Inicio de cero

10.- Parche

- Señor del Viento, ¿quién le hizo daño? ¿Necesita que los derrote por uated?

Shi QingXuan soltó una risa nerviosa rascando levemente el vendaje que llevaba en el cuello mientras Quan YiZhen lo observaba fijamente.

- No es necesario, Alteza Qi Ying- dijo-. No es nada grave.
- No- intervino Pei Ming con expresión agria-. Solo fue marcado por una calamidad, nada grave.
- Oh... ¿Necesita una ofrenda de oro? Tengo mucho.
- No es necesario...

De haber sabido que esto sería tan incómodo no habría salido del palacio de Agua Negra para nada. He Xuan lo había llevado allí justo después de morderlo, le había dado un vestido nuevo y le había puesto un parche en la nuca, el cual sujetó con las vendas como una precaución adicional. Shi QingXuan era un dios, no se vería afectado por cosas como una infección en la mordida, pero le pareció tierno que su pareja (ya podía llamarlo así oficialmente) se preocupara por él de ese modo.

Además, recordando los molestos vendajes que tuvo que llevar en el brazo y en la pierna al momento de su ascensión para que sus extremidades lastimadas no le resultaran un impedimento en el cumplimiento de su deber, estaba bien. Lo que sí era por demás incómodo era la insistencia insana que los dioses a tal hecho. ¡Cómo si ninguno de ellos se hubiera vinculado antes! Su Alteza tenía un vendaje similar y nadie decía nada.

Bueno, era Su Alteza después de todo. Él ya usaba vendajes en el momento de su ascensión... y nadie quería meterse con Hua Cheng.

¡Aún así era muy molesto! ¿Qué no tenían otras cosas que hacer? ¿Qué les importa lo que él haga o no con su vida? Pudo probar que su ascensión era justa en esta ocasión, ha trabajado diligentemente, ¿qué más querían? Por eso era más feliz en el reino mortal, lejos de todos esos chismosos.

De todos modos, se sentía feliz con lo sucedido así que seguiría llevando ese vendaje con orgullo sin importar los cuestionamientos que le hicieran al respecto.