CULPABLE

Empleada del mes

Krina, 30 años, trabajadora en el New York Times. Esta es la información que siempre menciono cuando tengo que hacer una entrevista o artículo. Hoy se me ha hecho tarde en la oficina. 12h de la noche, las oficinas vacías, solo queda la jefa que siempre es la última en irse. Mi jefa es una señora de cincuenta años con cuerpo de jovencita de veinte. No sé qué comerá pero la verdad es que le sienta bien, y siempre va super bien vestida. Aspiro a ser como ella y a follarmela algún día en esa mesa tan bien ordenada que siempre tiene. Juro que es mi mayor fantasía sexual y siempre acabo mojada cuando la veo o me hace verla en su despacho.
Jefa: ¿por qué sigues aquí?
Yo: Tengo que terminar el artículo de mañana. Se me está complicando un poco...
Jefa: venga, tómate un descanso.
Yo: gracias pero no puedo.
Jefa: ¿vas a negarle una copa de champagne a tu jefa?
Yo: supongo que no.
Empezamos a beber y a lo que nos dimos cuenta ya nos habiamos bebido una botella y media. Si de normal me ponía mucho, ahora borracha mis ganas de empotrarla están por las nubes. No puedo más.
Yo: follame.
Jefa: ¿qué?
Yo: Mira, sé que eres mi jefa pero no hay persona en este planeta que me ponga tanto como tú y ahora que estamos borrachas tengo la valentía de confesartelo.
Jefa: siempre me he fijado en cómo me mirabas.
La beso. Cojo su mano y la llevo hasta mi entrepierna muy muy mojada.
Yo: así es cómo me pones cada vez que apareces por la oficina.
Me besa, coge mi mano y la lleva a su entrepierna mojada.
Jefa: así es cómo me tienes desde hace tiempo.
Yo: quiero follarte...quiero que seas mía...
Jefa: follame...hazme tuya...
Nos quitamos la ropa. Tiro todo lo de su mesa al suelo y la subo encima. Nos besamos y penetro dos de mis dedos en su coñito mojado. La penetro con fuerza y pasión y ella gime sin parar. Paro de besarla y me arrodillo a la altura de su entrepierna. Lamo todo su líquido, trago y juego con su clítoris. Vuelvo a penetrar dos de mis dedos.
Jefa: aaah...ah...sii..siii....jodeeer ...no pares no pares no pares....aaah....
Cada vez aumento más la velocidad y de repente un chorro empieza a salir como si de una fuente se tratara.
Jefa: Aaaaaaah....dios...como me pones...
Yo: ¿cómo te pongo?
Jefa: perrísima...
Yo: demuestramelo.
Dicho esto, me empotra contra la pared, me deja de pie y ella baja a mi entrepierna. Empieza a jugar con mi clítoris. Poco a poco, y conforme aumenta la velocidad, mis piernas van perdiendo fuerza pero ella me obliga a quedar en pie.
Yo: aaah...no aguanto massss....aaah...siii....dale dale dale....me corroo...
Antes de que pueda correrme para en seco, me sienta en su mesa y se pone a buscar algo en su cajón.
Yo: ¿qué haces?
De repente vuelve con un vibrador. Nos ponemos en posición de tijera y coloca el vibrador entre nuestro coños y las dos movemos nuestras caderas para sentir mas placer. Nuestros gemidos se podían escuchar en toda la ciudad, estoy segura.
Yo: me corro...me corro...
Jefa: yo...yo también me corro...asah...aaaah...sii...córrete conmigo...dios...siii...vamoos...
Yo: me corrro me corro me corro...aaaah...ahahaaaah...sisisiiii....diosssss...
Nos corremos a la vez y caemos rendidas encima de la mesa.
Ambas nos bajamos de la mesa y, cuando creí que se había acabado y ella empezaba a coger su ropa, yo me puse de nuevo cachonda al ver su cuerpo.
Bajo mi mano hasta mi czona íntima y empiezo a masturbarme mientras la miro.
Jefa: parece que alguien quiere más.
Yo: nunca me cansaré de ti...
Nos besamos y nos masturbamos la una a la otra. Acabamos en el suelo haciendo un 69. Más y más gemidos hasta que cambiamos a la tijera. Nos miramos a los ojos y nuestros coños se convierten en uno. Squirt. Ambas chorreamos como si no hubiese un mañana. Ambas nos tragamos el líquido de la otra.
Yo: que rica estás...
Llegamos al orgasmo. Nos besamos y nos quedamos tumbadas en el suelo haciendonos mimos.
Jefa: creo que ya tengo empleada del mes...
Yo: cuando quieras repetimos.
Jefa: cada noche estaré esperando ese coñito tan rico.
Yo: mmm...me pones muchisimo...
Jefa: ¿si?
Me masturba.
Yo: dios si...
Jefa: ¿cuánto?
Me penetra un dedo.
Yo: aaah...mucho...
Jefa: ¿mucho?
Me penetra dos dedos.
Yo: diosss...mu....muchisimo...aaah...
Me penetra tres dedos y consigue acrivar mi punto G. Me corro al instante.
Después de eso nos besamos calidamente, nos vestimos y abandonamos las oficinas.
Mañana será otra noche.