XV.

750 92 47
                                    

─La cita doble es con él, no con Shiro.

─¿¡Y por qué diablos me haces desperdiciar saliva!? ─se quejó con rabia.

Takeomi rió llamando la atención de todos, Lys le siguió, poco a poco el resto riendo de igual forma menos los dos jóvenes que compartían la clase de Salud.

─Vamos, senpai ─la pelimorada le extendió su mano a Schinichiro, quien aún siendo un manojo de nervios pero riendo la tomó ─. ¡Vamos, ustedes dos!

Ninguno de los dos se movió.

─¡Si no vienes le contaré a Wakasa-senpai de aquél día en Shibuya!

La pelinegra respingó, apresurándose en tomar la muñeca del chico, despedirse de los ahí presentes y obligarlo a ir junto a ella. Se mantuvieron caminando a varios metros de los otros dos, que conversaban animadamente. La noche estaba acercándose, aún los tonos del atardecer en todo el cielo.

Wakasa observó a la chica, que parecía frustrada mientras guiaba el camino. Aún no soltaba su muñeca, tampoco decía nada. Parecía sumida en sus pensamientos más profundos.

─¿Un niño? ─repitió captando la atención de ella ─. Tuvieron un momento a solas... ¿y corrió?

Escucharlo de Wakasa sonó incluso más vergonzoso. Se sonrojó a más no poder aligerando el paso.

─Sí, un niño ─aseguró ─. Los niños esperan relaciones eternas con flores y cartas de amor. Cuando les hablas de besos hacen una mueca de asco o corren lejos. Un niño.

─Así que, ¿trataste de besarlo y huyó?

Cada vez se avergonzaba más. ─Sí nos besamos pero ni siquiera me dejó tocar su hombro, cuando lo hice se levantó diciendo que no podía más y se fue, eso fue hace un año y aún trata de volver a salir conmigo.

Una sonrisa ladeada se formó en los labios del chico, mirándola de reojo tratar de ocultar su sonrojo con su cabello mirando a lados contrarios al de él.

─No te imaginaba tan exigente.

─No soy exigente ─se quejó.

─Entonces, ¿también me ves como un niño?

La vergüenza la estaba comiendo poco a poco. Apretó sus labios pensando en mil y un maneras de como escapar de la situación sin encontrar una sola.

─No, no te veo como un niño ─admitió muy a su pesar ─. Eres totalmente diferente a Shiro. Tienes claros tus intereses, pero no los sobrepones a los demás. Sabes cuando hablar, y cuando lo haces es con propiedad. Tu madurez se nota a gran distancia, eres un hombre, no niño cobarde como él.

Hombre. ¿Eso era lo que ella quería, entonces? Un hombre. Y él era uno, claro estaba. Sonrió con cierta arrogancia mirando el cielo despejado. Su respuesta lo había satisfecho por alguna razón.

─¡Oigan! Llegamos ─Lys les avisó metros frente a ellos.

Era un lindo lugar de ramen con un jardín tradicional a las afueras. Lys pidió una mesa para cuatro mientras los otros dos llegaban hasta ellos. Llamaron la atención de algunas personas presentes, habían olvidado que llevaban consigo el uniforme de Black Dragons.

Wakasa tomó ese pequeño momento para observar a Zai. Conversaba con Lys con una sonrisa en sus labios. Su cabello negro ondulado bajaba por sus hombros hasta más abajo de sus pechos, en uno de sus costados estaba sostenido con una pieza plateada dejando ver de forma abierta ese lado de su rostro. Su vestido negro era corto y algo ajustado a su cuerpo, pero le quedaba tan perfecto. Sus medias llegaban hasta la mitad de su muslo, observó como el final de ésta apretaba la piel de sus muslos. Sus botas tenían un ligero tacón, aún así era más baja que los tres ahí presentes.

Se veía tan hermosa.

─Linda, ¿eh?

Giró a Shin, que lo miraba con diversión. Rodó sus ojos mostrándole su dedo del medio haciéndolo reír. Una de las meseras llegó hasta el grupo, así guiándolos hasta su mesa. Las chicas se sentaron una junto a la otra, a los otros dos no les quedó de otra que sentarse frente a su cita.

Zai y Shin parecían nerviosos, mientras que Lys y Wakasa ni se inmutaban. Una por su gran hiperactividad, y el otro por su constante desinterés.

─Se ven muy atractivos con sus uniformes, ¿sabían~?

─Sí ─respondió el peliblanco sin más.

─Engreído ─le acusó Zai. Tomaron sus pedidos segundos después.

─Etto... ¿qué se hace en una cita doble? ¿o en una cita?

─No tengo ni la menor idea ─admitió Lys ─. Nunca he tenido una cita.

─¿Nunca?

─Siempre rechaza a todos. No, no los rechaza, ni tan siquiera se da cuenta que se están confesando hasta que le digo ─comentó Takami ─. Nunca he tenido una cita doble, así que no tengo ideas.

─¿Y tú, senpai? ¿Has tenido alguna cita?

─¿Qué te importa?

─¡Waka! ─le regañó Shin ─. Sí, ha tenido citas. Muchas chicas se le confiesan por semana, ¡es abrumante de ver!

─¡Sí! Wakasa-senpai es algo popular en nuestra escuela, aunque nunca lo he visto siquiera hablar con alguna chica que no sea Zai, o yo.

─Son aburridas, como ustedes.

─¡Oye! ─se quejó la pelinegra ─. Si fuéramos aburridas, no nos dirigirías la palabra.

─Eso no significa que sean menos aburridas.

Una vena se marcó en la frente de la chica haciendo reír a los otros dos presentes. Imaiushi sonrió levemente observándola.

─Shin, ¿qué planeas hacer tras graduación?

─Abriré un taller de motocicletas ─respondió ─. Hago eso la mayor parte del tiempo, así que me dedicaré a ello.

─¿Y tú? ─preguntó esta vez Zai.

─No es...

─Termina esa oración y te golpearé ─le señaló con enojo ganando una baja risa por parte del acusado.

─Un gimnasio, llevo tiempo trabajando en ello, y creo que podré abrirlo antes de la graduación.

─¿Un gimnasio? ─ambas chicas preguntaron con curiosidad.

─Crean o no, Waka es el mejor en artes marciales y boxeo, es escalofriante ─Shin comentó a la vez que sus bebidas llegaban a la mesa. La soda de fresa fue robada por la pelinegra ganando una mala mirada, hasta notar que había otra, por lo cual la tomó en un silencioso entusiasmo.

─Zai le patearía el trasero ─Lys expresó con orgullo.

─Ni cerca ─comentó el nombrado ganando un queja de la persona frente a él.

─He visto a Zai pelear con doce tipos del doble de su tamaño y salir ganando. Mal herida, pero ganando.

─¿Por qué pelearías con doce tipos, tonta? ─le recriminó inconscientemente el peliblanco.

─Oh, ese fue el día que nos conocimos ─Lys sonrió ─. Ellos trataron de golpearme, por eso lo hizo.

umbrella➨ wakasa i.Where stories live. Discover now