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(Doloroso anhelo)


"Por cada día que pasaba, una rosa florecía en su jardín.

Para el medio día sus pétalos blancos florecían por completo, revelando la belleza y madurez de dicha flor.

Al caer el ocaso, justo cuando el cielo azul era teñido por rojos y anaranjados, en ese momento, en ese preciso momento, la flor se pintaba por igual con el rojo carmín de la sangre fresca.

Al anochecer, con la luna ocupando su lugar en el lienzo nocturno, los pétalos de un blanco puro habían sido manchados por sangre, entonces, la rosa quedaba congelada en el tiempo, sin posibilidades de marchitarse o perder sus pétalos con el pasar de los días, de los meses, de los años..."

The princess and the demon witchWhere stories live. Discover now