CAPÍTULO 10

3.9K 287 44
                                    


──•─────── ) ● ( ────────•──

LA FIESTA

──•─────── ) ● ( ────────•──

DIANA FAVRE

Los humanos son considerados insignificantes en el mundo sobre natural. Sus vidas eran nada más que diversión, comida, absolutamente nada. Crecí en lo peor de la humanidad, donde dominaba la perversión y maldad y aun así creía que nadie se merecía la muerte.

Pero cuando vives en un mundo en constante guerra, donde la muerte se presencia en cada rincón, donde los seres sobre naturales la ven como venganza, paz y liberación, es difícil mantener el equilibrio de la ética que alguna vez tuve.

Los entrenamientos con Amina se volvieron más intensos, y yo más fuerte. Mi corazón latía con adrenalina, en mis venas corrían unas ansias de paz. Golpeo con más fuerza, disparo la estaca con firmeza y precisión, estoy lista.

Hoy era el día.

El día que podré liberar a mi hijo del encierro.

El día que me juego mi vida y de los demás.

Hoy será el día que mate a alguien por primera vez.

El agua caliente empañaba con su vapor en la pared de vidrio que rodeaba nuestra ducha. Resbaló mi mano ligueramente dejándola marcada en el vidrio.

Jessica deja mis labios, hinchados y rojos de tantas mordidas y chupetones, encarcelándome contra la pared húmeda. Bajo la cabeza para observar cómo se arrodilla frente a mí, toma una de mis piernas y la sube a su hombro, dio una exquisita lamida a mi coño pretendiendo suavidad, arqueé mi espalda, enredando su cuerpo con mi pierna, sacudí mis caderas violentamente al sentir sus lamidas más salvajes.

Las heridas que dejó con sus colmillos en mis pechos sanaron con lentitud, y la sangre que se desprendida de ellas se mezcló con el agua que caía sobre mi cuerpo ahora impecable. Di un sollozo de placer, enredando mis dedos en el cabello mojado de Jessica para impedir que pare. A punto del orgasmo, una mano suya sujeta el muslo de mi pierna alzada. Mis músculos se contraen cuando llegue en su boca.

—Amor...—No me dejó terminar, cuando se levanta y pega mi cara a la pared con velocidad, aplastando mis pechos. Me levanta unos centímetros, haciendo que quede de puntillas—Ah... Jessica.

Sus dedos se clavan en mis caderas pegando mi trasero contra su intimidad, y comenzó a moverlo en círculos. Hice mi cabello aun lado, sabiendo que quería seguir bebiendo de mí, ahora de nuestro vinculo.

Sus colmillos entraron, succionando mi sangre. Dejé caer mi cabeza en su hombro, gimiendo, observé de reojo como sus venas alrededor de los ojos se volvían moradas por los instintos, disfrutándome.

Lastimosamente, no podíamos permitirnos estar toda la mañana en la ducha, treinta minutos después, nos vestíamos ambas en el espacioso armario. Mis vestidos estaban al lado de los trajes de Jessica, y eso me encantaba.

"Compartir" no era una palabra que estaba en el vocabulario de mi alfa, y se que es muy normal tener que cederle un poco de tu espacio a tu pareja como un matrimonio normal, pero no para Jessica, y eso lo hace especial.

Sentí la seda de la pañoleta acariciar mi cuello, cubriendo la herida sin cicatrizar en el vínculo, fui al espejo para verme una última vez. Jessica ató sus zapatos a una velocidad alucinante antes de acercarse a mí, traía la corbata desatada y los primeros botones de su camisa sueltos.

Crown Onyx [2]Where stories live. Discover now