigues hablando con ella? —preguntó Silvia cruzando sus brazos

— No —respondió tajante el castaño— Ella es agua pasada, ya no me importa

— A ver si es verdad, no quiero que le hagas daño a Maya —le sonrió Silvia y Karchez frunció el ceño

— Bueno eso no va a ocurrir porque Maya y yo somos amigos —volvió a repetir Karchez como ya lo llevaba haciendo unos días

— Si cariño ya lo se —Silvia sonrió dándole la razón a su hijo, simplemente para que no volviese a enfadarse por eso

— Buenos adiós mama —Karchez beso la mejilla de su madre y salió de la habitación

— ¿Volverás tarde?

— No lo se, tu no te preocupes

____

— ¿Cuando pensabas contármelo? —Carola habló a través de la pantalla de la videollamada y Maya se encogió de hombros

— Es que no hay nada que contar —Maya se encogió de hombros

— Hombre has comido en casa de sus padres y hoy habéis quedado para cenar —respondió Carola con su acento característico

— Si pero en plan amigos —volvió a asegurarle Maya mientras veía como Buddy corría en el parque para perros de la urbanización

— En plan amigos —repitió Carola divertido y Maya asintió con una sonrisa— Del uno al diez ¿cuanto te atrae?

— Si vale es guapo pero.. —comenzó a hablar Maya

— ¿Pero que? —rebatió Carola

— Pues que nos conocemos de una semana, mañana hace una semana y no se ni si quiera si tiene novia —rio Maya

— No tiene —Carola respondió y a Maya se le relajaron todos los músculos, como si esas fueran las palabras que necesitaba que Carola dijese— Una semana, ¿pero cuánto habéis hablado?

— Mucho —le confirmó Maya haciendo que Carola asintiese

— Y en tres días ya os habéis visto un montón —Carola sonrió— además las redes sociales están infectadas de videos vuestros interactuando en minecraft

— ¡Porque es de mi pueblo! —rio Maya

— ¿Y queeeee? —Carola respondió en el mismo tono que Maya— No te he visto hablar así con Jacky o con Grefg ¡ni con Cristinini!

— Los veo menos

— No —Carola sentenció y Maya se mordió el labio— Lo buscas a el, que es diferente

— Bueno, ¿cuando vienes a Madrid a verme? —Maya cambió drásticamente de tema haciendo que Carola sonriese, pues la castaña se había dado cuenta de que el rubio llevaba razón

— Cuando me invites —respondió vacilón el rubio y Maya miró a la cámara perpleja

— Sabes que siempre estás invitado —Maya se levantó del banco, cogió a Buddy con la correo y comenzó a andar hacía su casa— ¿No será que estas muy ocupado por allí?

— No —Carola rio— Mas bien tengo ganas de ir a Madrid

— ¿Es de aquí de Madrid? —Maya rio al ver como su amigo asentía— ¿Y a que esperas a venirte aquí?

— A que me invites, ya te lo he dicho

— Pues quedas invitado a mi castillo —Maya puso voz grave y Carola rio

— Oh gracias —le respondió Carola en el mismo tono

— No enserio, ven cuando quieras. O antes de la segunda semana de Septiembre o ya después

— ¿Porqué?

— Porque me voy a Andorra esa semana, he reservado en un hotel que se llama Auronplay y me voy para allí a relajarme viendo las montañitas

— Pues entonces... —Carola miró el calendario que tenía en su habitación— Yo iré a Madrid la tercera de Septiembre, cuando vuelvas de Andorra ¿tiene el hotel Maria alguna habitación libre?

— Para ti siempre —contestó Maya con una sonrisa mirando a la pantalla. Observó como ya había llegado a su casa y sonrió al ver como el coche de Karchez llegaba a la vez que ella.

— Me temo que es mi momento de colgar, esa sonrisa te ha delatado —comentó Carola haciendo que Maya lo mirase de manera reprochadora

— No inventes

— No lo hago

— Adiós guapa, nos vemos mas pronto que tarde —a Maya no me dio tiempo a contestar porque su amigo rubio ya había colgado la llamada y cuando elevó la cabeza Karchez ya estaba delante de ella

— Muy buenas señorita —saludó el castaño. Iba cargado con bolsas de chucherias, patatas y todo tipo de comida basura— ¿Sabes usted de algún cine por aquí? —Antes de que Maya hablase, Buddy ladró como si estuviese dando una respuesta afirmativa al castaño. Karchez miró al perro.— ¿Usted lo sabe? ¿Me podría guiar?

— El cine solo permite la entrada si llevas muchísima comida basura —Maya le siguió el juego

— Creo que cumplo los requisitos de ese maravilloso cine —contestó Karchez elevando las bolsas que sostenían sus manos

— Pues adelante —Maya sonrió dejándole paso al castaño