Crown Onyx [2]

CAPÍTULO 14

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ERES DIANA AYLEEN ¿RECUERDAS?

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JESSICA FAVRE

Cyprian y yo nos abrimos paso entre las enfermeras con rapidez, seguidos por Abel y Atlas. Muy pronto entramos al pasillo de la sala de emergencias, donde Amina nos esperaba, sola en una de sillas mientras sostenía su cabeza entre sus manos.

—¿Dónde está? —Le pregunte.

Levantó su cabeza, pero mantuvo la mirada al frente.

—En cirugía.

Sentí una opresión en el pecho. ¿Tan grave fue?

— ¿Dónde está? — repetí mi pregunta, apretando la mandíbula.

Me miró con frialdad.

—Hipnotice a los doctores para que le sacaran las astillas de ónix—Respondió. —Y le frenaran la infección. Déjalos hacer su trabajo.

Sentí como la ira correr por mis venas, recordando a esa mujer en la catedral, no tuvo las agallas de mostrar su rostro, pero si para crear un infierno. Si tan solo hubiera visto un rasgo significativo de ella, pero no dejo rastro de su presencia, muy pocos le prestaron atención.

—Pero debemos llevarla a un hospital de nuestra alianza... los humanos no saben curar esas heridas—Interfiere Cyprian.

—Niño, los vampiros huelen la sangre de Diana a kilómetros, meterla en un hospital de esos era llevarla al matadero. —Contesta Amina.

—Necesito verla—Le dije a Amina—Necesito saber que está bien.

Recarga su cabeza y da un largo suspiro cerrando sus ojos un momento.

—Ella cree que esta en el orfanato. Me pidió que no la tocara, que ya no quería más porque le dolía—Murmura— Tiene alucinaciones.

¿De qué orfanato habla? Ella me dijo que siempre estuvo en el internado. Volteé a ver Cyprian. Sus ojos enrojecieron, tensando su cuerpo. Como siempre, los secretos entre ellos jamás se acababan.

—¿De qué carajos habla?

Relamió sus labios, haciendo una mueca de dolor.

—A Diana la mataron en el orfanato cuando abusaban de ella— Confesó, frenando mi corazón— a los 10 años murió por asfixia, el primer contacto con su inmortalidad... ella temía de tu reacción, no quiere que creas que esta... sucia.

Una ola de tristeza se cruzó por cada hueso de mi cuerpo porque Diana no podía estas más equivocada, de verdad me esforzaba tanto para que pueda confiar en mí, pero admito que la presiono, solo quiero ser tan o igual de fundamental en su vida como ella lo es para mí.

La puerta de cirugía se abre, y un hombre sale de ella con una sonrisa. Todos nos acercamos a él a una velocidad sobre humana que el doctor tuvo que retroceder unos pasos con miedo

—¿Cómo está? —Le preguntó Amina.

Asiente orgulloso ante Amina.

—la cirugía fue un éxito, el ónix fue extirpado en su totalidad. — explicó.

—Nos la llevaremos—Me detuvo, interponiéndose entre la puerta de la sala de cirugías y yo.

Él niega, consternado.

—Ya vinieron por ella.

Cyprian me miró con miedo, pegándose a mi brazo.

—¿Quién? —pregunté.