VIII.

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Los asientos de esa mesa exterior fueron tomados por ellos cuatro. La tienda estaba algo llena por su reciente apertura. Wakasa había terminado su dulce, mientras que la chica comía poco a poco para extender la durabilidad y poder disfrutarlo más. Shinichiro apenas había recobrado la conciencia tras su evento con Lys, Takeomi solo bebía de su café con serenidad.

─Senpai ─llamó su atención con un susurro, pues estaban sentados uno al lado del otro en la mesa cuadrada, frente a ellos los otros dos ─, ¿seguro que Sano-senpai está bien?

Se encogió de hombros, lo cual ella entendió como un claro "no me interesa". Lo miró con molestia pasando su vista a los pelinegros frente a ella.

─Sano-senpai, ¿se encuentra bien?

─No ─se quejó, su frente contra la mesa ─, acabo de tocar pechos por primera vez en mi vida; no estoy bien.

Apretó sus labios evitando soltar una carcajada, lo cual no logró. Rió con fuerza llamando la atención de los tres chicos, incluso de algunos presentes en mesas cercanas. Shinichiro la observó ofendido, mientras que ella sentía las lágrimas comenzar a bajar por su estruendosa risa. Tardó segundos en detenerse, tratando de recuperar su respiración y quitando las gotas que descendían de sus ojos.

─Cielos, ¿realmente es mayor que yo? Me cuesta creerlo ─se burló sintiendo un pequeño dolor en su estómago por la risa. Takeomi también rió ante las palabras de la chica, una sonrisa burlesca en Wakasa.

─No se burlen ─se quejó sonrojado el blanco de las burlas ─. Y con Shinichiro está bien, me hace sentir viejo las formalidades.

─Lo olvidará, de todos modos ─el peliblanco comentó robando una cucharada del helado de la menor. Una vena resaltó en la frente de ella, tirando de la manga del uniforme del chico.

─¡No seas descarado! ─le señaló soltándolo y volviendo a tomar la crepa entre sus manos, ahora proponiéndose terminar lo poco que le quedaba ─, pero tiene razón, olvidaré el nombre en poco. Solo recuerdo el "Sano" por Mikey y Emma.

─¿Qué tal "Chiro"? ─Propuso Takeomi con burla. Una molestia cubrió el rostro de Zai, Wakasa riendo por lo bajo.

─Ese en definitiva no lo olvidarás ─aprovechó la ocasión para tocar sus nervios, lográndolo como siempre.

─¡Chiro será! ─exclamó en respuesta a Wakasa, que la observó conteniendo una pequeña risa.

─Por cierto, Zai-san... ¿Cómo estás?

Ambos compañeros de clase miraron a Shinichiro. La mencionada sabía a qué venía la pregunta, así recordando que se trataba del presidente de Black Dragons, detalle que había olvidado. Incluso olvidó que Wakasa era parte de tal pandilla, lo cual la hizo tensarse mientras daba un último bocado a la crepa, así solo quedando el envoltorio con gotas del helado derretido.

─Estoy mejor. Ya los hematomas sanaron, aunque los cortes aún se ven, y algunas veces duelen cuando por accidente abro la herida. Lys tomó buen cuidado de mis heridas, se puede decir que me ayudó en eso. Lloró más que yo cuando le conté ─no pudo evitar reír al recordar la exagerada reacción de su mejor amiga.

La culpa volvió a los tres, y si hubiera estado Benkei hubiera compartido ese sentimiento con ellos. Desde ese día habían ocurrido tantas cosas, aunque había pasado bastante del suceso, la culpa seguía ahí. Wakasa no se atrevió a mirarla. En ese tiempo había podido ver como sus heridas poco a poco desvanecían, pero mantenía el recuerdo del día en el que ella volvió a la escuela, tatuado a su memoria.

Shinichiro se inclinó colocando su frente contra la mesa una vez más.

─Lo lamento. Debimos haber actuado antes. Si hubieramos apresurado las cosas no hubieras tenido que vivir eso. Realmente lo lamento tanto, Zai-san.

umbrella➨ wakasa i.Where stories live. Discover now