Teach me to love [español]

29. Sanar

Taylor.

Me desperté temprano y salí a correr al parque que estaba a la vuelta de mi casa. No demore mucho en volver.

Al llegar el desayuno me esperaba servido en la mesa, junto con mi familia.

- Todo se ve delicioso, pero no pienso sentarme sudada a la mesa, tomo una ducha y bajo. – comunico a mi mamá, que se encuentra colocando la mesa.

Subo a mi habitación, saco la ropa que utilizare y mando un mensaje a Diego.

Taylor:

Un pajarito me conto que estas por el pueblo, no me dijiste nada.

Diego:

Que pájaro más chismoso, vine de visita a ver a mamá.

Taylor:

Vale, igual y te caigo por ahí más tarde. Tenemos que ponernos al día.

Diego:

Jodeme, ¿estás aquí?

Taylor:

No, estoy en Alicia en el país de las Maravillas.

Diego:

Pesada, ja ja ja, me he reído con tu chiste. Vente en la tarde.

Ps: el ja ja ja, no era de verdad.

Sonrió, extrañaba a mi mejor amigo.

-:-

Después del desayuno, acompañe a mamá a comprar algunas cosas que faltaban en casa, además de vegetales y frutas para el almuerzo.

- ¿Aun te gusta la tarta de chocolate?

- Mamá, me he ido un mes y medio, no un año, y mis gustos no han cambiado, claro que me gusta.

- Entonces, me ayudaras a prepararlo.

- Me gustaría más comerlo, la verdad.

- ¿Si? Pues, o me ayudas a cocinarlo o te encargas de lavar los utensilios.

- Como que ahora me gusta la idea de cocinar.

- Es lo que pensé. – ríe.

-:-

Después de almorzar, nos pusimos manos a la obra con el postre. Dicho sea de paso, teníamos que hacerlo rápido, porque había quedado con Diego.

- Bate los huevos lento y hacia una sola dirección. – me indico mamá. – Ahora que estamos solas, tengo una pregunta que hacerte.

- Dime.

- ¿Por qué llorabas a noche?

Juro que, si no fuera porque la batidora era manual, yo habría tirado toda la mezcla.