JIANG KE (+18)

26

Antes de que la respiración de Jiang Ke se calmara, Lin Mu ya había comenzado la segunda ronda.

La posición de las bolas en el orificio trasero era perfecta, la próstata fue presionada ininterrumpidamente, y el erecto pene de Jiang Ke expulsaba fluido claro de la punta mientras se balanceaba hacia arriba y hacia abajo dejando rastros ambiguos a lo largo del vientre de Lin Mu.

"Detrás.... ah!.... demasiado!..." La cabeza de Jiang Ke negaba mientras caían lágrimas incontrolablemente por las esquinas de sus ojos, y si no fuera por el mordisco de su agujero, Lin Mu casi realmente pensó que estaba intimidándolo.

"Mordiendo tan fuerte, ¿es así como quieres que te folle?" Lin Mu apretó los dientes para controlarse y no correrse por la estrechez, su polla claramente enterrada en el agujero, pero todavía duro y dolorido.

Las piernas de Jiang Ke estaban abiertas de par en par, su cuerpo flácido colgaba del cuerpo de Lin Mu, como una hoja flotante que se balanceaba hacia arriba y hacia abajo por las penetraciones, espalda cubierta por una capa de sudor. La cremosa fragancia única de Jiang Ke llenó los alrededores de Lin Mu, y había marcas llamativas dejadas por Lin Mu alrededor de sus piernas y cintura.

Jiang Ke fue finalmente conquistado por Lin Mu. Desde el cuerpo hasta el corazón, de adentro hacia afuera, pero todavía mirando a Lin Mu con amor en su mirada. No dijo te amo, pero todo el tiempo le ha estado diciendo a Lin Mu cuánto le ama.

El segundo orgasmo llegó rápido, las pantorrillas y el estómago de Jiang Ke temblaron, y oleadas de calor golpearon su glande. Su pene eyaculó, y con ella orina amarilla con un ligero olor a pescado.

Jiang Ke utilizó su última pizca de fuerza para rodear el cuello de Lin Mu con sus brazos mientras eyaculaba, ofreciéndose a Lin Mu como un sacrificio. Labios juntos, lenguas acariciándose, y respiraciones entrelazadas. Ambos cuerpos fundidos al otro.

Lin Mu relajó sus nervios durante el beso, y su semen caliente y espeso salió disparado hasta el interior de Jiang Ke, tan caliente que tuvo espasmos. Con la boca y la lengua ocupadas, incapaz de hablar, de su garganta emanó un largo suspiro, y su mirada hizo que Lin Mu lo amara más.

"Esposo, no quiero las bolas, te quiero a ti". Jiang Ke sacó las bolas por sí mismo. La carne del interior de su orificio intentó retenerlas, un cosquilleo viajó por su coxis hasta su cuero cabelludo y luego por todo su cuerpo, y para cuando todo logró sacer todas las bolas, Jiang Ke estaba completamente flácido encima de Lin Mu.

La polla de Lin Mu, incluso después de haber eyaculado una vez, seguía semiduro dentro de Jiang Ke, obstruyendo todo el semen en el interior, y mientras presenciaba las acciones de Jiang Ke, su polla volvió a estar dura, incluso más que antes.

El orificio trasero fue estirado por las bolas, y antes de que pudiera cerrarse, Lin Mu lo estiró aún más con los dedos. Luego colocó a Jiang Ke en la cama, tomó unas esposas y tobilleras que estaban colocadas a su lado, y las usó en Jiang Ke una por una.

Jiang Ke permitió obedientemente de manera confiada que Lin Mu le esposara las manos y los pies, tumbándose en medio de la cama,y que Lin Mu hiciera lo que quisiera. La tobillera negra hizo su piel aún más blanca, su cuerpo tras el embarazado había adquirido un aspecto maduro. Los gordos labios de su agujero estaban cubiertos por los fluidos lascivos de anoche y el semen que Lin Mu acababa de eyacular, manchando también sus muslos.

Extrañamente, la vista lasciva hizo que a Lin Mu le gustara más, sintió que su amante era aún más perfecto. Él era su dios, y estaba a punto de profanar a su dios nuevamente.

Lin Mu se inclinó y sacó su lengua, y sin dudarlo, lo insertó en el orificio trasero, separando las dos nalgas para dejar al descubierto la delicada flor, que intentaba cerrarse cuando su lengua entró, sin saber si es que lo rechazaba o lo quería mantener dentro.

"Mmm...." Jiang Ke estaba amordazado, y junto gemidos, saliva fluía a lo largo de la mordaza. Su delgada cintura se balanceaba de lado a lado, pero con sus brazos y piernas atadas, apenas podía moverse unos centímetros.

"Pequeña zorra, ¿te gusta?" La polla de Lin Mu estaba dolorosamente dura, pero no tenía prisa por entrar. En este momento, quería jugar con su dios.

Un suave utensilio lleno de plumas fue enviado a la pequeña flor, los fluidos intestinales humedecieron las plumas, un picor y vacío invadieron a Jiang Ke. No quería esta ternura, quería la áspera e intensa follada de Lin Mu. Pero Lin Mu no tenía prisa por realizar sus deseos, le puso un collar a Jiang Ke y tiró de la cadena con sus propias manos, su dios finalmente estaba en su control.

La pluma fue finalmente retirada y fue reemplazada por una gruesa, dura y caliente vara de carne. Tan pronto como el glande fue introducida en el orificio, el cuerpo de Jiang Ke comenzó a temblar ligeramente, no de miedo, sino de excitación por saber que por fin iba a llegar, la gracia que solo le pertenece a él, la adoración de su seguidor hacia él.

La carne se abrió paso a través del orificio trasero y empujó lenta pero firmemente hacia el interior. El interior que envolvía la polla, succionó el glande, dando lugar a la satisfacción por donde quiera que pasara.

"Si no puedes hablar o gritar, siente cómo te follo y te hago sentir bien".

La polla finalmente entró del todo, y Jiang Ke atado a la cama en una posición que no era conveniente para los movimientos de Lin Mu, se tuvo que desatar sus pies y ponerle de rodillas antes de empujar más profundamente de una embestida, sin dejar espacio alguno entre los dos cuerpos.

A diferencia de las primeras penetraciones superficiales, Lin Mu comenzó a penetras más profundamente, balanceando su cintura cada vez más y más rápido. Oleadas de placer se acumularon en el interior de Jiang Ke, que solo podía soportar los movimientos de Lin Mu obedientemente.

Cada vez que Lin Mu molía los puntos sensibles de Jiang Ke, gritos estremecedores salían de su boca. La carne de sus nalgas enrojeciendo, el orificio cada vez soltando más fluidos intestinales, penetraciones más fluidas, y la carne de su interior empezando a contraerse, un anticipo del inminente orgasmo de Jiang Ke.

Fue en este momento cuando Lin Mu tiró del collar con más fuerza, la respiración de Jiang Ke se bloqueó, su cara enrojeció, su boca no podía recuperar el aliento, su cerebro estaba congestionado, incluso sus ojos estaban rojizos, y lo que era aún más aterrador era que Lin Mu no detuvo sus movimientos.

Por un momento, Jiang Ke sintió que iba a morir, y que su orificio trasero iba a romperse y placer recorría su cuerpo. Lin Mu finalmente detuvo la frenética follada, junto con el collar que ataba a Jiang Ke, que se corrió mientras tomaba aire.

El orgasmo fue diferente a cualquier otro, dejando a ambos con una sensación diferente. Lin Mu soltó las ataduras de Jiang Ke y satisfecho, le envolvió en sus brazos, besándole suavemente.

"Nunca he estado más satisfecho o más feliz que en este momento. Nunca hubo alguien que pudiera volverle así de loco, encontré la única luz de mi vida, y nunca la dejaré escapar".