JIANG KE (+18)

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Jiang Ke se despertó a las once de la mañana y no pudo llegar a la clase de hoy por sexta vez este mes, quedándose dormido por el sexo de alta densidad cada noche y perdiendo la hora de clase cuando volvía a abrir los ojos. Pero tiene suficientes créditos para tomar y sólo necesita hacer el examen final para obtener su diploma.

Para entonces... Jiang Ke no pudo contener las comisuras de su boca, pensó que para entonces podría estar con el hombre sin ninguna restricción.

Ah, sí, el hombre se llama Lin Mu, pero todos sus amigos le llaman Hermano Lin, pero a él le encantaba la forma en que Jiang Ke le susurraba Hermano Mu mientras apretaba su agujero durante el orgasmo. Dijo que era un apodo único.

Había una nota sobre la mesa. Jiang Ke la recogió y le echó un vistazo, su rostro enrojeció al instante mientras la arrojaba rápidamente, murmurando sinvergüenza en voz baja, y se dirigió a la planta baja sin detenerse.

La nota, que había sido dejada en la basura, decía: [Cariño, pórtate bien y quédate en casa, no corras por ahí. O cuando vuelva me correré....]

Jiang Ke no iba a ser obediente. En un par de días será el cumpleaños de Lin Mu y quería trabajar a tiempo parcial para ganar dinero y prepararle un regalo.

El otro día vio en la escuela un trabajo a tiempo parcial que buscaba un vendedor. Era un poco tonto pero atractivo, así que le dijeron que fuera a la entrevista hoy y si era apto, sería suyo.

Cuando Jiang Ke fue al lugar, sospechó que en realidad era un bar, hesitó en entrar. Durante el día, el bar estaba muy desierto y no había música, había unos cuantos camareros limpiando y unos cuantos músicos ajustando sus instrumentos. Jiang Ke dudó, pero pensando en el regalo del hombre, apretó los dientes y preguntó dónde era la entrevista. Parecía que iba a morir, lo que hizo reír al gerente.

"Dices entrevista ah, no, solo déjame ver si puedes aceptar este ambiente, somos un negocio legal. Temo que ustedes los estudiantes no se sentirán a gusto. Si puedes aceptarlo, ven a trabajar esta noche...."

El gerente siguió hablando y parloteando, pero Jiang Ke no sabía si entendía o no, asintiendo con la cabeza como un pollo que recoge arroz. Al ver a un niño tan bien educado, el gerente se sintió un poco preocupado, y temiendo que el lugar pudiera mancillarle, le dio una buena charla, diciéndole que estaría absolutamente a salvo.

Era la primera vez que Jiang Ke intentaba trabajar a tiempo parcial en un bar, y sería mentira si dijera que no asustado.

Cuando el bar abrió de verdad, la música era ensordecedora y la gente hablaba entre sí gritando, y de vez en cuando una persona pasaba por su espalda y Jiang Ke se sobresaltaba y se sentía como si le arrinconaran de repente. La noche transcurrió sin que se vendiera mucho alcohol, sorprendiéndole mucho. Pero cuando recibió la paga ese día, se sintió feliz y estaba decidido a volver mañana.

Cuando llegó a casa, el hombre aún no había llegado, y olía horriblemente a alcohol. Nada más entrar tiró la ropa en la lavadora y se metió en el baño, tras sumergirse en la bañera sus nervios se relajaron poco a poco después de un día tenso. Jiang Ke se quedó dormido con la idea de vender más alcohol mañana.

El hombre llegó a casa y no vio al niño en la sala de estar, ni tampoco arriba en el dormitorio principal. Marcó el número del niño, un zumbido llegó a sus oídos, el móvil estaba casa y no había sonido en el cuarto de baño. Al empujar la puerta, un sudor frío estalló en el hombre, el niño estaba en remojo en la bañera y su rostro estaba pálido, parecía sin vida.

Sin molestarse en secar el agua, cogió al niño y lo colocó en la cama, comprobando varias veces que estaba bien y que sólo se había quedado dormido. Cuando exhaló un suspiro de alivio, levantó las palmas de las manos y le dio una nalgada al niño.