Capitulo veintidos

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Domingo 5 de Septiembre de 2021 Andorra. 12 días después del beso.

El clima seco golpeó el rostro de Maya al bajarse del coche que la había llevado hasta la puerta de la casa de Raúl y Sara. Cogió las maletas del maletero y se despidió del hombre tan agradable que la había acompañado durante todo el viaje para que no fuera sola. Esa era la labor de Tom, un búlgaro que se encargaba de acompañar a Maya cuando ella viajaba sola. Aunque algunas veces Tom había tenido que hacer de guardaespaldas de la castaña.

— ¡Maya! —Sara gritó desde la puerta de entrada a su casa haciendo sonreír a la castaña. Ni siquiera le había dado tiempo a tocar el timbre. La rubia recorrió su porche delantero a paso rápido abriendo la puerta que daba acceso a la calle— ¡Te estaba esperando!

— Ya veo —rio Maya mientras se fundía en un abrazo con Sara. La joven admiró la fila de chalets idénticos donde vivía la gente mas adinerada de Andorra.

— ¿Ya se ha ido Tom? —Sara se separó del abrazo para establecer contacto visual con Maya

— Tenía que volver a Barcelona —Maya le devolvió la sonrisa. Agarró su maleta con firmeza por el mango dispuesta a entrar a la casa— No te hagas de rogar, preséntame ya a Lucas —pidió en modo súplica haciendo reír a Sara

— ¡Es verdad! Tu aún no lo conoces —Sara se hizo a un lado para dejar pasar a la castaña. Mientras que tras el paso de la castaña al porche delantero de la casa ella cerraba la puerta de la casa que daba acceso a la calle.

— Aún no he tenido el placer —bromeó Maya mientras se adentraba en la casa acompañada de Sara— ¿Y Raúl?

— Ha empezado directo no hace mucho —Sara cerró la puerta de la entrada a la casa una vez estuvieron dentro. La rubia dirigió la mirada al suelo de la entrada observando al pequeño Lucas.— Mira, ahí lo tienes

— ¡Me muero de amor! —Maya se agachó y acarició la cabeza del felino con gesto dulce haciendo que Lucas se acercase mas a ella buscando mas caricias.

Por un momento, la castaña recordó a Don Gato. Maya nunca había sido de gatos, siempre había tenido perros. Su madre, Carmen, les tenía pánico a los gatos por lo que Maya nunca había escuchado buenas palabras sobre ellos. Pero cuando conoció a Don Gato supo que todo lo que decían de ellos era mentira, ese felino azabache era amor puro con los que lo rodeaban y su marcha solo dejo dolor a los humanos que lo conocían y sabían como era.

— Es un amor —le confirmo Sara viendo como el pequeño felino de la casa ronroneaba gustoso ante las caricias de Maya

— ¿Y Bosnia?

— Debe de estar por ahí, ya sabes que es mas pasota —sonrió Sara

A Maya le llegó un mensaje de Karchez y sonrió. El le había preguntado que si ya había llegado, ella contestó con un "Sí, luego te llamo" y volvió a guardar el móvil dándose cuenta de que la rubia se había percatado de la sonrisa. Se puso en pie nerviosa ante la mirada de la de los ojos claros.

— ¿Dónde has dicho que estaba Raúl? —Maya sonrió incomoda— Voy a verlo

— No tan rápida señorita. ¿Me vas a contar donde has estado estas dos semanas?

— Pues en Madrid —contestó Maya obvia

— Maya...

— ¿Que? —Maya se mordió el labio intentando reprimir una sonrisa nerviosa

— Uno; tu dosis diaria de videos Instagram ha bajado considerablemente, dos; no nos pedías videollamadas todo el rato para no sentirte sola y tres; en tus directos estabas mas feliz de lo normal —Sara enumeró con sus dedos las tres cosas que había dicho. Maya abrió sus labios para rebatirle pero los cerró cuando Sara siguió explicándose. Señalando sus dedos respectivos a la explicación— De las cosas uno y tres estoy muy contenta, me alegra que hayas rebajado tu adicción a las redes sociales y me alegra también que estés así de feliz. De la cosas número dos, estoy a medias porque eso significaba que no te sientes sola pero te hemos echado mucho de menos

— Vaya investigación —bromeó Maya asombrada ante las palabras de Sara

— Por lo tanto, has estado con...

— Si, he estado con Karchez —afirmó Maya

— ¡Si! ¡Lo sabíamos! —celebró Sara contenta

— ¿Quién lo sabía?

— ¡Nosotras! —sonrió Sara

— He sido vuestro tema de conversación todos estos días, ¿verdad?

— ¡Verdad! —Sara se abrazó a Maya haciendo que esta rodase los ojos divertida

— No os hagáis ilusiones porque Karchez y yo no somos nada

— ¿Cómo que no sois nada? —Sara se separó del abrazo y Maya se encogió de hombros

— No se, somos amigos

— ¿Pero os habéis besado?

— Sí —afirmó Maya y Sara frunció el ceño

— ¿Cuántas veces?

— ¿Qué clase de pregunta es esa? —preguntó Maya indignada

— No es lo mismo que os dierais un beso y ya esta, a que os beséis todos los días —contestó obvia Sara

— Pues nos besamos todos los días —afirmó Maya mordiendo el interior de su moflete nerviosa

— ¿Y sois solos amigos?

— Sara es complicado

— La verdad es que no es nada complicado —Sara rio ante la cara confusa de Maya

— No hemos hablado de tener nada serio —Maya se encogió de hombros

— ¿Pero os habéis dicho que os gustáis?

— No —Sara frunció el ceño. Maya se puso a andar de un lado a otro nerviosa siendo seguida por las orbes azules de Maya— A ver son cosas que se sobreentienden ¿no? Si lo beso es porque me gusta. Si quiero estar todo el rato con el es porque me gusta. Si busco siempre coincidir con el en un juego es porque me gusta. Si busco siempre cualquier conversación para no terminar nunca de hablar con el es porque me gusta. Si...

— Que si que te gusta —la cortó Sara divertida y Maya suspiró

— Yo si quiero tener algo serio con el —le afirmó la castaña— Pero me da miedo sacar esa conversación porque quizás es muy pronto ¿no?

— No se a que ritmo vais la verdad —Sara elevó las cejas insinuando algo que Maya no entendió

— No entiendo eso que acabas de decir

— Hombre pues que no se a que RITMO vais, ¿Por qué nivel vais?¿me entiendes? —Sara habló mas lenta mientras abría sus ojos intentando que Maya entendiese a lo que se quería referir. Maya abrió sus labios formando una ligera "O".

— No

— ¿No?

— No

— Vale entonces vais a un ritmo lento —carcajeo Sara y Maya golpeó levemente su hombro

— Esta noche lo hablamos todas —le sonrió Maya y Sara asintió sonriendo.— Voy a ir a ver a mi hermana y saludaré a Raúl cuando termine directo que no lo quiero interrumpir

— Sabes que tu no lo interrumpes, contigo no se va a enfadar si apareces —le sonrió Sara y Maya asintió

— Lo se, pero prefiero darle un abrazo sin que 140.000 personas nos miren

— Eso os haría subir de suscriptores —bromeó Sara y Maya negó mientras reía— Yo posiblemente haga un directo corto ahora. Tienes tus llaves en la mesita del recibidor.

— Vale, pues ahora vuelvo —Maya cogió las llaves que le había dicho Sara y le dio un beso a la rubia, dispuesta a coger camino a casa de su hermana que no vivía a mas de cinco minutos andando de allí.

Eres todo lo que esta bien [Karchez]Where stories live. Discover now