20. Un comienzo a tu lado

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31 de Diciembre, año nuevo y el final de una etapa para dar comienzo a otra. Ésta fiesta se daría a cabo nuevamente en casa del matrimonio Mendoza Pinzón.

Calderón llevaba una camisa blanca con mangas hasta los codos, pantalón gris y unos de sus tantos zapatos negros. Sandra llevaba un enterizo negro y tacones transparentes.

Sí, la imagen mental está cool.

Los dos iban juntos en el carro de Mario, ya eran las 9:47 de la noche y los citaron a las 10.. Más que puntuales.

Sonaba jazz en la radio, movían sus cabezas al ritmo de la música. Lo disfrutaban y les encantaba compartir gustos.

Mario estacionó el carro y bajó de éste para bajar a Sandra. Ellos se dirigieron a la puerta de la casa y dieron tres toques. La abrió Betty y los recibió con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Cuándo se adentraron, se encontraron con todos sus compañeros de la Empresa y los saludaron.

Durante las horas antes del año nuevo.. Ordenaban lo que faltaba, ayudaban con la comida, bailaban un poco y conversaban.

— Sandra, mija.. La noto cómo rara.. Agitada. — Aura María dice mientras toca la cara de Sandra.

— No tengo nada, estaba ayudando a Betty. Ustedes me vieron. — Dijo la pelinegra.

— ¿No será que se escapó con el Doctor Mario a hacer cositas?

Si supiera que hace un año no tiene relaciones con nadie, y la última fue con Mario pero todos sabemos cómo terminó.

Todas observaron a Aura María e Inesita la golpeó en el brazo.

— ¡Aura María! ¿Qué cosas dice? — Inesita dice con enojo.

— Nada, Inesita, sólo que se ve rara y fue lo único que se me ocurrió. — Soltó una pequeña risa.

— Primero, no tengo relaciones con nadie hace mucho. Segundo, el Doctor y yo no somos nada. Tercero, ya les dije porque estoy así. Basta. — Sandra se fue dejando a sus amigas con la palabra en la boca.

Se encaminó hasta Mario. Él estaba hablando con Armando, pero, cuando sintió la presencia de ella.. Le dijo a su mejor amigo que luego hablaban y él se retiró dejándolos solos.

— Tomate, te fuiste un ratito y te extrañé. — Esbozó una sonrisa.

— Yo también. Estaba con el cuartel, pero, dijeron unas cosas raras y me fui. — Encogió sus hombros.

— Uh, ¿Qué cosas? — Preguntó.

No, no, no, ¿Sandra le diría que sus amigas estaban insinuando que habían tenido relaciones?

No y mil veces no.

— Nada.. Tú las conoces.

Mario asintió y dejaron el tema conversando de otras cosas.

Las 12 estaba cerca, faltaban tan sólo cinco minutos. Todos estaban reunidos esperando el gran momento.

El castaño ésta vez estaba muy nervioso.

Todos hacían el conteo al unísono, gritaban emocionados.

— ¡Tres!

“Un nuevo comienzo”

— ¡Dos!

“Y lo único que quiero es estar contigo”

— ¡Uno!

“Te quiero..”

— ¡Feliz año nuevo!

Los que estaban presentes se abrazaron y se desearon lo mejor, estar unidos en éste momento era realmente especial.

Sé que fue un error • MandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora