Calor de verano

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20 de agosto de 2021, una fecha que no se me irá de la mente nunca. Me llamo Lydia y esta es mi historia.
20 de agosto, hacía un calor horrible, de esas olas de calor veraniegas que como salgas a la calle igual te asas cual pollo en el horno, de esos días en los que quedarse en casa con el aire acondionado es la única buena opción. Ese día mi amiga Vela y su madre vinieron a casa porque su aire estaba roto y su casa parecía un horno. Nuestras madres eran amigas desde el colegio y nos criaron juntas asi que prscticamente es como mi hermana y había la confianza suficiente para ir en bikini por casa.
Vela y yo subimos a mi cuarto a ver una película y nuestras madres se quedaron en la piscina a refrescarse un poco. A eso de las 19.30h, cuando casi había terminado la peli, escuchamos unos ruidos fuera.
Vela: tia, ¿has oido eso?
Lydia: si, vamos a ver.
Nos asomamos por la ventana y vimos a nuestras madres dentro de la piscina besandose.
Lydia: ¡¿Que narices?!
Estabamos en shock pero aun así decidimos bajar a ver qué pasaba, queriamos explicaciones.
Nos acercamos lo justo para verlas pero ellas a nosotras no nos podían apenas ver. De pronto sus besos se convirtieron en pura pasión, pasando al cuello y la mano de la madre de Vela al pecho de la mía. Estaban disfrutando.
Lydia: ¿tú sabias algo de esto? a saber desde cuando follan, dios que asco.
Vela: no se, a mi me parece curioso.
Lydia: ¿te parece curioso que nuestras madres hayan estado follando a escondidas desde vete a saber cuando? Por dios Vela.
Vela: no, me parece curioso el follar con una mujer, cómo será.
Lydia: pues como con un hombre, supongo.
De repente Mar, la madre de Vela, subió de un empujón al bordillo a mi madre y le quitó la braga del bikini. Comenzó a lamer su vagina y los gemidos de mi madre era lo único que escuchaba. O eso creí, pues de repente empecé a escuchar otros gemidos más cercanos, era Vela masturbándose mientras veía follar a nuestras madres.
Lydia: ¡Vela!
Vela: vamos...prueba...
La verdad es que me ponía un poco cachonda la situación. Vela me cogió del brazo, me acercó a ella, me bajo la braga del bikini y empezó a masajear mis labios vaginales. Me puse cachonda y rapidamente mi coño se mojó. Intentaba reprimir mis gemidos.
Vela: mira...mira como nuestras madres disfrutan de ellas y cómo nosotras de nosotras. Escucha cómo gime tu madre...si...Lydia...escuchala...
Vela aumentó la intensidad y eso me hizo llegar al orgasmo, un orgasmo que sonó por toda la casa e hizo que nuestras madres nos descubrieran.
Mar: ¿pero qué hacéis ahí?
Mamá: hija, no te escondas os hemos visto.
Nos acercamos. Ambas estábamos totalmente desnudas, igual que nuestras madres. Era rara la situación.
Mamá: mira Mar, nuestras hijas tomando ejemplo...
Mar: ya veo...deberiamos enseñarles cómo tomar buen ejemplo de sus mamis...
Se pusieron una en frente de cada una y, mirándonos fijamente, empezaron a jugar con nuestros pechos, a besarnos el cuello y a hacer que nuestros coños se mojaran una vez más. Nos tumbamos en unas amacas con nuestras madres encima. Vela y yo nos miramos y nos besamos, mientras, Mar y mi madre nos abrieron de piernas y empezaron a  mover su lengua por nuestros clítoris. Gemidos. Gemidos fuertes que podían oirse de aquí a China.
Vela: si...mami...si...ahahahaaah...si...
Mar: ¿te gusta hija?
Vela: si...
Mamá: ¿y a ti cariño?
Lydia: me....me..encan...ta...si...mami...más...aaah...no pares...
Mientras nos succionaban el clítoris, empezaron a penetrarnos con tres dedos, de fuera a adentro, primero lento y luego a gran velocidad. Llegaron a nuestro punto G y ambas nos corrimos en la cara de nuestras madres a la vez.
Lydia y Vela: ¡Diooos!
Nuestras madres se rieron y se empezaron a besar y tocar entre ellas dejándonos vía libre a Vela y a mi, que aún nos estabamos recuperando. Nos besamos e intentamos seguirles el ritmo pero nos era imposible. Mi madre se puso encima de Mar entrelazando sus piernas en forma de tijera y empezaron a moverse de forma brusca para que sus coños se rozaran, creandoles un mayor placer. Gemían y se estremecían como nunca pero ambas pararon antes de llegar al orgasmo. Mientras, Vela me estaba comiendo el coño y yo a ella, un bonito 69 nunca viene mal.
De pronto, cuando estabamos a punto de llegar a nuestro tercer orgasmo, nuestras madres nos apartaron la una de la otra, se miraron y sonrieron.
Mar me cogió a mi y mi madre a Vela. Nos tumbaron y entrelazaron nuestras piernas con las suyas. Al principio fueron movimientos lentos pero conforme nuestros gemidos aumentaban, las embestidas fueron mayores. Yo agarré las caderas de Mar para que fuera más rápido.
Lydia: ahahah...aaaah...sisisisiiii....Mar...dame...duro...más más más...siii....
Mi madre empezó a frotar a gran velocidad el clítoris de Vela mientras rozaban sus vaginas, lo que hizo que Vela no pudiese más.
Vela: dios dios diooos...si...no...no paress...aaaah...sii...me...me corro...sii.....
Y así fue. Un chorro salió directo a la vagina de mi madre y ello hizo que mi madre expulsara otro. Mientras chorreaba, puso su coño en mi cara mientras Mar le masturbaba para que siguiera saliendo.
Mamá: vamos hija...trágate a tu madre....eso es...si...dios...
Yo tragaba e intentaba masturbar a Mar. Mientras, Vela, se masturbaba a ella misma viendo la situación.
Las cuatro gemiamos sin parar. Una vez empapadas, nos colocamos al borde de la piscina y nos masturbamos entre nosotras con gran pasión. Gemidos fuertes que se convirtieron en uno. Dos madres y dos hijas empapadas y no por la piscina. Cuatro mujeres que llegaron al climax, a su quinto orgasmo en una tarde.
Nos quedamos sin fuerzas tumbadas en el borde de la piscina, intentando regular nuestra respiración.
20 de agosto de 2021, el día que todo cambió y que más me hizo disfrutar.

CULPABLEWhere stories live. Discover now