13. Entre beso y mordisco aparecen los compañeros

184 15 0
                                    

Después de hablar durante un buen rato miro el móvil, mensajes de Tessa. 

Quiere saber dónde estoy. 

-Es Tessa. -le digo que estoy bien, que solo estoy en clase de arte pintando un poco. -No quiero irme... 

Me doy cuenta de que lo he dicho en alto y me sonrojo, él se ríe y me sonrojo más. 

-Pues no te vayas, quédate conmigo esta noche. 

-Suena tentador. -bromeo. 

-Lo digo en serio Malía, no quiero que te vayas. -no está mintiendo. -Ven aquí. -gateo por la cama hasta estar entre sus brazos. -Te vas a quedar? 

-Me vas a dar un pijama? 

-Te daré lo que me pidas. 

-De momento un pijama me basta. 

-Lo que diga la princesa. -besa mi cuello y se levanta. Abre el armario y saca una camiseta negra y un pantalón de chándal. -Toma, has comido algo? 

-No. 

-Vuelvo en seguida, tú cámbiate. 

-Vale. -desaparece tan rápido que no me da tiempo a pestañear. Me cambio rápido y le envío un mensaje a Tessa para que no se preocupe por mí. 

Ya me contarás ;)

Increíble que una de primero ligue más que yo

No seas tonta

No somos nada -////-

Buenas noches enana

Buenas noches jardinera

La puerta se abre y el olor a queso inunda la habitación y me hace la boca agua. -Qué has traído? 

-Macarrones con queso. 

-De dónde lo has sacado? 

-Tengo mis métodos. 

Mientras cenamos hablamos de cualquier tontería. -Sabes, te pareces a Jaxon Vega. 

-Quién es ese? 

-Un personaje literario. 

-Libro? 

-Anhelo, de Tracy Wolf.

-No me suena. 

Le ayudo a recoger todo y nos tumbamos en su cama. Nos miramos en silencio, admirando la belleza del otro. Esconde un mechón de mi pelo tras mi oreja y deja la mano en mi cuello. 

-Por qué eres tan...

-Tan...? 

-Tan perfecta. -sonrío al escucharle decir eso. -Y cuando sonríes más aún. 

-No me gusta sonreír. -admito. -Porque no sonrío por mí, sonrío porque los demás sonríen. 

-Pero ahora sonríes porque eres tú misma. 

-Y porque estás conmigo. 

Se acerca a mí y besa mi frente. Mi nariz. Mis mejillas. Y se detiene antes de llegar a mis labios. 

Pero ahora soy yo quien toma la iniciativa y le doy un beso, corto, rápido pero cargado de sentimientos. Le doy la espalda para esconder mi sonrojo. Él pasa su brazo por mi cintura pegándome a él. 

Cierro los ojos para intentar dormir mientras Jayden acaricia mi nuca con su nariz una y otra vez. -Me haces cosquillas. -susurro. 

-Preferiría morderte, pero necesitas descansar. -pongo los ojos en blanco. 

-Una cosa, el otro día cuando entré aquí por equivocación, por qué te enfadaste tanto? Y no me mientas porque no servirá de nada. 

-No lo sé, se supone que nuestro primer encuentro debería haber ido bien, pero estaba demasiado cabreado como para pensar en algo coherente. Necesitaba estar solo y aclarar mis pensamientos. Pero en cuanto cerré la puerta me arrepentí enseguida. 

-Y por qué no fuiste a por mí para disculparte? 

-Ya te habías ido. Por eso fui a buscarte la otra noche, quería disculparme, pero me pudo la emoción del momento. 

-Por qué me siento así contigo? No lo entiendo. 

-Eres mi compañera. Es por eso. 

-No entiendo. -me doy la vuelta para mirarlo a la cara. -Qué es eso? 

-Un lazo que une a dos seres destinados. Y que no puede romperse, a no ser que las dos partes no estén de acuerdo con la unión. 

-Cómo el hilo rojo? Un hilo que se estira y que une a dos personas estén dónde estén, sirve para unir a almas gemelas. 

-Algo parecido. -sonríe. 

-Entonces... -me tapo la boca para bostezar. -Yo soy tu alma gemela? 

-Sí. 

-Es raro, pero me gusta. 

-A mí me gustas tú. Y sé que yo te gusto a ti. -me limito a abrazarlo para poder dormir tranquila. 

...

Salgo del baño y Jayden aún está dormido. Me subo sobre él y lo muevo un poco para intentar despertarlo. -Jaydeeen. -susurro moviendo su brazo, entreabre los ojos y sonríe al verme. 

Me pega a su pecho con una mano y la otra va directa a mi trasero. No puedo evitar sonrojarme. 

-Venga, vamos a llegar tarde al desayuno. -aprieto sus mejillas con una mano haciendo que ponga morritos. Miro cada detalle de su cara mientras le acaricio. Reparto besos por sus mejillas, su frente y nariz y le doy varios picos en los labios. 

-No tengo hambre de comida. -gruñe con voz ronca y grave porque se acaba de despertar. 

-Y de qué tiene hambre entonces? 

-De ti. -me envuelve con sus brazos y me tira a la cama junto a él. 

-No digas tonterías venga. -me siento en la cama y le obligo a sentarse. Ahora me doy cuenta de que no lleva camiseta, y el condenado está esculpido por los dioses. 

-No es tontería... Me dejas? -pregunta viendo mi cuello. 

-Bueno vale, pero luego me prometes que vamos al comedor, quedé allí con Tessa. 

-Está bien. -me siento sobre su regazo, colocando las piernas a cada lado de su cintura. 

Rodeo su cuello con mis brazos y dejo que me muerda. Después de unos minutos se separa, me mira y sonríe. 

-Sabes a macarrones con queso. -bromea antes de darme un beso. 

... 

-Aquí tienes tus papeles. -pongo sobre la mesa de la directora dos montañas de folios. 

-Bien. -empieza a revisar los que sí entiendo. -Solo son lenguas romances. 

-Ya lo sé. 

-Supongo que tu nota en Latín será buena. 

-Supone bien. -esta señora no me transmite confianza. Empieza a hablarme de algo pero no la escucho, quiero irme. 



The Monster I KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora