XXII.

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TW: Violencia, mención de abuso.

Sus rodillas chocaron contra el suelo tras ser obligada. Su expresión era seria, en ningún momento mostró gesto de ira o miedo. No les daría el gusto a ninguno de ellos. No sabía lo que ocurría en su entorno, solo escuchaba una multitud y varios motores.

Las habían emboscado, tras mucha pelea logró que Lys corriera lejos para buscar ayuda. La habían subido a un auto amordazándola. Llegaron hasta un lugar que desconocía donde la lastimaron aún más, aún sentía todo el dolor recorrerla.

Podía aguantar ese dolor y la tortura porque, después de todo, le habían hecho peores cosas en el pasado. Su hombro estaba dislocado, sus muñecas cortadas por la cuerda que las ataba, le arrancaron dos uñas de su mano de igual forma además de los cortes y algunas quemaduras de cigarrillo en su piel.

De vuelta a los viejos tiempos.

Finalmente sacaron el saco que cubría su cabeza, su cabello desordenándose aún más. Le costó acostumbrarse a la iluminación, pronto logrando ubicarse. Una fábrica vacía, supuso, aunque lo más que le llamó la atención fueron las personas a varios metros de donde sus captores y ella se encontraban.

Por un momento sintió un vacío al ver la expresión de terror de sus cuatro amigos. Supuso que ésta era la guerra de pandillas que tomaría lugar ese día, y que la habían secuestrado por eso mismo. También descubrió la razón por la cual atacaban a Black Dragons y se la llevaron cuando la torturaban.

─Hermosa, ¿eh?

Una mano tomó su mandíbula con fuerza. Pasó su mirada a aquel hombre. Ese hombre fue el que lo inició todo. El que la llevó a aquel callejón, el que lastimó y apuñaló su mano aquel día.

─Debimos cortar un poco más tu rostro ─la soltó empujándola.

El miedo que Wakasa tenía era cada vez peor, sus ojos no se apartaban de la chica.

Zai miró a ese hombre, luego inclinándose ligeramente y escupiendo a sus zapatos.  ─Que te jodan, bastardo mal nacido.

Aún les sorprendía que no importa cuanto la lastimaran, no lograban quebrarla. Le hizo una seña a uno de sus hombres, que se acercó tomando el cabello negro de la chica y tirando de él, con su cuchillo rasgando su mejilla.

Wakasa se movió siendo detenido por Takeomi.

─Hagamos un intercambio, ¿les parece? ─el líder que todos llamaban Kuro les sonrió ─. Les daremos a la princesa si nos dan a Wakasa Imaushi.

─Intercambio denegado ─Takeomi dijo con firmeza ─. Tomar a civiles como rehenes es un movimiento sucio y bajo. Déjala ir.

─¿O qué?

La sonrisa del hombre cubrió su rostro parando sus ojos en Wakasa. ─¿Sabes? Disfruté tanto torturando a Zai, la venganza es dulce. Debiste verla atada en esa silla mientras la lastimábamos, Wakasa~

Solo podía ver rojo. El agarre de Omi se intensificó tratando de controlarlo, las cosas estaban tomando un camino oscuro.

—Kasan te matará y yo solo reiré cuando eso pase.

Claro, era Zai de la que estaban hablando, debieron esperar que dijera algo como eso desde un principio.

El rostro del hombre se deformó, pero antes de actuar la frente de la pelinegra se estrelló con una fuerza brutal contra su rostro haciéndolo caer al suelo. La chica rió retrocediendo en dirección a los Black Dragons mientras ellos observaban paralizados a su líder sangrar sin parar por su nariz en el suelo.

umbrella➨ wakasa i.Onde histórias criam vida. Descubra agora