Teach me to love [español]

21. Bajo las estrellas

Taylor.

- Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: La noche esta estrellada, y tiritan, azules, los astros a lo lejos. – Estábamos echados sobre una manta en la arena, observando la inmensidad del cielo y las estrellas.

Así empezó nuestra noche, una donde no había nadie más que nosotros. Donde no existían miedos e inseguridades, y mucho menos preocupación por el que pasara mañana.

- No sabía que leías a Pablo Neruda.

- En realidad no lo he leído, mi madre sí.

- Y te lo aprendiste.

- Es una manera de recordarla.

- ¿La extrañas siempre?

- Claro, a pesar de que pasen los años nunca he podido olvidar su sonrisa, o la manera en la que me veía, con adoración.

- Quisiera que no hubieras pasado por su perdida.

Cameron suspiro.

- He creído durante mucho tiempo que todo es cuestión de perspectiva.

- ¿Cómo es eso?

- Tenemos dos perspectivas Tay. – Cameron estiro su mano izquierda. – Aquí, tenemos la mala, en esta es en la que vivimos mayormente, cuando nos suceden cosas negativas siempre decimos que ''porque a nosotros'', buscamos mil maneras de justificar lo que nos pasa, tratando de encontrar culpables. – estiro su mano derecha. – Aquí, tenemos la buena, en esta es en la que tú decides si quieres vivir, cuando aceptamos sin tantas vueltas lo que nos sucede, donde afrontamos problemas y salimos adelante. Desde la partida de mi madre decidí vivir en esta, no busque culpables por su muerte, asumí que era algo que en algún momento debía pasar, y que eso solo tendría que hacerme sacar lo mejor de mí. Por ella.

Estire mi mano y tome la de él, las entrelace, y él no me soltó.

- Estoy segura que está orgullosa de ti.

- Yo también lo creo.

- Quiero seguir escuchando a Neruda.

Cam volteo el rostro para verme, me sonrió y continuo.

- El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

- Yo la quise, y a veces ella también me quiso. – termine por él. – De pequeña tenía un profesor que me hacía repetir el poema, también me lo sé.

- Me sorprendes.

- Tengo lo mío Cam.

- Cuéntame sobre ti.

- ¿Sobre mí?

- Sí, quiero saber qué es lo que tienes.

Así que quería saber lo que tenía, pues bueno.