"Capítulo 44"

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(Con James 2 días después)

La habitación en la cual tenían el cuerpo inmóvil y sedado de James, no era otra más que su antiguo celda. Aunque si habían hecho cambios, por ejemplo, solo había una cama y un nuevo aparato que se parecía al tubo en los que los metían estaba ahí, a su lado.

Tal y como lo había ordenado el General Zack, la chica estaba con vida, aún.

En cuanto fue dada a conocer la noticia sobre que la joven había vuelto. Aquel hombre no dió a espera ni un solo minuto. Llamó a su superior diciéndole que todo estaba bien, y que lo perdido había sido recuperado, he incluso, que las cosas marchaban ahora mucho mejor.

Después de colgar el teléfono, este se dirigió al cuarto, para asegurarse de que todo lo que dijo era verdad.

Llegó a la habitación, entro y lo primero que hizo al ver a la joven ahí, fue sonreír y apretar la mano del doctor que cuidaba de su vida.

–Bien dicen que uno vuelve a dónde es feliz. ¿No lo cree doc.? –Se mofo aquel barbudo hombre.

–Ya lo creo que si. –Añadió el nombrado acompañante.

Camino hasta ella para verla mejor. Levantó la mano en la cual tenía aquella aguja que le pasaba el calmante y luego la soltó sin tacto alguno. Siguió con su inspección mientras conversaba con el doctor.

–Y dígame. Ella está lista para los procedimientos adecuados.

El doctor bajo la mirada, no respondió de inmediato, pues sabía que la respuesta apunto de dar, no era la que el tipo quería escuchar.

–¿Y bien? –Volvio a cuestionar, está vez viendolo a él.

–He revisado sus signos vitales, y también analizado su sangre. –trago saliva. –No es apta para donar. Al menos no aún.

El hombre furiosos se acercó a él. Ya había dicho que estaba en perfectas condiciones, y ahora un hombre le decía lo contrario. Cosa que si el decía a sus superiores sería como poner su cabeza en bandeja de plata.

–No, no. De que carajos me está hablando. No se suponía que para eso la habíamos dejado más tiempo allá afuera. ¿De que diablos está hablando ahora? –Soltaba con evidente molestia.

El hombre trago saliva. –Lo se señor, debe tranquilizarse. De momento no es apta, solo hay que hacer algunos ajustes y todo eso estará más que bien. –Continuaba con miedo a que el temperamento de su mayor le provocará alguna herida.

El hombre mayor se retiró un poco. No debía perder la paciencia, no ahora que todo parecía ir mejor.

–Que tipo de ajustes, ¿de cuántos días estamos hablando?

–U-una semana.

Si, eso no iba a salir bien.

–¡¿Que?! ¿Estás idiota acaso?

Caminaba peligrosamente de nuevo hacia él, en cualquier panorama, eso no veía bien.

–Creo que podemos hacerlo en menos tiempo señor... –Intentaba no ser carne para perros.

–Me mataran, y a ti conmigo. –Amenazo duramente.

–Por alguna razón el hombre la quiere a ella y solo a ella. Señor nada nos aran si la mantenemos con vida. Pero para eso, debe buscar hablar con el segundo al mando de nuestro amado señor. Solo él puede darnos más tiempo.

Aquel hombre de quedó pensando en que debía hacer.

Por un lado tenía el tiempo encima, las personas que ya habían pagado estaban ansiosas y querían ya su recompensa. Su jefe, un hombre con un cargo más arriba que el quería ya también evitarse de cualquier retraso, ellos pedirian su cabeza si algo volvía a cambiar. Sin embargo, el doc tenía razón, solo un hombre era capaz de salvar su pellejo y darles más tiempo.

Mestizos (Unión De Mundos)Where stories live. Discover now