XXXI.

438 46 0
                                    

Lys sonreía a los invitados mientras iban llegando, poco después llegó su mejor amiga para hacerle compañía. Emma estaba en la sala jugando con las muñecas de las otras tres niñas ahí presentes por lo cual no se preocuparon demasiado, de vez en cuando acercándose para asegurarse que estuviera bien.

─Odio ésto ─Zai comentó dando un trago a la copa de champán. Su labial rojo quedó marcado en el borde del cristal haciéndola quejarse.

Ella iba contraria a Lys, el vestido negro y los tacones vino, la gargantilla roja como sus labios. Su vestido era un poco más corto y escotado, su cabello teñido el día anterior estaba suelto a excepción de un lado, el cual estaba sostenido dejando a la vista todo su rostro de ese lado.

Ya no era pelinegra, ahora era peliblanca como el conocido Senpai.

─Vamos, no es tan malo ─se rió la otra chica con la copa entre sus dedos, no había dado ni un sorbo.

─Hay un buen de ancianos y jóvenes babosos mirándonos como si fuéramos trozos de carne ─se quejó.

─No tenías que venir, Zai.

─¿Y dejarte sola aquí? Ni loca ─negó la de ojos zafiro ─. Sé que éste día es importante para tu familia y que van a intentar casarte a la fuerza con alguien, por eso me niego a irme. No dejaré que decidan por tí, y si eso es un problema tomarás tus cosas y vendrás conmigo.

─Exageras un poco las cosas ─se rió ella ─. Es... una owa fportunidad para conseguir un buen futuro para mí.

─Estar en casa y dar bebés no es un buen futuro para tí ─pellizcó su mejilla haciéndola chillar ─. No necesitas a estas personas para brillar y hacerte un camino, Lys. Estudia y crece por tí misma.

─Eso no es bien visto en mi familia ─le recordó.

─Me importa muy poco ─se burló Takami ─. ¿No quieres tener tus propias cosas? ¿Elegir a quién amar?

─Escucha, Zai. Entiendo que odies las cosas como ésta por lo que te sucedió, pero ésto es para lo que me han criado toda mi vida, y no tiene por qué...

─Silencio ─masculló ─. No es diferente a lo que me ocurrió, solo que eres mayor a lo que yo era. Te venderán para conseguir dinero para ellos a una persona muy mayor y adinerada que solo te querrá en casa para aislarte de las cosas que amas para darles bebés y que todo éste proceso se repita. Ni tan siquiera te dan la opción de tú elegir a quién elegir entre todos estos asquerosos, dejan que ellos elijan para que el más que ofrezca gane como una maldita subasta.

Lys suspiró rendida encogiéndose de hombros.

─No tengo otra opción.

─Di que no.

─Me matarán ─protestó ─. Estoy preparada para ésto, Zai. Voy a estar bien.

La teñida solo rechinó sus dientes con enojo. Terminó su copa, luego girando a su mejor amiga para encararla.

─¿Y Shinichiro?

Sus palabras la descolocaron ganando una mirada sorprendida de su parte. ─¿Qué con él?

─¿Te casarás con alguien más aunque lo ames? Lys, llevas desde los diez babeando por él. Cuando nos conocimos, aún babeabas por él, pero nunca le hablaste o te acercaste a él hasta aquel día. Llevas siete años de tu vida esperando y finalmente lo tienes... ¿Lo dejarás ir así de fácil por ésto?

Un nudo se formó en la garganta de Lys, que apretó sus labios negando con su cabeza.

─No quiero estar con él, y ésto es todo lo que hay para mí...

─No me mientas. Trata de mentirte a tí misma, pero a mí no me engañarás ─volvió a pellizcar su mejilla ganando otro quejido ─. Lo quieres contigo, quieres estar con él y quieres que la persona con la que te cases sea él. Deja de luchar contra tí misma por lo que pasó, Lysary Ikki.

─N-No me llames así.

─Lo que sea ─rodó sus ojos ─. Sé que lo que pasó te afectó, he notado como haz cambiado y como los haz estado evitando. Lo que estas haciendo te hace más mal que bien. Puede que lo que ocurriera ellos tuvieran parte de culpa pero, ¿los haz visto? ¿Haz visto cuánto les duele lo que pasó? ¿No ves que les estás rompiendo el corazón también? Te estas lastimando por algo que no te llevará a ningún lado. A fin de cuentas, ahora también tenemos nuestra propia pandilla.

La miró con detalle notando la tristeza en sus ojos y le regaló una sonrisa consoladora.

─Vamos a disfrutar de la comida, bailaremos solo entre nosotras, dejaremos plantados a todos estos babosos y luego nos iremos a buscar a tu príncipe llorón.

─Pero...

─Nada de peros, vamos a hacer ésta nuestra noche, ¿entendido?

Sin poder evitarlo, una sonrisa verdadera se mostró en el rostro de la pelimorada así tomando la mano de Zai, que también le sonrió.

─Lys... El corazón quiere lo que quiere, no luches contra él.

Y tal como lo dijo, hicieron de esa su noche. Cenaron una junto a la otra conversando y riendo como si el resto del mundo no existiera. Bailaron las canciones aburridas que pasaban, pronto Emma llegando hasta ellas para bailar de igual forma. Las tres dieron vueltas tomadas de las manos. Varios hombres se iban acercando, algunos bastante mayores. Los rechazaron a todos de la forma más discreta posible haciéndose las tontas e infantiles, y aunque eso no logró que dejaran de intentarlo, almenos logró mantenerlos a raya para evitarlos a toda costa

Al final de la noche, las personas comenzaban a irse poco a poco. La madre de Lys se encontraba furiosa con ambas, pero a ninguna le importó. Bebieron vino y comieron del pastel riendo entre ellas como niñas pequeñas. La fiesta aburrida se convirtió en uno de los mejores días de sus vidas.

─Recibiré un largo sermón, adelántate ─Lys le sonrió ─. Aprovecha que estan los chicos para que te lleven a casa, yo... hablaré con Shin.

─Así me gusta ─alzó su pulgar guiñando un ojo ─. No quiero sobrinos aún, ¿eh?

─¡Z-Zai!



 

umbrella➨ wakasa i.Where stories live. Discover now