Epilogo

6.6K 303 61
                                    

Un mes después

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Un mes después...

Taylor.

Tenía los ojos vendados, y estaba a la expectativa de a qué lugar me estaba llevando Cameron.

Después de leer aquella carta, fue inevitable no liberar algunas lágrimas, lo llame y respondió, quedamos en conversar en una cafetería. Lo hicimos, y admitió más de una vez que me amaba, que había conversado con Miranda, y aunque no quedaron como amigos, trato de llevar las cosas con calma.

Lo perdone, pero no se la deje tan fácil, le dije que me había tomado mi tiempo para analizar las cosas, que me valoraba y sabía lo que valía, y necesitaba que el comprendiera que lo que hizo me hizo sentir mal, aunque tal vez no haya sido su intención. Necesitaba que el supiera que me tenía que valorar, y ser asusto para no perderme.

Así que se estaba encargando de eso, durante todo el mes, empezó a sorprender, llevándome rosas cuando salía de algún seminario, comprándome algún postre en la cafetería, dándome detalles como pequeñas notas que mayormente decían ''hoy te ves más hermosa que ayer'', voy a admitir que me robo uno que otro beso más de una vez, era imposible resistirse ante su encanto.

Ahora estábamos en su auto. Me recogió de la residencia y vendo mis ojos porque dijo que tendríamos una cita sorpresa.

- ¿Ya vamos a llegar? – pregunte.

- No seas desesperada, Tay.

- No soy desesperada, es solo que estoy nerviosa.

- No tienes por qué estarlo, y para que sepas, ya estamos muy pero que muy cerca.

Sentí como el auto se detenía un minuto, y después continuaba, para finalmente estacionarse.

- Te ayudare a bajar del auto, ten cuidado.

Oí como la puerta de su carro se cerraba y la mía se abría, tomo mis manos con delicadez y me ayudo a salir del auto, para después tomarme de la cintura y empezar a guiarme.

- Vamos subir unos pequeños escalones y caminar un poco, así que camina con cuidado.

- Sería más fácil si no tuviera los ojos vendados.

- Sería más fácil, si fueras un poquito más romántica, cariño.

Gracias al cielo él se encontraba detrás de mí, porque estoy segura que sería capaz de ver como mis mejillas se teñía de rojo ante aquel apodo.

Seguimos caminando un poco más y me tomo de las caderas para detenerme. – Te quitare la venda, espero que te guste. – dejo un beso en mi mejilla y empezó a soltar el lazo que había detrás de mi cabeza para quitarme la venda.

Al quitarme la venda, mis ojos se acostumbraron a las pequeñas luces que colgaban sobre mí. Estábamos en su casa, y si no me equivocaba este era su jardín.

Teach me to love [español] Where stories live. Discover now