Capítulo 13

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"Del fracaso se aprende, pero, si no lo intentas nunca podrás fracasar o triunfar."

Miko

Las aguas que rodeaban el centro de cacería eran tan trasparentes, que, incluso de noche se podía apreciar el fondo con bastante claridad.

Durante todo el viaje, Miko intentó resistir la tentación de jugar con aquellas aguas calmas y traslucidas, más al final terminó perdiendo, sus palmas se sumergieron, el agua era fresca, y luego de un rato hizo que sus dedos se arrugaran. Al ver su piel de esta forma, Miko retiró la mano de inmediato.

En lo que quedó de viaje no volvió a dejar que alguna parte expuesta de su piel entrara en contacto con el agua.

Al arribar en las orillas de la isla su mirada buscó algún rastro de Lan-Sui, pero lo único que llegó a divisar fue un sendero de escarcha que conducía al corazón de la isla, y comenzaba a desvanecerse poco a poco.

Rilu al verla tan perdida en sus pensamientos tiró de ella con suavidad, guiándola por el sendero contrario al que Miko deseaba ir.

Se sentaron junto a las riveras de un río cercano, Miko casi liberó un suspiro de alivio al ver que el lugar era tranquilo, pero no pudo disfrutarlo lo suficiente cuando varios participantes llegaron irrumpiendo su paz.

—¿Qué hacen? —Rilu dejó de picotear la comida que había traído consigo. Su atención se desplazó del pan a medio comer que sostenía entre las manos al grupo de humanos, los cuales se desplazaban entre los árboles, colocando trampas aquí y allá, siempre cuidando de dejar una tinaja de vino en medio a modo de señuelo.

—Trampas. —Miko también los vio unos minutos, cuando entendió para que servían aquellas redes hechas con finos hilos dorados, sus labios formaron una "o".

—¿Qué? —Rilu presionó impaciente al notar que su compañera había notado algo más. —¿Qué descubriste? ¿Para qué son esas trampas?

—Para atrapar demonios. —Las trampas atrapa inmortales tenían una notable diferencia con las trampas habituales para las cacerías comunes, eran mucho más elaboradas y finas, además de delgadas. Los hilos que las conformaban se volvían más fuertes y de una mejor calidad dependiendo del precio, en el mercado tenían un alto valor que sobrepasaba las diez semillas doradas. Miko apenas podía imaginar la enorme cantidad de dinero que gastó el grupo para adquirir un número tan grande. —Aunque no sé a qué demonio es al que desean atrapar.

—¿No es obvio? —Una voz a sus espaldas hizo girar a ambas chicas. El demonio que había hablado no se molestaba por esconder el tono irritado de sus palabras. —Quieren atrapar a Lan-Sui.

El corazón de Miko tuvo un sobresalto. Al escuchar aquello, la joven prestó más atención a lo que el demonio decía.

—Los mortales siempre son unos idiotas. —Se puso de pie a la par que su única cola se movía de un lado a otro. —Siempre tan arrogantes, tan estúpidos, tan codiciosos.

Hablando entre dientes y maldiciendo para sus adentros se alejó sin hacer mayor ruido. Cuando caminaba las botas blancas hacían crujir la hierba como si fuera hielo, más no había rastro en él del aura fría que rodeaba en todo momento a Lan-Sui.

Sin duda, aquel dicho de que Lan-Sui era tan fría que, incluso el invierno la perseguía no era del todo mentira. A parte de ella, Miko no había conocido a nadie más que arrastrara nieve y escarcha por donde fuera.

Con la repentina retirada del inmortal Miko y Rilu se miraron, después de encogerse de hombros, cada una volvió a centrarse en lo suyo.


***


La llegada de la luna a su punto más alto tardó mucho más tiempo del que a Miko le hubiera gustado. Los segundos se le hicieron eternos, los minutos parecían días enteros, y las horas años.

Para cuando el momento llegó, toda su mitad inferior se había entumido hasta el punto de que levantarse le resultó una tarea difícil y dolorosa.

En las alturas, sentados en la circunferencia de nubes que rodeaban la isla entera, los demás miembros que fueron al lugar, no con el fin de participar, sino como meros espectadores qué, al alba, descenderían para recibir o despedir a los miembros de sus respectivos clanes, observaban el panorama a sus pies.

Un cuerno resonó desde las alturas, el sonido era profundo y dulce, como si fuera un llamado gentil de una madre a su pequeño. Casi al mismo tiempo, una a una, varias cascadas de diferentes colores de luz se activaron, descendiendo en línea recta desde el conjunto de nubes.

Blanco.

Los dragones alzaron la cabeza, mostrando sus astas de colores pastel a la luna llena.

Azul.

Aquellos inmortales, pertenecientes a la raza de los zorros, agitaron sus abanicos de colas, haciendo tintinear los cascabeles que colgaban, adornándolas.

Morado.

Sonaron aullidos provenientes de todas partes, los lobos recurrieron a su forma animal para adorar al astro que se elevaba sobre sus cuerpos.

Amarillo.

Los brujos abandonaron su forma humana para tomar la de su animar guía, sus cuerpos permanecieron así por breves instantes antes de retornar a la normalidad.

Verde.

Magia y energía fluyó a través del cuerpo de las brujas, sus tatuajes irradiaron luz, igual que luciérnagas en medio de la noche, y un halo de brillo se coló en sus ojos.

Rojo.

Armas de humanos chocaron entre sí, reflejando el alma de sus portadores, siendo bañadas en luz celestial. Sus talismanes se encendieron como antorchas, para luego apagarse con la misma ferocidad.

Bajando en un cause uniforme, las cascadas de luz desaparecían mucho antes de tocar el suelo, dejando ondas de niebla al consumirse.

En medio del círculo de nubes una rosa explotó radiante, la luz que manaba era de un rojo intenso combinado con verde por las espinas. Un aullido feroz retumbó, proveniente de la nada. Y, en el momento en el que la flor extendió todos sus pétalos, abriéndose por completo, el movimiento comenzó en la isla.

Miko se aferró a los cuchillos atados en su cintura, Rilu sacó sus shurikens de plata, adquiriendo una pose de defensa y ataque. Las dos intercambiaron miradas antes de asentir y separarse de un salto.

La cacería de luna llena.

La única posible salvación y oportunidad de Miko.

Acababa de comenzar.

The princess and the demon witchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora