Conejillo de indias

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Sábado 5 de febrero. Diez grados en la calle con sensación térmica de -3 y sensación corporal de 40. Hace dos semanas que rompí con mi novio, era muy tóxico pero me follaba como nunca nadie lo había hecho, me generaba orgasmos que nunca nadie había conseguido y me hacía no querer parar nunca. Nuestros cuerpos en la cama se convertían en uno. Pero todo esto terminó y ahora llevo dos semanas sin follar, si, he pasado de follar mínimo tres veces cada día a no follar. Mi cuerpo y hormonas no pueden más y cada día me despierto más caliente que el anterior.
Iba paseando por el Retiro y, cuando llegué al lago, me senté en las escaleras al sol. Empezó a llover pero me dió igual. De repente, mi mente se volvió loca y empezó a recordar aquellas mañanas, tardes y noches de pasión con mi ex. Cerré los ojos al recordar y creo que en algún momento solté algún orgasmo porque de pronto noté como una mano tocaba mi hombro.
X: ¿estás bien?
Me asusté y me giré a ver quién era. Una chica alta y pelirroja de ojos azules. Era muy guapa.
Yo: si, si, tranquila
X: perdón por asustarte, soy Raquel.
Yo: no pasa nada *me rio* Yo soy Natalia.
Raquel: ¿qué haces aquí sola bajo la lluvia? Aparte de tener orgasmos *rie*
Me pongo roja. Dios qué vergüenza.
Raquel: perdona, no quería intimidarte.
Natalia: no pasa nada, solo estaba recordando viejos tiempos.
Raquel: si quieres puedo ayudarte con los gemidos.
Natalia: ¿qué?
Raquel: ¿quieres recordar el pasado o prefieres vivir el presente?
Raquel se me acercó y puso su mano en mi muslo, cerca de mi vagina. Se acercó más hasta que nuestras respiraciones se juntaron.
Natalia: yo...eh...lo siento no me va este rollo.
Me levanté y me preparé para irme.
Raquel: Vamos, todo hetero quiere experimentar. Usame como tu conejillo de indias. Tócame, dejame tocarte, dejame provocarte esos mismos orgasmos pero más fuertes. Déjame hacerte mía bajo la lluvia.
La verdad es que iba muy caliente ultimamente asi que algo en mi me empujó y me lancé a besarla.
Nos empezamos a besar apasionadamente bajo la lluvia en medio del Retiro. No había nadie pero la situación nos puso muy cachondas a ambas. Raquel resvaló y calló encima de una barca del lago. Me puse encima de ella y nos seguimos besando. Nunca pensé que lo haría en una barca del retiro bajo la lluvia y con una mujer.
Raquel: ¿preparada?
No sabía para qué pero asentí y Raquel se puso encima mío. Nos quitamos la ropa y empezó a besar mi cuello mientras masajeaba mis pezones. Yo le masajeaba sus pezones también, haciendo que ambas gimiéramos al unísono. Después me empujó contra el final de la barca, me abrió de piernas y empezó a masajear mi clítoris.
Raquel: vaya, parece que alguien estaba muy mojada y no solo por la lluvia...
Natalia: hazme lo que quieras...por favor no pares...
Jugó con fuerza y pasión con mi clítoris, primero haciendo círculos y después de lado a lado con gran velocidad. Yo gemía, gemía tan fuerte que mis gemidos retumbaban en todo el retiro.
Natalia: Ra...Raquel si...ahahahaaaah
De pronto, antes de que llegara al orgasmo total, paró en seco y entrelazó sus piernas con las mias. Empezó a mover sus caderas de forma que nuestras vaginas se rozaban.
Raquel: dime que tú eres mía
Natalia: soy tuya, toda...tuya...
Se escuchaba el chapoteo y no del agua de la lluvia. Gemidos y más gemidos. Pasión por todas partes y nuestras vaginas rozandose con fuerza. Al final, ambas expulsamos nuestro líquido a presión de tanto placer, lo que hizo que se juntaran no solo nuestras vaginas, sino tambien sus líquidos, lo que hizo que nos corrieramos más y más.
Hubo tanta pasión que la barca volcó y caimos al agua, pero nos dió igual. Salimos a la orilla más cercana y seguimos besándonos. Esta vez le comí yo ese coñito rosado y mojadito, era perfecto y delicioso. Mientras se lo lamía, le empecé a tocar con fuerza el clítoris y le introduje tres dedos, llegando a su punto G. Mas squirt.
Cogimos aire y nos separamos pero ninguna quería parar. Por ello, nos pusimos una en frente de la otra y nos empezamos a masturbar viendo como la otra se masturbaba. Gemidos fuertes y duraderos era lo único que podiamos sacar de nuestra boca.
Llegamos a la vez al orgasmo.

CULPABLEWhere stories live. Discover now