18. Primer Post-It azul

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La enfermera apunta con una luz a mis ojos y escucha los latidos de mi corazón. 

-Principios de corazón roto. -habla. -No es bueno pero tampoco es horrible. -su sentencia es como un jarrón de agua fría sobre mi cabeza. 

-Malía... Mi niña. -Maddie me rodea con sus brazos acercando mi cabeza a su pecho. -No te preocupe, nosotras te ayudaremos, y los chicos también. No le necesitas. 

-Es importante que no sufra muchos disgustos y que descanse mucho.

Mi cara de ignorancia y seriedad no cambia en ningún momento. -La enfermedad del corazón roto es muy peligrosa, sobre todo en las parejas jóvenes. Normalmente suele ser mortal, pero ella tuvo suerte.

-Podéis dejar de hablar sobre mí y empezar a hablar conmigo? -pregunto, es inevitable que mi voz se rompa y mis ojos se cristalicen.

-Eso, tiene razón. -Maddie y Tessa me apoyan, lo que por algún motivo me entristece más. Y lo peor es que no sé porqué.

-Chicos, vosotros habéis hablado con él? -pregunta la directora, ignorándome por completo.

-Ha dicho que no nos conoce, no sabe quiénes somos, y tampoco recuerda a Malía. -eso me hace derramar la primera lágrima, una que limpio rápido, nadie se da cuenta. -En el comedor hemos intentado acercarnos, pero nos ha ignorado, incluso cuando le dijimos que Malía le necesitaba. 

Si va a ignorarme yo lo ignoraré el triple. Si vamos a ser hijos de puta vamos a hacerlo bien.

-Y ahora qué? -pregunto haciendo que todos me miren. -Ya está? No se puede hacer nada? Y qué me va a pasar a mí? Mi corazón se va a romper lentamente a cada día que pase hasta que me acabe matando? -ahora dejo las lágrimas resbalar por mis mejillas, todos están tensos y asustados. -No sé lo que soy, resulta que mi... Compañero, me ha dejado tirada, no controlo mis poderes y mi corazón está roto en un sentido literal. Qué coño hago? 

-Cambiar, como lo hice yo. Tú también puedes Malía. No lo necesitas, ninguno aquí necesitamos a ese payaso, que se quede con la petarda roba compañeros, se acabará dando cuenta. -habla Maddie seriamente. 

-Sí, esa es una buena opción, siempre y cuando pongas tu salud por delante. -habla la enfermera. 

Maddie se agacha delante de mí y limpia mis lágrimas con sus largas y afiladas uñas mientras me mira a los ojos. -No lo necesitas para ser feliz. -sus ojos brillan de un color naranja intenso, una mezcla entre rojo y ámbar. Y eso es lo que me ayuda a darme cuenta. 

-Me apunto a ese plan. -dice Iris poniendo su mano en mi hombro. 

-Hay sitio para una más? -Tessa sonríe acercándose. 

-Uno para todos y todos para uno. -bromean Chase y Bryson. Eso me saca una ligera sonrisa. 

A partir de ahí pasaron días, semanas...

Un mes, dos...

Solo faltaba un mes para las vacaciones de invierno, y hoy teníamos una especie de torneo para practicar con nuestros poderes contra el resto de participantes, porque al parecer solo entran en el torneo los que obtengan las mejores calificaciones y hayan progresado con sus dones.

Tessa, Maddie, Iris y yo vamos en el mismo equipo. Hay otros cinco equipos a los que debemos derrotar, pero no tengo miedo, tampoco dudas. Sé que será fácil. 

En este tiempo he averiguado que estas chicas son lo mejor que me ha pasado. Iris me ayuda con mi concentración y la meditación que la enfermera me recomendó. 

Tessa me da los mejores consejos para todo, y sé que puedo contarle todo. 

Maddie me ha enseñado lo que debo saber sobre moda y a tener seguridad en todo lo que hago, incluso si tengo miedo. 

Sin embargo yo he cambiado demasiado, me sigue gustando lo mismo, pero ahora no me asusto con facilidad, tengo la confianza suficiente como para parar un tren, impresiono a todos esté donde esté. He mejorado mi nivel académico y he avanzado de forma brutal con el dominio de mis poderes. 

Aún no sé lo que soy, pero sé lo que puedo hacer. Controlar el humo, crear espejismos, ver el pasado y el futuro de todos y el mío, todo eso entre otras cosas. 

Ahora sé como aislar los sentimientos de los demás para poder ser yo misma con el resto de la gente. Me siento bien con todos, me río de verdad, soy feliz con los demás. 

Te esperamos en el comedor ;)

Leo el mensaje de Iris y le respondo con un "Ok" mientras dejo unos libros en la magnífica biblioteca del internado. 

Al acabar salgo leyendo los mensajes de Chase y Bryson, no paran de enviarme stickers graciosos. 

Al doblar el pasillo escucho a alguien rogando para que le dejen en paz. Mi curiosidad y mi lado bueno me obligan a ver que está pasando. Y al verlo ahí de pie golpeando a uno de los de primero mi cara cambia por completo. 

Tenso mi mandíbula y me acerco a él por detrás, agarro su puño antes de que vuelva a golpear al pobre chico. -No te han dicho que no debes meterte con alguien menor que tú? 

Gira su cabeza y por fin vuelvo a ver el perfil de Jayden después de tanto tiempo sin dirigirnos una sola mirada. Su ojo rojo brilla de rabia e ira. 

La misma mirada que el día que entré a su cuarto por error. Siento un pequeño pinchazo en mi corazón. 

La enfermedad ha mejorado, pero no se irá nunca, lo sé. La enfermera me ha dicho que no tiene cura. Me mantengo firme en mi sitio mientras le hago una seña al chico para que se vaya. 

-Qué pasa Jayden? Te molesta que haya interrumpido tu peleíta? -uso un tono burlón que le sorprende, pero más le sorprende que me sepa su nombre. Uno de sus ataques de ira. 


The Monster I KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora