"Capítulo 4"

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James bajo al lugar al cual debía recojer sus cosas, “vestidor” le llamaban algunos. Entro pues a aquel lugar donde solo había un casillero, abrió la puerta y saco sus cosas.

Ver aquel uniforme que debía usar en esas ocasiones le provocaba un sentimiento de vacío en su estómago, pues sabía que ese uniforme era significado de muerte y de que ella debía convertirse una vez más en el verdugo de alguien, tal vez era alguien que lo merecía, más no podía evitar pensar que también podría ser alguien inocente.

La hora ya se acercaba, tenía todo listo y en orden, solo esperaba que Derek viniese por ella y se encaminarán al Jet que los llevaría al objetivo.

En cuestión de unos minutos la puerta se abrió nuevamente, él joven de nombre Derek se quedó un momento apoyado en el marco de la puerta, ya que se había percatado que la joven no se había dado cuenta de que él había llegado.

James se encontraba sentada en el banco mirando un punto fijo en el piso y no se movía para nada, obviamente eso no era costumbre en ella, por lo que le pareció sumamente extraño a Derek.

–¿Estas bien? –La voz de aquel joven trajo de vuelta a la realidad a James.

La joven sacudió su cabeza para despejarse todo pensamiento innecesario en ese momento y centrarse en lo que importaba ahora. Entonces se puso de pie y volteo saludando a su mayor.

El hombre saludo de vuelta –Descanse soldado. –Ambos volvieron a una postura un poco más natural.

–No respondiste, ¿Estás bien? –Insistió él joven acercándose a la menor.

–¿Para la misión? Claro, lo estoy.

James sabía que no era a lo que Derek se refería, pero tampoco es como si pudiera responder a lo que verdaderamente debía.

Entonces que era lo que debía  responder ante aquella pregunta, ¿Se sentía bien? ¿estaba bien?
No, ni siquiera ella sabia que decir.

Probablemente antes hubiera dicho un sí, sin pensarlo dos veces, pero después de todo lo que pasó la noche anterior y el nuevo panorama que ahora se presentaba.
No sabia lo que pasaba con ella, no sabia lo que pasaba con sus amigos y a su alrededor, por lo que por ende, tampoco sabía que era lo que realmente sentía ahora.

Derek no se quedó conforme con aquella respuesta, y es que el chico realmente se preocupaba por los jóvenes.

–Bien… ¿puedes decirme que pasa? Dijo, camino hacia donde se encontraba, se sentó en la banca, y con su mano derecha palmeó a su lado, indicándole a James que se sentará a su lado.

–No se de que hablas- respondió un poco cortante y sin ánimos de hablar.

Su manera de ser llegaba a ser molesto en ocasiones, siempre tan callada, tan cerrada, tan fría a la hora de expresarse o como si no le importará nada. En verdad a veces eso lograba sacar de quicio a sus amigos, pero Derek no lo dejaría pasar.

–De verdad quieres hacer eso otra vez… Sabes que puedes esconderte de todos, menos de ti misma. –Sabia a lo que refería, eso hizo que la chica soltará una muy breve sonrisa.

Era un secreto, un gran y muy escondido secreto, ningún otro  además de ella y dos jóvenes más lo sabían, y es que ellos no eran los únicos con poderes.

Hacia un par de meses que James descubrió que Derek era un mestizo y la razón por la cual debía mantenerse en secreto es para que pudiera seguir siendo un guardia infiltrado. Esa había sido una de las razones por la cual había comenzado a confíar en él, bueno o malo estaba de su parte y mientras las cosas salieran a su favor, no importaba de que lado estuviera.

Mestizos (Unión De Mundos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora