5. Mi monstruo y yo nos entendemos bailando

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Me da pena que se acabe la clase de literatura, estábamos hablando sobre las obras que se escribieron antes del juicio de las brujas de Salem. Las teorías que hacían los habitantes de Salem sobre las brujas y como matarlas. 

Después tocó filosofía, debatimos sobre los antiguos conflictos entre distintas especies de monstruos. Y la última hora con Tes fue historia de lo sobrenatural. Si ya antes no entendía historia ahora la odio a muerte, no hay por dónde pillar al profesor. 

Ahora estamos acabando de comer en la cafetería los cuatro, dejamos las bandejas en el carrito para que se las lleven y nos dirigimos hacia la salida. Yo voy hablando con West delante de Iris y Tessa. 

Es muy gracioso y simpático, y me transmite mucha confianza. Antes de salir por la puerta, esta se abre y un grupo entra sin dejarnos pasar. Tienen cara de pocos amigos y visten todos de negro. Los ignoro y sigo hablando con West, pero alguien choca su hombro con el mío con mucha fuerza. 

-Eh! Ten más... -me callo al ver el perfil de Jayden, su aura es tan fría que creo que la temperatura de toda la cafetería ha bajado varios grados. 

Él es quién ha chocado conmigo. No dice nada, ni pide disculpas o tan siquiera me manda a la mierda. 

-Hey, vamos? Llegaremos tarde a clase de arte. -sonríe West. 

-Vamos. 

Tardamos menos de siete minutos en llegar al aula de arte, es grande y está llena de cuadros  y esculturas. Hay caballetes de madera rodeando una mesa de madera vacía. 

West y yo nos sentamos uno al lado del otro. Varios lienzos vuelan a nuestro alrededor hasta colocarse en los caballetes. -Bienvenidos a todos! Me alegra ver caras nuevas, yo seré vuestro profesor durante este curso, podéis llamarme Frey. -un señor alto, de espalda ancha y brazos fuertes, pelo negro largo recogido en un moño bajo y piel morena se presenta. -Para la primera clase no os pediré algo complicado, quiero que os dibujéis, que dibujéis lo que sois, lo que sentís. No quiero un autorretrato literal, quiero algo que os describa como personas. Tendréis toda la semana para poder acabarlo, fuera del horario escolar dejaré las puertas abiertas para que podáis venir y seguir pintando si os sentís inspirados. Podéis empezar. 

Cogemos los materiales que necesitamos y comenzamos a pintar, algunos hace un boceto previo, otros lo escriben en una libreta, yo me limito a coger los colores que me gustan y comenzar a esparramarlos por el lienzo en blanco. Tengo una idea muy clara de lo que quiero hacer y como quiero que se vea. 

Estoy tan concentrada que no me doy cuenta de cuando el profesor se acerca para ver lo que hago. -Interesante, cómo te llamas? 

-Malía. -sonrío y sigo moviendo el pincel. 

-Ya tengo ganas de ver el resultado final. -me pone la mano en la cabeza como diciendo "Buen trabajo, sigue así. "

...

-Oye, no me dijiste por qué Jayden te hizo eso. -recuerda Tessa leyendo un libro tumbada en su cama. 

-Bueno, me perdí y acabé entrando en su habitación, pero no sabía que era su habitación. -acabo de meter unas cosas en mi mochila y la cierro. 

-Que yo sepa nadie ha entrado nunca en su cuarto, qué viste?  

-Una librería enorme y una ventana, nada más. 

-Pensaba que un chico tan misterioso como él tendría algo más interesante. Y más si se puso así. 

-Tampoco me fijé mucho, cuando se encendieron las velas él estaba ocupado ahorcándome. 

-Cómo?! 

-Nada, yo me voy a pintar, nos vemos luego? 

-En la cafetería, a las siete en punto. 

-Perfecto. 

Esto de aprenderme el camino de memoria me ayuda. Voy caminando con los auriculares puestos y tarareando por lo bajo la canción que estoy escuchando. 

Llego a clase de arte y está completamente vacía. Aparto el taburete que hay frente a mi caballete, la pinturas ya están sobre mi mesa auxiliar, le subo el volumen a los auriculares y sigo con mi pintura. 

Canto un poco más alto porque sé que estoy sola aquí y nadie me va a escuchar hacer el ridículo. 

Empieza a sonar Go Down Deh, de Spice, Shaggy y Sean Paul. Esta es de las pocas canciones que me hacen sacar los pasos prohibidos, como a mí me gusta llamarlo. 

Mis ojos están sobre el lienzo, que poco a poco va cogiendo forma. 

Mientras pinto me sumerjo en mis pensamientos, y llego a una cuestión que me hace replantearme muchas cosas. 

Por qué me siento yo misma cuando estoy completamente sola? 

Esto me pasa desde siempre, pero hasta ahora no me había fijado. Será parte de mi monstruo interior?  

Debería comentárselo a la directora, mañana tengo clase con ella, una sobre nuestros poderes, para familiarizarnos con ellos y aprender a controlarlos. 

Un escalofrío me recorre la espalda, una señal para que deje de cantar y bailar porque se acerca alguien. 

O quizás algo...

Me relajo al ver a West entrar en la clase. -Vaya, qué coincidencia. -ríe. 

-Lo mismo digo. -sonrío y sigo pintando. 

Nos pasamos la tarde pintando y hablando. Una tarde agradable. 

A cada broma que hace West me río como una tonta. 

Miro la hora en el móvil intentando no manchar la funda de pintura. -Mierda... Vamos a llegar tarde al comedor. 

-Tú límpiate las manos y yo recojo esto, venga. -me limpio las manos y la cara y recojo nuestras cosas mientras West limpia los pinceles y coloca las pinturas en su sitio. -Trabajo en equipo! -decimos a la vez chocando nuestras caderas. 

-Venga enana, vamos a por algo de comer. -me sacude el pelo y pasa su brazo por mis hombros. 

-Perdona? Enana? Mi metro cincuenta y ocho y yo somo felices y vamos a conquistar el mundo. 

-Sí sí, lo que tú digas pitufina.

-Lo que tú digas, papá pitufo. 

-Eh! Que solo tengo un año más que tú, un respeto por favor. -se pone la mano en el pecho haciéndose el ofendido. 

-Lo que usted diga abuelo. -me río al verle poner los ojos en blanco. 

The Monster I KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora