22.- Protección / pelea

535 69 14
                                    

El abanico en manos de Shi QingXuan se movió con gracia y elegancia, girando entre los dedos de su maestro con cada movimiento que hacía, manejando el viento como un arma que arrojó hacia el tropel de fantasmas que lo rodeaba.

Estaba en problemas. Grandes problemas.

Todo había comenzado con una mañana donde las náuseas no lo dejaron en paz y los mareos lo acometieron terriblemente. Había pasado un mes desde su celo y estos síntomas lo habían perseguido desde entonces pero ese día en particular habían sido más intensos. Xiè Lian había ido a verlo, examinar su estado y darle una medicina para aliviar sus síntomas.

— Creo que sé lo que pasa— dijo con una sonrisa—. Pero es mejor que vayas con un maestro médico para estar más seguro.

Cuando el emperador celestial habló, la ilusión se hizo presa del dios elemental, quien se puso de pie para ir al mundo mortal, deteniéndose levemente al escuchar a Xiè Lian advertirle:

— Ha habido casos de bandas traficantes, será mejor que vaya con cuidado.

— Así lo haré, Su Alteza— le aseguró Shi QingXuan.

Al ser más poderoso en su forma femenina, Shi QingXuan llegó al mundo mortal como una dama y fue con un médico local, quien luego de una exhaustiva revisión confirmó las sospechas de su amigo. ¡No podía ser más feliz! ¡Tenía que ir al Palacio de Agua Negra para decirle la buena noticia a su esposo! Sin embargo, a mitad de camino se dio cuenta de que la seguían y mientras daba vuelta por una calle para despistar a sus perseguidores, se puso en contacto con Xiè Lian.

> Su Alteza, tengo un pequeño problema aquí. Creo que se trata de la banda de la que me habló la otra vez <

La respuesta de Xiè Lian fue inmediata y llena de preocupación.

> Ten cuidado. Si mi diagnóstico fue correcto, no te hará bien pelear. Llegaré en unos minutos, trata de alejarte <

Shi QingXuan no temía a pelear. Luego de su segunda ascensión había pedido a Xiè Lian que le enseñará artes marciales para poder defenderse sin depender del viento por completo. Ambos habían practicado juntos muchas veces, y eventualmente Lang QianQiu y Pei Ming se habían ofrecido a ayudarle, algo que aceptó de buena gana, ya que cualquier enseñanza era buena. Sin embargo, ahora no podía darse el lujo de entretenerse en una batalla, por lo que buscaría el sitio más cercano y dibujaría una matriz de acortamiento de distancia para alejarse de allí. Pero en cuanto halló un sitio lo suficientemente solitario para su propósito se dio cuenta de que un grupo de fantasmas lo había rodeado.

Tal parecía que no había otra opción, por lo que Shi QingXuan decidió despachar este asunto rápido y desplegó su abanico entrando a la batalla. Se había contactado con Xiè Lian dándole su ubicación, por lo que solo debía aguantar hasta que llegará, podía hacer eso, estaba completamente seguro de que sí lo haría. Y le había ido maravillosamente bien hasta que sintió un golpe en su espalda y todo su poder espiritual se desvaneció de golpe.

— Ahora es una omega común— dijo uno de los fantasmas.

Dado que ya no tenía poder espiritual, el cambio de apariencia no se pudo sostener y Shi QingXuan retomó su forma masculina frente a todos los fantasmas, quienes lo observaron boquiabiertos.

— ¿La Señora del Viento es un hombre?

Shi QingXuan no tenía tiempo para esto, tenía que salir de aquí lo más pronto posible por lo que se lanzó a los golpes a puñetazo limpio con los fantasmas restantes y ahora que había perdido su poder no tenía manera de comunicarse con nadie, no podía seguir ocupándose de esto. Sin embargo, pronto fue superado por la banda que lo rodeaba y fue capturado rápidamente, en ese momento el jefe de la banda apareció, mirando a Shi QingXuan con una expresión voraz en su rostro.

— Encontré lo que buscaba— dijo. Sus ojos brillaron con avaricia al notar la esencia inusualmente dulce de su presa y sonrió con gesto victorioso—. Creo que mejor vamos a conservarlo, al menos por un año. Después podemos venderlo.

El miedo recorrió a Shi QingXuan con sus palabras, y antes de que pudiera hacer nada para defenderse sus manos fueron atadas a su espalda y sus ojos fueron vendados, uno de los fantasmas utilizó sus feromonas para desorientarlo y así fuera más fácil transportarlo. Justo cuando estaban a punto de irse a celebrar su triunfo una voz resonó en el callejón.

— ¡QingXuan!

Era Xiè Lian. Por supuesto que lo reconocieron como el Emperador Marcial, pero en ese momento lo único que vieron fue otra presa con la cual poder comerciar, por lo que se prepararon nuevamente para atraparlo pero antes de que uno de ellos pudiera acercarse su cuerpo fue atravesado por una cimitarra y se desvaneció de un golpe; Hua Cheng se acercó situándose frente a Xiè Lian y dijo:

— Su Alteza, no era necesario que viniera. Puedo encargarme de esto.

— Yo también puedo lidiar con esto— dijo Xiè Lian con una sonrisa.

El jefe de la banda se alejó cargando a Shi QingXuan en su hombro y salió huyendo. No podía dejar que su botín se perdiera cuando le había costado tanto conseguirlo, de ninguna manera, no podía permitirlo. Sin embargo, no había avanzado mucho tiempo antes de que su carrera se viera interrumpida por una figura oscura cuyos ojos lo miraban como puñales.

— ¿Cómo te atreves a tocar a mi esposo?— siseó He Xuan con rabia.

El fantasma lanzó violentamente a Shi QingXuan y fue embestido por una Arowana que lo aplastó entre sus dientes al tiempo que el Supremo se movía con celeridad para atrapar al dios y soltó sus ataduras, notando que había un talismán en su espalda que también retiró.

— Xuan-er— llamó con suavidad, mezclando sus palabras con ronroneos—. Ya no temas, estoy aquí.

Shi QingXuan comenzó a llorar aferrándose a He Xuan. Realmente se había llevado un susto de muerte.

— Iba a llamarte, pero mi poder espiritual se drenó— dijo, acurrucándose en sus brazos—. Tenía miedo por mí, y por nuestro bebé.

He Xuan lo miró con sorpresa, sus ojos abiertos como platos. Con una sonrisa tímida, Shi QingXuan tomó una de las manos de su esposo poniéndola en su vientre y dijo:

— Vamos a ser padres. Estoy encinta.


❁❁❁❁❁

Ah, me mamé xD

Inicio de ceroWhere stories live. Discover now