12. Quiero sentir mis colores, no los del resto

162 19 1
                                    

La cabeza me da vueltas. 

Alguien me está acariciando la cabeza. 

-Buenos días dormilona. -la voz de Tessa me hace abrir los ojos. Miro a mi alrededor intentando averiguar dónde estoy. Empiezo a entrar en pánico. -Shh, tranquila, tranquila... -me tumba en la cama de nuevo. 

-Dónde estoy? 

-En la enfermería. Has dormido aquí. 

-Por qué? No recuerdo nada... -tengo una laguna en la mente, quiero saber qué hice para acabar aquí. 

-Usaste un exceso de energía con tus poderes. -coge una taza de té de la mesa. -Necesitas relajarte. 

-Pero por qué usé mis poderes? -me estoy agobiando sola. -Solo sé que estaba muy enfadada y... -no quiero ni imaginar lo que hice. -Hay alguien herido? 

-No. 

-Segura? 

-Sí. 

-Con quién estaba? Recuerdo agarrar a alguien pero no sé a quién. 

-Jayden estaba contigo, pero fue West quién te trajo aquí. 

-Jayden está bien? 

-Lo preguntas como si ya hubieras hecho esto antes. 

-Porque sí que lo hice Tessa! Ya he hecho esto antes y las cosas no acabaron bien! -grito. 

Me tapo los ojos con las manos intentando centrarme en mí, este estrés no es mío, estoy sintiendo lo que Tessa siente. 

Necesito calmarme... 

-Qué pasó la última vez? -pregunta acariciando mi espalda, tiene miedo de dar un mal paso y que mi ánimo empeore. 

-Dejé a mi antigua mejor amiga ciega... Y en estado catatónico en el hospital. 

-Bueno, mira el lado positivo. 

-Y cuál es?

-Has llegado al RoseMary, nos hemos hecho mejores amigas, puedes ver el futuro. -sonríe para animarme. 

-Tienes razón... Dónde están Iris y West? 

-En clase, Jayden también, por si te lo preguntabas. -mueve las cejas mientras sonríe maliciosamente. 

-No sé de qué me hablas. 

-Seguro que te haces a la idea. -ríe. 

-Y tú no tendrías que estar en clase?

-La directora me ha dado permiso para cuidarte. -me vuelve a ofrecer el té, el olor a rosas me calma. Sabe delicioso. 

Pasamos la mañana hablando hasta que que West e Iris vienen a verme. 

-Hombre, si la enana está despierta. -ríe West tirándose sobre mí en la camilla al igual que Iris. 

-Me vais a aplastar. 

-Uy, perdón. -los dos se levantan. 

-Te alegrará saber que eres la favorita del profe de arte. 

-De verdad? 

-Sí, dice que le gusta mucho tu pintura. 

-Aún no está acabada. 

-Ese hombre es así. Te puedes creer que dijo que no le gustaba mi unicornio?! 

-Haber, un poco cutre sí que es tu unicornio. 

-Otra más que no sabe apreciar mi arte. -se tira sobre la butaca como un auténtico dramático. 

-He traído unas cartas, queréis jugar? 

...

Lega la noche y estoy preparándome para poder volver a mi habitación. Abro la mochila con la ropa que me trajo Tes, pero lo primero que me encuentro es la sudadera de Jayden. 

No lo he visto en todo el día, tampoco me ha enviado mensajes. 

Iré a dejarle la sudadera y a disculparme por lo sucedido. 

Salgo decidida, y sigo así todo el camino hasta que estoy delante de las escaleras que dan a su torre. Empiezo a subir las escaleras intentando que la vergüenza no me eche para atrás. Al estar frente a su puerta me empieza a temblar el pulso. 

No oigo nada, así que toco la puerta, con suerte no está y puedo dejársela aquí y enviarle un mensaje. 

Pasa un rato y nadie abre la puerta, mi intención es volver a tocar pero seguramente sea inútil. Hay dos opciones, o no está o sí que está, pero me ignora. 

Con la segunda idea en mente me decido por volver a la habitación. Empiezo a bajar las escaleras hasta que me encuentro a Jayden subiéndolas. Nos miramos el uno al otro en silencio. 

-Qué haces aquí?

-Devolverte esto. -le doy la sudadera. -Y pedirte perdón por lo que pasó ayer, no sabía como manejar mis emociones y bueno... Pasó lo que pasó... Pero si te sirve de algo no recuerdo lo que hice. 

-No recuerdas nada? 

-No, solo despertarme y tener un día horrible. Y que tú estabas enfadado por algo que hice, pero no recuerdo lo que hice para que te enfadaras tanto... -aparto la mirada avergonzada de mí misma. 

Jayden pone su mano en mi mejilla acariciando mi cara. -No estoy enfadado contigo. Es con otra persona. 

-Mientes, también es conmigo. -ahora me siento aún peor. -Tengo que irme. 

-No te vas a ir a ningún lado. -me detiene con facilidad. 

-Qué quieres? 

-Hablar. Vamos. -tira de mi mano hasta su habitación, obligándome a entrar. Me quita la mochila y la deja por ahí, me lleva hasta su cama y me siento a los pies de esta, con la espalda pegada a la pared. 

Jayden hace lo mismo pero en el cabecero, con las piernas estiradas, una a cada lado de mi cintura. -Y bien? -pregunto. 

-No sé, tú me dirás. -ladea la cabeza. 

-Es que no sé qué quieres que te diga. -me encojo de hombros. 

-Dime cómo descubrió la directora de tu existencia. 

-Bueno, eso no es bonito de recordar, pero si tanta ilusión te hace... Mandé a mi antigua mejor amiga al hospital, ahora está ciega y catatónica. 

-Y eso? 

-Bueno, pasó algo parecido a lo de ayer. -me encojo de hombros. -Solo que lo recuerdo todo, y con demasiado detalle. -un escalofrío me recorre la espalda. -Recuerdo estar en el pasillo del instituto y verla caer al suelo, le sangraban los ojos. Todos me miraban asustados por lo que había hecho. Pensaban que era un monstruo.

-Y a caso no lo eres? 

-Los monstruos hacemos daño a las personas. 

-Las personas le hacen daño a todo el mundo. -le miro a los ojos. -El otro día, porqué no te alejaste cuando te mordí? El día de la yincana. 

-Porque me sentía bien, contigo cerca me siento bien. Excepto cuando intentas matarme. Me siento bien porque me siento yo misma, y eso no me pasa con nadie más, solo cuando estoy sola. 

-No lo entiendo. 

-Cuando estoy cerca de las personas siento lo que ellos sienten, puedo percibir sus auras, saber si son de fiar o no, sé cuando mienten porque su aura cambia. 

-Cómo ves la mía ahora? -le miro a los ojos sonriendo. 

-De muchos colores, colores bonitos.  

************************************

Perdón por no subir ayer! Se me olvidó por completo!


The Monster I KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora