Capítulo 11: La historia comienza, cambiando al estatus de novios!

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Narra Fabian:

-Aghh Erick... -suspire recordando aquel beso bajo la lluvia que nos dimos hace dos semanas. Lastimosamente Erick estaba de viaje con los Papás, así que no nos habíamos visto desde ese día. Me hacía bastante falta, sus besos, sus abrazos, sus caricias, todo Erick.

Habíamos hablado un par de veces por el celular pero no es lo mismo que tenerlo cerca. -Idiota -refute para mis adentros pensando en el chico de los ojos grises, quien no me había llamado por más de 3 días.

Me volví acostar boca abajo pero de pronto mi celular comenzó a sonar:

*Llamada Telefónica*

-Hola Fabian, que tal estas? -era Fer, después del beso seguimos hablando, pero ahora mi actitud hacia él era más fría, más cortante, la verdad es que ya no sabía si seguía siendo su amigo.

-Hola, bien. -dije frío y cortante.

-Que frío. -ja, se dio cuenta.

-Aja. -no tenía ganas de hablarle.

-Puedo ir a tu casa, tengo que decirte algo importante.

-Ahora, la verdad no tengo ganas.

-Por favor, es rápido.

-De acuerdo, puedes venir. -después de eso colgó.

*Fin de la llama telefónica*

Después de eso, Fer llego como a los 15 minutos. Toco la puerta y tuve que ir a bajarle abrir porque estaba solo en casa. Le hice pasar, y le dije que subamos a mi habitación porque hacía calor y estaba el aire acondicionado encendido.

-Ya dime qué pasa? -le pregunte sentándome en los filos de mi cama.

-Pues veras. -comenzó a ponerse nervioso, lo note porque se estaba frotando las manos. -es sobre, el be..Beso. -la verdad, me lo esperaba.

-Ah, la verdad es que eso ya no tiene importancia, pero no lo vuelvas hacer sin mi consentimiento, aunque dudo que eso paso porque estoy saliendo con Erick. -esboce una sonrisa al recordar cuando el idiota de los ojos grises me lo pidió.

Narra Juan Fernando:

Qué? Aguarda, está saliendo con el idiota de Erick Miller? Acaso Fabian es un loco de remate o ese pelmazo le ah lavado el cerebro?

-Como puedes estar saliendo con Erick? El no te conviene, solo te hará sufrir, el no es bueno para ti.. -y que tu si? -me corto de pronto. -Como puedes saber lo que es bueno para mi? No me conoces del todo, además quiero a Erick, se ah ganado un puesto importante en mi corazón y quiero estar con él, tal vez no sea lo mejor para mi, pero es él a quien quiero para mi felicidad, y sé que seré feliz con él a mi lado.

Aún no me creía lo que acababa de oír, como es posible que Fabian este enamorado de ese idiota, sentía como mi corazón se despedazaba poco a poco, pero no se la iba a dejar fácil a Erick, no me rendiré, voy a luchar por Fabian y no voy a perder!

-De acuerdo, pero no creas que este es el final, voy a luchar por ti, y voy a conquistarte, aunque sea lo último que haga. -le guiñe un ojo salí de su habitación. Salí de su casa pero mi vista se torno enojada al ver quien salía de un deportivo rojo, cargaba puesto unas gafas de sol oscuras y una chaqueta de cuero negra, era el idiota ese, Erick.

-Que haces tú aquí? -su mirada estaba llena de ira, pero no me intimido, solo me limite a reír, seguí caminando y me quede parado junto a él. -Tranquilo, solo vine hablar con Fab de algo, pero que te quede claro -lo mire a los ojos -no te la dejare fácil. Me fui de largo y me di la vuelta para verlo una vez más, seguía ahí parado viendo como me iba.

Narra Fabian:

Escuche como abrían de nuevo la puerta, de seguro era Fer que se ha olvidado de decirme algo. Tocaron la puerta de mi habitación, y me levante de mala gana abrirla.

-Que se te olvida Juan Fern... -abrí los ojos como platos al ver quien estaba parado en la puerta, era Erick, había vuelto y el muy idiota no me había dicho nada. Me abalance sobre él y lo comencé a besar, se sentía tan bien estar de nuevo entre sus brazos, sentir sus labios, sus brazos, todo de el. -Idiota, cuando has vuelto, te extrañe demasiado. -lo volví a besar y este entro a la habitación, nos tiramos en la cama y nos separamos para tomar aire. -Esta mañana, quería darte una sorpresa. -se acomodo en el filo de la cama y me tomo entre sus brazos y me sentó encima de sus piernas. -A donde quieres ir esta tarde, iremos a donde tú quieras, asómate a la ventana. -hice lo que me pidió, me asome por la ventana y pude ver un lindo deportivo rojo estacionado afuera de mi casa. -Oh por Dios, es tuyo? -lo mire sorprendido y este asintió. -Mis padres me lo dieron como regalo de cumpleaños. -Pero tu cumpleaños es la semana que viene. -lo mire confundido. -Si pero ellos no estarán aquí para ese día, tienen que volver a viajar, y me lo han dado como regalo anticipado. -lo mire triste pero le devolví una sonrisa, me volví acercar hacia él y lo abrace fuertemente. -no estarás solo, me tienes a mi, y estaremos juntos siempre. -alce mi cabeza y me levanto un poco del suelo para unir nuestros labios y fundirnos en un beso lleno de amor, sentimientos, dulzura. -Y bueno, a donde quieres ir mi pequeño? -corto el beso y me cogió de la cintura. -A las estrellas. -lo volví a besar y este corto el beso con una sonrisa picara y una mirada divertida. -Eso se puede arreglar. -me tome entre sus brazos y nos abalanzamos de nuevo hacia la cama. Se posiciono encima de mí y me comenzó a besarme apasionadamente, deslizo sus manos por debajo de mi camisa, comenzó a juguetear con uno de mis pezones y eso causo que ahogue un gemido en su boca. -Aghhh... -este se rió y yo me puse rojo de la vergüenza. Le quite la camisa de un tirón y este hizo lo mismo con la mía. Abrí mi boca un poco para indicarle que podía meter su lengua en la mía, estas se comenzaron a entrelazar como su estuvieran en una danza sin fin. Luego revirtió los papeles y ahora yo estaba encima de el, deslizo sus manos por toda mis espalda hasta llegar mi trasero, me recosté, y comencé a besarle el cuello, luego me deslice hasta llegar a uno de sus pezones, comencé a lamerlo y luego a pellizcarlo con delicadeza. -Agggghhhhhh..... -los gemidos de Erick, eran como música para mis oídos, deslice mis manos hasta su pantalón y lo fui desabrochando poco a poco, baje el cierre y le quite sus pantalones aventándolo hacia una parte de la habitación. Mis manos comenzaron a jugar con su miembro que estaba todo duro, este quito sus manos de mis posaderas y me quito el pantalón que cargaba de un tirón, se volvió a posicionar sobre y mi y comenzó a rozar nuestros cuerpos con fuerza mientras me besaba el cuello, el rose de nuestros cuerpos se mi desnudos me hacía sentir como mi pene que estaba duro como roca palpitaba, sentir como nuestros miembros chocacaban era un deleite para mis sensaciones, puse mis manos en su espalda y comencé a gemir como bestia en celo. -Estas lis-listo? -dijo con la voz entrecortada y con gemido bastante sonoro le dije que sí. Siguió embistiéndome aún con los bóxers puesto que ya estaban estorbando. Yo seguía gimiendo y Erick comenzó a mordisquear el lóbulo de mi oreja, estaba ya al tope, quería tenerlo dentro de mi ya! -Aghhh, sigue, Erick, aghhh, entra de una buena vez! -estaba disfrutándolo, y eso que aun no me penetraba, estaba listo, porfín iba a ser uno solo con la persona que más quería. Volvió a posar sus manos en mi parte baja de la espalda y comenzó a masajear mis posaderas, estaba al límite, Dios, Erick era estupendo. -Es hora -abrí mis ojos y nuestras miradas se conectaron, nos volvimos a besar y sentía como este me quitaba el bóxer lentamente. -Entra de una buena vez! -grite, iba hacerlo con Erick, de una vez por todas!

-Usad Protección! -la risa de mi hermana se hizo presente después de aquel comentario. Me separe de Erick todo rojo de la vergüenza y este solo comenzó a reírse como loco. Al vernos como estábamos, empalmados hasta el tope, me tape con una sabana, tome mi ropa y me encerré en el baño. Me senté en el piso en posición fetal y me quede pensando con la imagen de Erick encima de mí. -estúpido Erick, me las vas a pagar Jennifer! -dije para mis adentros y me metí a la ducha.

Otra vez de inoportuna la hermana de el pequeño Fabian no? Jajajaja, estos dos son un caso. Gracias por seguir la historia y sigan votando y comentando. Los quierooo!

-J.

Será nuestro pequeño secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora