Harry Styles sabe que tiene estrictamente prohibido posar sus ojos en alguien de su equipo de trabajo; tiene el corazón roto y en lo último que piensa es en volver a enamorarse, a este punto, tiene la inspiración suficiente para crear su segundo álb...
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Casi todo estaba planeado para el viaje que haría en unos días a Japón.
El vuelo estaba reservado, así como el lugar en el que me hospedaría por unos meses. De alguna manera, todo había salido de improvisto pero a su vez, se había acomodado a la perfección.
Llevaba un tiempo cargando el deseo de hacer un viaje largo que me ayudara en este proceso de volver a encontrarme y siempre había sido fan de la cultura japonesa y todo lo que se involucra con el país; afortunadamente, tenía a distintos conocidos que me harían más sencillo mi tiempo en el lugar y estaba preparado mentalmente para enfrentarme al nuevo reto que se venía.
La cena que tuve con Kunichi semanas atrás me había ayudado a terminar de convencerme de hacer este viaje y, aunque Jeff no estaba completamente seguro, al final terminó aceptando que lo hiciera con la condición de que no estuviera completamente solo.
Al principio me pareció estúpido que quisiera agregar a alguien al viaje, necesitaba tomarme un tiempo conmigo mismo y sabía que si él viajaba conmigo, sería tenerlo detrás de mí la mayoría del tiempo.
Lo quería, más que mi manager era mi amigo, pero hacer este recorrido iba más allá de crear música para el nuevo álbum.
Sin embargo, admito que toda la sorpresa me inundo cuando me dio a conocer que su deseo era que Alessia viajara conmigo, pues ella me ayudaría como traductora y sería más fácil manejarme por el país. En inicio dudé un poco, puesto que seguía sujeto a mi plan de hacer este viaje a mi manera, pero después de pensarlo bien, sabía perfectamente que prefería hacerlo con ella que con Jeff.
Alessia iba a estar, claro, pero durante este tiempo conociéndola, estaba seguro de que también estaría en otros lugares brindándome el espacio que tanto deseo. Su empatía ante las situaciones, su sigilo y su seriedad, terminarían por darme lo que busco y necesito.
Pero ahora, necesitaba hacérselo saber.
Recorro mi casa por tercera vez asegurándome de que todo se encuentre limpio e impecable y la música al fondo está a un volumen considerable. La había invitado a cenar en mi hogar y estaba seguro de que pronto llegaría.
Siguiendo los pasos de la receta que mi madre me había dado, preparé Provolone al horno con tomate y aun lo conservaba en el horno para que estuviera al punto en cuanto Alessia estuviera en casa.
Y como si la ley de atracción hiciera de las suyas, recibo un mensaje de la castaña informándome que está cerca, así que cuando por las cámaras observo su automóvil, abro el portón principal para que en esta ocasión, pueda estacionar su carro dentro de la propiedad.
