Mestizos (Unión De Mundos)

"Capítulo 18"

Abrió la puerta de aquella celda, y ahí, en el frío cuarto, finalmente pudo ver a la menor quien se encontraba en el rincón de la habitación sentada, esperando a que él llegará.

–Derek. –La chica se acercó rápidamente a él.

Están feliz de verlo, y de que llegará en el tiempo correcto.

Derek apenas la vio, sintió su corazón acelerarse, una sensación de molestia he impotencia fue lo que llego a él.
Molesto por lo que le habían hecho, he impotente por no haber estado ahí para cuidarla.

–¿Qué fue lo que pasó? –Preguntó apenas llegó a su lado.

–No hay tiempo de explicar ahora. Tienes que ayudarme. –Soltó sin titubear.

James puso una mano en su hombro y lo jalo hacia ella.

–Hay cambio de planes. Las cosas no estaban saliendo para nada bien, pero afortunadamente conseguí a alguien que puede sacarnos. Solo tienes que reunirlos y mantenerlos seguros, porque saldremos hoy.

Derek no sabía cómo tomar la noticia, no era fácil de asimilar y no sabía quien estaría lo suficientemente loco como para sacarlos el día que el General estaba en el cuartel.

Aunque algo si tenía claro.
Estaba cansado de que le ocultara tantas cosas y que nunca dijera la verdad, quería que ella confiara en él. Quería ser de ayuda, pero también quería saber la verdad, así que de hoy en más no daría un paso si no le decían sobre que estaba caminando. 

–Lo haré, pero tienes que decirme que esta pasando –Pidió el joven.

–Ya te dije que no hay tiempo de explicar. –James lo jalo más hacia adentro, donde estaba segura no los escucharían susurrar.
Sin embargo el joven se soltó y se paró firme ante ella.

–Estoy cansado de esto. Siempre te he ayudado, te he demostrado que soy un hombre de confianza y que mi lealtad esta con usted. Pero ya me canse de que me usen.

Tal parecía que Derek por fin había tomado las riendas de su posición. De cierta forma tenía razón, él se arriesgaba todos los días para ayudarlos, para protegerlos y darles ciertos tipos de comodidades, por así decirlo. Y no era justo que lo hicieran caminar en la oscuridad.

James sonrió ante su comentario, era gracioso y a la ves estúpido que dijera esas justas palabras, ya que él sabia como los mantenían a ellos.

–¿De que te usen a ti? –Dejó de sonreír –Tu no sabes lo que es que te usen, así que no me vengas con esos reclamos y dime, ¿Vas a ayudarnos o no? –La paciencia de James no era precisamente una de sus virtudes al tratarse de sus propios problemas.

–No lo haré, no hasta que me digas la verdad. Y quiero la verdad de lo que te pasa a ti, no de lo que ocultas bajo tus tantas máscaras. –Dijo el muchacho manteniendose firme en su postura.

James meneo la cabeza de un lado a otro, hizo una mueca y luego asintió.

–Perfecto. Entonces vete, yo conseguiré a alguien más. –Soltó sin dar más importancia al asunto.

Sorpresa para el joven, el cual ya se esperaba una respuesta diferente a su pregunta y sin embargo no era aquello precisamente.

Derek la miro por unos segundos, el joven trataba de entender su actitud. No, ella no era así, no cuando tenía las cosas controladas, pudo haber dicho cualquier otra cosa para safarse y sin embargo solo decía las cosas que pensaba, sin detenerse a formular un plan.