38.Christian sabe cosas.

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—Si fuiste una mierdita. Con Ana, con la tal Hanna y con nosotros. Te pasaste. 

Desde que llegué a la mansión Lerman hace una hora no he parado de formarle su peo a Lucas. No vine con esa intención, pero aproveché que estaba aquí bañándose en la piscina. Mi cuñis se quedó echado en la tumbona con los brazos cruzados y el ceño fruncido, ladillado.

—Si, lo entendí cuando me botaste de la fiesta ¿Ya me puedo bañar?

—¿Y quién es esa Hanna? ¿De dónde la conociste?

—Club nocturno.

Arqueé una ceja.

—¿Y...?

—No voy a decirte los detalles, chismosa.—me acusa.

Verga bueno, se lo dejo pasar.

—Aunque hayas sido una mierda con Hanna al usarla, creo que ella quería serlo.—analizo.—Algo quería conseguir ese día.

Lucas se quita los lentes de sol y me ve con los ojos entrecerrados.

—¿Y qué es exactamente?

—Marico, no sé. Quizás rial o un embarazo para atarte.

Se atragantó con su propia saliva al escuchar "embarazo". Si yo soy delicada con ese término, el cuñis es peor.

—Mierda para tu boca, Bea.—me escupe, recuperando sus lentes.—No todas las mujeres con las que me acuesto son interesadas.

—Si lo son.—digo sin una pizca de duda.—Hasta Ana tuvo el pensamiento de sacarte plata.

—Ahora que recuerdo, ella si me debe rial.

—Vaya olvidandolo porque no se lo va a pagar.

—¿Quién te dejó entrar?—pregunta ya ladillado de mi presencia.—Ni siquiera está Logan aquí.

Logan estaba con Brad y unos compañeros de clase lanzando ideas para la película. No sé exactamente qué significa eso, supongo que pulirán detalles de la trama o el storyboard. Yo vine acá por otra cosa.

—¿No te contaron? Soy la nueva favorita de Sherlyn.—digo fingiendo sorpresa.—Vamos a tener un día juntas.

—Nadie querría pasar tiempo contigo por gusto.

A Lucas le encanta recibir coñazos.

—Verga, si así es tenerte de mejor amigo, no te quiero de enemigo.—me levanté de la tumbona porque ya se estaba poniendo venenoso.—Me largo antes de que intentes matarme... O a mí me den ganas de matarte.

—Es lo mejor. Chao pues.—también se levanta de su lugar y se tira de clavado en la piscina.

Ana y Lucas andan insoportables. De pana les hace falta una buena cogía entre ellos a ver si se les pasa la mariquera.

Entré a la casa con intenciones de buscar a Sherlyn. Larry estaba trabajando, así que ella era la única aquí. Logan me comentó que ella da conferencias financieras por internet, lo cual me parece arrechisimo porque yo no sé administrar mis riales.

—¿Sherlyn?—la llamo, asomandome por la escalera.

—¡Sube!—me dice desde arriba.

Me dirijo a su habitación. La que comparte con Larry.

Mierda, nunca he entrado ahí.

O no que yo recuerde. En esta casa hemos amanecido borrachos, capaz si he entrado.

Pero gracias a dios no estaba en esa sino en la de Logan. No quería entrar al lugar más íntimo de mi suegro. Iugh.

—¿Por qué estás aquí?—abro un poco la puerta, entrando.

La pajua de Bianca | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora