Mestizos (Unión De Mundos)

"Capítulo 30"

Pasados unos cuantos minutos, James salió de su habitación a escondidas apenas unos momentos atrás Caroline había salido de allí dejándola lista para dormir, o eso fue lo que le hizo creer.

Con cautela al igual que sus compañeros, la joven siguió hasta el lugar en donde se daría cita el evento al cual los jóvenes llamaron la pelea del siglo.
Ya habían muchos chicos reunidos, entre ellos se destacaban Rahne, su hermana con la chica que la saco de el comedor, y Scarlett, quien parecía calentar los brazos.

Aquella accion se le hizo curiosa a James, pues una pelea no necesita solo el calentamiento de los brazos y hombros, si no que de todo el cuerpo.
Sus amigos llegaron hasta ella, todos traían a una cara que daba la sensación de que algo iba mal.

–¿Que pasa chicos? –Preguntó apenas llegaron.

–Hay algo que no teníamos previsto. –Respondió Jaret con cierta preocupación en su tono de voz.

–¿Qué sucede? –Volvió a cuestionar sin mostrar una sola gota de mal presentimiento o de preocupación ante la cara de los demás.

–Será con katanas… –Soltó sin más preámbulos Laura.

Aquello sorprendió un poco a la menor, más no era como si le importara, después de todo ella era muy buena con eso. Y pues, lo que realmente le había sorprendido y hasta cierto punto molesto, era que no estaba en el plan hacer aquello, se suponía que solo era una pelea, un encuentro y nada más, pero si ella quería jugar así, estaba bien. Por su parte no le traía problemas, si ella quería jugar de esa manera, iba a hacerlo, después de todo, ese juego era de dos.

–Descuiden, todos saben que puedo usarlos también como ella. –Dijo para luego pasar aún lado y seguir adelante.

Scarlett apenas la vio parado en medio de aquella habitación, se acercó a ella y la multitud comenzo a hacer un círculo alrededor de ambas.

–Veo que tienes agallas. –Escupió con superioridad.

James sonrió, solto un pequeño suspiro, movió de un lado a otro la cabeza, y luego volvió la vista a ella.

–katanas ¿he? Aun no sabes cuantas agallas tengo.

La sonrisa en la cara de Scarlett se borro enseguida. Camino hasta su hermana y sin esperar más o decir nada, tomó una de las katanas y se la lanzo a su rival.

–No hay que hacerlos esperar más.

–Estoy de acuerdo.

La multitud enloqueció en cuanto chocaron las armas. Todos apoyaban a quien creían superior, mientras que otros mas solo veían con emoción lo que pasaba. Solo habían ciertas personas que en lugar de disfrutar el encuentro, estaban comiéndose las uñas.

Scarlett volvió a atacar a james..

El choque de las espadas eran como una dulce melodía y sus movimientos como una suave danza perfectamente ensayada. Tal parecía que de un principio cada una sabia donde atacar y donde ponerse para evitar el golpe. Aquello solo lograba que el público se emocionara, y gritaran sus nombres con clara euforia.

Sin embargo, aquellos quienes las conocían y sabían las formas en las que ellas peleaban, sabían claramente que aquello era solo una prueba para medir los movimientos y fuerza de cada uno.

Pronto aquella perfecta danza se fue convirtiendo en lo que verdaderamente era...
Una verdadera batalla por el honor.

Las armas chocaban, pero ya no se escuchaban como melodías, ahora simulaban los trueno…