Capítulo 07 (Presente)

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"Si el miedo es la mayor condena, entonces habrá que quitarse los grilletes"

Miko

La caía fue irregular, aunque más que una caída era como si se estuvieran resbalando por un tobogán helado de hielo duro y afilado.

Miko aferraba con fuerza el cuerpo de Lan-Yun, evitando que las puntas irregulares del hielo le cortaran la perfecta y suave piel, por desgracia para ella, su rostro y manos ya lucían pequeñas líneas rojas, de las cuales comenzaba a manar sangre.

—Tía emperatriz está herida. —murmuró Lan-Yun al ver la sangre descender por la garganta de su tía, manchando la ropa que llevaba puesta.

El abrazo de Miko solo se hizo más fuerte al escuchar aquello, protegiéndolo del frío y los cortes exteriores.

—Estoy bien, esto no es nada.

—Tía estará molesta al ver que la emperatriz se ha lastimado.

Ante la mención de una posible Lan-Sui enojada Miko tembló.

—Pues tu tía va a tener que controlar su mal genio, porque unos cuantos raspones no son nada, no debería de enojarse por tan poco.

Lan-Yun se acomodó mejor.

—Para tía nada es poco si se trata de la emperatriz, sin embargo, discutamos esto luego, estamos a punto de llegar a donde sea que nos esté llevando este túnel.

No se equivocaba, tan solo un minuto después de que dijo aquella frase, los dos cayeron sobre un enorme colchón de nieve y... Huesos.

Una alarma interna se activó en Miko, se levantó de inmediato al ver que cosas eran aquellos residuos blancos que se mezclaban con la nieve, ayudó a Lan-Yun a ponerse de pie, lo tomó de la mano y observó a su alrededor

Descendieron mucho, Miko estaba segura de que ya no se encontraban dentro del parámetro de protección de la capital.

Los rodeaban paredes de roca liza y hielo, altas, tanto que no podían ver más que el cielo azul sobre sus cabezas, habían caído en una especie de cañón, solo que no existía una salida más allá del agujero por el que cayeron y un sendero oscuro que se adentraba al lado sur del territorio nevado, alejándose más y más de la ciudad blanca.

—Wolfdogs. —Lan-Yun se pegó más al cuerpo de Miko, la serpiente de su daga volvió a abrir los ojos y el tamaño aumentó. —Son enemigos naturales de los demonios, bestias mitad lobos, mitad perros, se alimentan de cualquier animal o ser vivo que caiga en sus madrigueras, en especial disfrutan de comer demonios zorros en etapa de crecimiento. Mi tía los ha cazado por años, se supone que no deben de estar en esta zona, algo no anda bien con esto.

Se cayó al sentir una corriente maloliente y fría. Miko se estremeció, solo cuando aquel aire repentino se apagó volvió a tener algo de valor para preguntar.

—De casualidad no caímos en su madriguera, ¿verdad?

—Lo hicimos, aunque no entiendo cómo pudieron cavar un túnel hasta la ciudad Blanca, la barrera.

—Alguien lo hizo desde adentro. —Miko retrocedió otro paso al sentir como, lo que fuera que estaba dormido en el sendero sur, acaba de despertar al oler la fragancia exquisita de los dos extraños. —Si la barrera se activa desde afuera, entonces la única respuesta al túnel es que lo hicieron desde el interior.

—Tengo que avisar a mi tía. Los Wolfdogs nunca viven solos, se mueven en manadas de seis a once miembros, yo apenas puedo hacer frente a uno bebé, si nos enfrentamos a toda la manada acabaremos...

The princess and the demon witchWhere stories live. Discover now