Me encontraba demasiado nerviosa, caminaba de un lado a otro escuchando el sonido que provocaban mis tacones, faltaba unas cuantas horas para que comenzara la boda.
No podía negar que apenas había cerrado un ojo en la noche, no me entraba el sueño por lo que me levante temprano y me fui a bañar para hacerme un peinado sencillo, no quería algo muy llamativo en mi cabello lo cual me hice algunas ondas junto un pequeño moño colocando un pinche con algunos brillos en donde se colocaría el velo.
Aún no me ponía el vestido de novia puesto que me faltaba maquillarme o más bien Mikasa quería hacerlo ella tenía algo en mente cosa que me deje complacer.
Aún estaba caminando de un lado a otro sintiendo la mirada fija de Mikasa, la cual estaba sentada en la silla con la paleta de sombras en mano.
— Vas a hacerle un oyo a la pieza de Ymir con tanto de caminar.
Me detuve para mirarla, claramente había estado caminando ya hace unos treinta minutos.
— Estoy muy nerviosa.
Acerque una silla para poder sentarme pues aquella oji gris comenzara a maquillarme.
— Tranquila todo estará bien, ahora necesito que cierre los ojos para terminar de maquillarte.
Solo hice caso a sus palabras y comenzó aplicarme un poco de sombras en los ojos dando algunos toques pequeños que faltaban en el maquillaje pues ya iba a estar lista faltándome nada más que ponerme el vestido.
Por otra parte Kaira aún no se levantaba, quería que descansara bien para que después no le diese mucho sueño por lo que Ymir me ayudaría a levantarla y arreglarla.
Continuaba con mis ojos cerrados aunque cuando Mikasa retiraba aquella brocha abrir mis ojos para ir a verme al espejo tenía curiosidad de cómo quedaría aunque, pero no me dejo ver hasta que de maquillarme.
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— Estas lista. — sonrió. — Ve a mirarte al espejo. — solo asentí.
No pasó tanto tiempo desde que me levante de la silla para acercarme al espejo, donde sonrei al verme tenia un maquillaje sencillo y elegante además de un poco coqueto, solo quería agradecerle a Mikasa por haberme maquillado era excelente haciéndolo.
— Gracias Mikasa.
Le di una sonrisa ligera por aquel maquillaje y muchas ganas de ir abrazarla, pero me detuvo ya que me conocía muy bien.
