Harry Styles sabe que tiene estrictamente prohibido posar sus ojos en alguien de su equipo de trabajo; tiene el corazón roto y en lo último que piensa es en volver a enamorarse, a este punto, tiene la inspiración suficiente para crear su segundo álb...
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Los golpes en mi puerta me hacen saltar sobre mi lugar y mirar con el ceño fruncido hacia el lugar donde se han producido los ruidos. Me pongo de pie y observo por la mirilla, pues no esperaba a nadie, sin embargo, la boba sonrisa que se forma en mi rostro es sinónimo de la persona que me tiene la cabeza vuelta loca.
Abro la puerta y me encuentro con el chico de ojos verdes que viste un traje azul de terciopelo, aunque, en realidad, lo primero que me golpea es el olor de su característico perfume.
- Buenas noches - dice simple con una sonrisa sospechosa
- ¡Vaya! No sabía que nos veríamos hoy - me recargo sobre el marco de la puerta - Y tampoco sabía que te presentarías luciendo este traje
- ¿Te gusta?
- Mucho - sonrío y parece que mi confesión lo emociona
- Soy hermoso, lo sé - ríe - Mira, incluso pinté mis uñas azules para que combinara
- Haz hecho un buen trabajo - sostengo su mano cuando me la extiende para que vea el resultado - Cada vez vas mejorando, ya no te manchas el resto de los dedos
- Amélie me ha estado ayudando a practicar - hace una pausa - ¿Puedo pasar?
- ¡Claro! Lo siento - me hago a un lado para que el ojiverde pueda entrar, y lo hace, pero en el momento en el que cierra la puerta detrás de él, me toma por la cintura y me arrincona entre la pared y su cuerpo
- Estás hermosa, girasol
- ¡Por supuesto que no! ¡Mírame! - extiendo mis brazos para que observe la pinta hogareña que tengo
- Hermosa - murmura y aprovecha este momento para besar mis labios
Me es inevitable soltar un suspiro en cuanto pruebo el sabor de su boca.
Tenía semanas sin verlo y aunque intenté contener las ganas de saltar a sus brazos, no me resisto a enredar mis brazos alrededor de su cuello y atraerlo un poco más a mí para poder sentir aquello que tanto había anhelado.
Siento su sonrisa sobre mí y me permito repetir su acción, así que pronto, ambos estamos riendo sobre nuestros labios.
- ¿Qué hacías? - Harry me pregunta cuando me libera
- Estaba revisando unos documentos que Jeff me envío hace unos días - respondo y vuelvo a mi lugar frente a la mesa del comedor, que es donde reposa mi computador
- ¿Tienes mucho trabajo?
- Algo, pero no es complicado
¿Cómo le explico que desde que esto comenzó, Jeff se ha encargado de atiborrarme de papeles y documentos?
