XVI.

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Tras comer y conversar, terminaron todos en la habitación de Shinichiro. Ahí seguían Takeomi, Benkei, Baji, Mikey y Emma, también el pequeño hermano de Takeomi que llamaban Haru.

─¿Cómo les fue?

Zai se sentó en el sillón acompañando a los cuatro niños dándole la espalda a los cuatro hombres sentados en la mesa no muy lejos de la sala. Lys se sentó a un lado de Shinichiro.

─Mal.

─Fue bastante bien ─corrigió Shin ─. La química entre Zai y Waka es increíble, no entiendo como no han terminado juntos aún.

─No es tu problema.

Por el otro lado, Baji y Mikey tomaron asiento en el suelo para estar frente a la chica. Emma se sentó en el regazo de Zai, mientras que Sanzu se mantuvo callado sentado junto a ella.

─¿Tú y Waka son novios?

─No ─le respondió al rubio.

─¿Segura?

─Que sí, no molestes ─se quejó.

─Pero parecen pareja, y son muy cercanos ─insistió Emma ─. Se verían muy lindos juntos, Waka jamás ha tratado a ninguna chica como a tí, Zai-nee.

─No molesten ─repitió ─. Aunque seamos cercanos no quiere decir que seamos algo.

─Pues deberían.

Los cuatro en la mesa miraban a Wakasa con burla, que solo rodó sus ojos.

─¿Por qué me señalan tanto? Lys fue a la cita con su hermano, les recuerdo.

─¡Pero es imposible que le guste!

Shin miró con molestia a su hermano, ahora era quien era observado con burla.

─Pues, a ella sí le gusta ─Zai comentó para sorpresa de todos avergonzando a la nombrada, aunque ella no sabía que los otros la escuchaban ─. Solía tener un amor platónico por él desde que eramos niñas aunque nunca le habló.

─¡Eso es muy lindo! ─Emma chilló con emoción ─. Aunque es muy linda para él.

─Cierto ─los tres niños dijeron al unisón.

─Zai-nee, ¿por qué Waka te llama Mei?

Todos miraron atentos a la chica, incluso los presentes en la mesa. Wakasa se mantuvo indiferente escuchando la conversación.

─Oh, eso. Cuando era niña me llamaba Mei Azumi, fue el nombre que mis padres me dieron. Le dije a Kasan que me podía llamar así, por eso lo hace.

─¡Eso también es muy lindo!

─¿Y por qué ahora te llamas Zai Takami? ─Sanzu preguntó por lo bajo.

─Me cambiaron el nombre. Primero a Mei Takami, y finalmente a Zai Takami.

─¿Por qué Takami? ¿Y por qué Zai?

Suspiró al notar que las preguntas no pararían, por lo cual se relajó. Pensó si responder con sinceridad, al final llegando a la decisión que lo haría.

─Takami es el nombre de... mi esposo.

Los presentes se detuvieron con sorpresa. Todos en la mesa voltearon a Lys, que suspiró con tristeza borrando su sonrisa. Su mirada enfocó la mesa ante el recuerdo de todo lo que había pasado su mejor amiga cuando apenas era una niña.

─¿¡Estás casada!?

─Sí, bueno, no. Él murió hace muchos años, así que técnicamente estoy soltera.

─¡Pero eres demasiado joven! ¡Y dijiste que murió hace años!

La chica rió por todas las preguntas que los más bajos repetían. Pensó que era el mejor momento para simplemente soltarlo todo.

─Crecí en una familia donde no le importaba a ninguno. Mis padres solían hacerme mucho daño. Me golpeaban y gritaban siempre que se enojaban, me odiaban por el simple hecho de haber nacido.

─Eso es muy injusto ─Mikey comentó con tristeza.

─Lo sé ─admitió ─. Cuando cumplí los diez años un hombre llegó a la casa, era adinerado, demasiado, así que mis padres me hicieron casarme con él.

─¡Eso es horrible!

─Bueno, es algo que muchas familias suelen hacer. Venden sus hijas a otras personas mediante un contrato y ganan demasiado dinero acambio.

─¿Eso me pasará a mí, Zai-san?

El tono lleno de miedo de Emma la hizo abrazarla y apretarla contra ella. ─No. Jamás. Tus hermanos no lo permitirían.

─¡Así es! ─Mikey exclamó de acuerdo.

─¿Qué pasó después de que te casaras? ─volvió a preguntar el hermano de Takeomi con curiosidad.

─Me mudé con él.

─¿Y no trataste de escapar?

Silencio. Los ojos de Lys se cristalizaron mientras apretaba sus labios, acción que no fue desapercibida por los demás en la mesa que se mantenían cohibidos por la historia.

─Sí. Ese mismo día lo hice. Me lastimó hasta que no pude usar mis piernas para huir.

Silencio y horror.

─Ni siquiera fue lo peor que me hizo ─admitió ─. Me hizo tantas cosas horribles. Tenía que prácticamente arrastrarme para poder moverme, aunque él me ayudaba la mayor parte del tiempo.

Su brillo se apagó por completo recordando esos días que había enterrado tanto atrás.

─Le gustaba verme sufrir. Decía que esa era la forma en la cual demostraba su amor por mí. Cuando se enojaba tomaba el cuchillo y me lastimaba. Un día le grité que lo odiaba, que jamás lo amaría.

Sus dedos fueron hasta la gargantilla que siempre llevaba y la movió hacia abajo.

─Se paró tras de mi, levantó mi barbilla y con su cuchillo me abrió el cuello ─soltó la gargantilla para que regresara a su lugar ─. Mis padres lo sabían todo, se habían mudado al piso de arriba. Por más que les pidiera ayuda, jamás me escucharon. Cuando el tiempo pasó, realmente creí que todo lo que él hacía era porque me amaba. Creí que yo también lo amaba. Pensé genuinamente que así era el amor. Luego, una persona llegó a mi vida. Un chico mayor que yo corría patineta tras de nuestra casa. Se empezó a volver mi amigo, era callado y super cortante, pero nunca se iba. Era bueno aunque tratara de fingir que era un tipo duro. Él fue un respiro para mí, y ahí me dí cuenta lo que realmente era el amor, y me enamoré perdidamente de él.

─Si jamás te dejó sola, ¡es una gran persona! ─Baji comentó haciéndola reír por lo bajo.

─Sí, Kei ─afirmó ─. Era increíble. Me acompañaba siempre que podía, me trataba de salvar aunque nunca nada funcionaba. Llamó a la policía, me intentó ayudar a escapar y más, pero nada funcionó. Takami-sama descubrió lo que hacía, se molestó tanto. Trató de matarme, aunque Deiske trató de salvarme. Todo fue un caos. Él me dijo que lo escuchara, que hiciera lo que él me ordenara. Yo hice todo lo que me dijo, y antes de darme cuenta, Takami-sama lo había asesinado.

─P-Pero... ─Emma sollozó al escuchar sus última palabras.

─Así que hice lo que me dijo. Tomé el encendedor que él siempre usaba para fumar, lo prendí y lo lancé al pasillo. Toda la casa estalló, una fuerte explosión que mató consigo a mis padres y a el hombre que me había comprado. Observé la casa quemarse, solo me senté ahí llorando y desangrándome por las heridas que él me hizo. Terminé en un orfanato en el que cambié mi nombre, pero mantuve el apellido de él.

─¿Por qué lo mantuviste luego de todo el daño que te hizo.

─Para quedarme con todo eso que ellos añoraban pero jamás podrán tener. Su dinero, sus empresas, sus hogares, todo lo que le pertenecía ahora es mío mientras él se pudre en una tumba.

umbrella➨ wakasa i.Where stories live. Discover now