Mestizos (Unión De Mundos)

"Capítulo 2"

–¿Qué es este lugar? –Preguntó la menor mirando a todos lados.

En dicho sitio solo habían autos viejos, algunos quemados por completo, otros con agujeros de balas y de otros solamente se encontraban sus cascarones.

En todos los años de vida que llevaban allí, jamás habían visto ese lado de la "academia".

–Esto es un basurero. –Susurró Lena un tanto decepcionada viendo todo eso también.

Iván al escuchar las palabras en tono de queja, se detuvo y volteo.

–¡Vamos chicas! Este no es el lugar que quería mostrarles.

–¿Entonces? –Cuestionó la chica de nuevo cruzando los brazos.

Él chico sonrió.

–Es por aquí. –Hizo un movimiento con su mano, indicando que debían seguirlo.

Lena y James se miraron de reojo, encogieron los hombros y decidieron hacerle caso una vez mas. Así que sin hacerlo esperar ambas fueron tras Iván por entre los coches... y un par de metros después, finalmente llegaron.

–¿Y bien? –Dijo un emocionado  muchacho, viéndolas con una sonrisa plasmada en su rostro.

–¡Woow! –Fue lo único que pudo salir de la boca de ambas al mismo tiempo.

Oh, ese lugar si que era realmente asombroso.

Habían grandes árboles que cubrían los rayos del sol, aunque no lo suficiente, pues algunos lograban pasar por entre las ramas, dando así un ambiente mucho más fresco y cálido a la vez. El pasto de aquel pequeño espacio era corto y limpio de otras plantas, finalmente sobre este, justo en medio, como si de un oasis se tratara, allí habían unos hermosos arbustos de...

–¿Esas son...

–¡Moras! –Gritó Lena emocionada, para luego correr hasta donde estas estaban.

–Lena baja la voz, este lugar debe permanecer oculto ¿de acuerdo? –Alcanzó a decir Iván.

–Bien. –Susurro a lo lejos.

James sonrió ante tal acción por parte de su mejor amiga, y es que en ocasiones esta solía ser muy divertida y un tanto eufórica con cosas que realmente le gustaban.

Rayos, la peligris realmente amaba verla feliz.

–¿Como encontraste este lugar? –Preguntó James llamando la atención de su compañero.

–Pues veras mi querida J, hace unos días Marcus me dijo que llevara una camioneta averiada al deposito, así que la traje, y por curiosidad quise saber cual era el problema así que me quede mas tiempo, después de arreglarla recorrí el lugar hasta que llegue aquí. –Explicó entusiasmado Iván.

Como no lo imagino antes, sabía bien que a Iván le gustaba arreglar todo tipo de cosas, y a su vez, también solía desobedecer a la autoridad he irse sin permiso a todos lados.
El chico si que era un caso.

–Te felicito, está vez encontraste algo bueno y no solo basura. –Sonrió y apoyo su mano en el hombro del joven.

Iván apoyo su mano en el pecho fingiendo que el comentario emitido le había dolido, nuevamente la joven sonrió ligeramente y negó con la cabeza.

–¡Que esperas, vamos por esas moras! –Expresó un tanto efusivo.

Los dos caminaron hasta donde se encontraba Lena, al llegar ambos jóvenes se dejaron caer sobre el suave césped, y tomaron algunas moras.