EL FINAL, OTRA VEZ

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LOS TRAIDORES NO SANAN

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Tres semanas despues.

JESSICA FAVRE

Ambas tumbas se encontraban llenas de arreglos florales. La falta de sol hacía que el funeral fuera más lúgubre de lo que tenía que ser. Solo era el momento de más unión de la luna y el alfa de sudamérica, sin embargo, la noticia nos tomó por sorpresa a todos.

El cementerio Favre era enorme, y aun así parecía que no podría caber más gente.

Cyprian estaba a mi lado derecho junto a Carlos, y a mi lado izquierdo estaban Adara y mis padres. Guardias rodeaban todo el lugar, evitando que la prensa se filtrara.

Era el momento donde las lunas se arrodillaban frente a las tumbas, las ocho lunas que quedaban y hacian la oración hacia la Diosa Luna. A falta de Luna Suprema, ellas eran el conducto hacia nuestra Diosa, y eran quienes debían pedir perdón por el acto que nosotros llamamos "Culminación".

Se debía mantener silencio, pero claramente los más jóvenes no le tomaban la importancia que deberían.

—Esto es extraño, porque hable con el tío Augusto y la tía Mariana hace una semana y no parecía que lo iban a hacer... no tan pronto—Soltó en susurro Edwin a su hermano gemelo, hijo beta de Alessa y Leyna.

—Apuesto que los ataques de los traidores en Brasil tuvieron algo que ver—Comenta Kellen.

—Callense los dos, su madre los está mirando— Leyna los reprende.

—Pero mamá—Se queja Edwin.

Levemente giro mi cabeza hacia atrás, mirándolos, ambos chicos bajaron la cabeza con rapidez y se disculpan en un susurro. Me encuentro con la mirada de Alessa, la hermana de Liayh, a pocos metros de su segunda familia, tomada de la mano de Victoria, su tercera esposa y la única bruja de sus cinco familias

Le señalo a sus hijos con la mirada y ella asiente. La ceremonia termina, Alessa se levanta con rapidez, soltando la mano de Victoria, se dirige directamente a los gemelos castaños, quienes tratan de huir de ella, los toma del cuello de su chaqueta y se los lleva antes de que puedan entrar al salón.

—¿Qué vamos a hacer, Alfa Suprema?— Theo, alfa de Asia, muy pronto me rodearon los ocho, con sus respectivas lunas. —Sin Augusto, no hay ningún Favre que cuide Sudamérica.

—Yo me encargaré por el momento, pero necesito que preparen a sus hijos Alfas que hayan encontrado a su luna. Voy a elegir a uno a finales de abril —Asienten. —Quiero recordarles que la culminación no debe hacerse sin mi permiso. Autorice la ceremonia de Augusto y Mariana meramente por pena a sus hijos, sin embargo, los siguientes, no tendran ni sepultura si pasan sobre mí. —Me acerco a ellos. —¿Quedó claro?

—Si, alfa—Respondieron al unísono.

Mamá frunce el ceño, mirándome con extrañeza y desaprobación ante mis palabras. A medida que los alfas se dispersaron por el salón, hablaron y tranquilizaron a los jefes de las manadas que conforman a la  alianza alrededor de todo el mundo.

Mientras que mamá se me queda viendo, con los brazos cruzados.

—¿Qué esa forma de tratar a tu familia, Jessica?—Espeta molesta. —Se qué estas enojada por lo que hizo tu primo Augusto, pero debes calmarte. Mira, buscare a Adara para que platiquen y te distraigas un momento, esa chica si me cae bien y es fiel a la alianza...no como la zorra...

Crown Onyx [2]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt