5.Felices los 4.

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Narra Bianca Donatelli.

—Tenías que ver esa vaina, Pedro.—estoy que le parto un sartén en la cabeza a Antonio.—Ese carajo es igualito a mí ¡Te muestro una foto mía a los veinte para confirmarlo!

Mi papá andaba cagado de risa por los cuentos que nuestro vecino le echaba sobre el fin de semana. Los tres en la comodidad de mi apartamento.

—Solo hablé con él por teléfono para llevarle a Batman, no lo conozco de cara—me mira a mí.—¿Tan predecible eres, mija?

Si pa. Si soy.

—Bianca tiene sus gustos bien definidos.—me lanzó esa mirada coqueta.—Me gusta: una chica que sabe lo que quiere.

Estamos en este peo desde hace horas, puro riéndose de mí. No es raro, pero ya me cansa.

—Pana ¿Tú no tienes que ir a trabajar?—si, lo estaba corriendo de mi casa.

—No lo sé, mi asistonta no me ha dicho qué es lo que tengo pendiente.

—Pues tu muy respetada asistente te dice que vayas a tu estudio y hagas la lista de despidos para mitad de año.—uso el mismo sarcasmo que él.—Y que porfa no la pongas en esa lista.

Antonio se levantó sin ganas de su silla y me hizo un puchero.

—Pero no me quiero ir.—me hizo ojitos. Ese si es marico.—La estamos pasando muy bien, hasta iba a pedir una pizza.

—Mientras tú haces tu trabajo, yo pido la pizza y la vas a buscar.—lo empujé en dirección a la salida.

—Bianca, no te atrevas a echarme.

—Observame.—le sonreí con un guiño.

Lo saqué del apartamento y le cerré la puerta en las narices. Me sacudí las manos para regresar a mi labor de fregar los platos. Odio fregar marico, pero es lo que toca.

—Solo me estaba contando lo que pasó en la boda.—mi papá lo defendió.

—Pa, él se estaba burlando de mi vida amorosa ¡Cómo siempre!

—Bueno, es muy entretenida.

—¿Acaso quieres que te bote también?—le señalé la puerta.—Mira que ganas no me faltan.

—Andas como amargada hoy ¿Es porque no arreglaste las cosas con Logan?

Me quedé callada, ignorando la pregunta y continué con mi trabajo de fregar. Ahora sí me parece interesante.

—Hija...

—Si, estamos bien.—contesto cortante.

—Pero esperabas más que ese "estamos bien" ¿O me equivoco?

—No sé que esperar, papá.—suspiré, cerrando la llave.—Lo amo, de pana que si. Pero aún siento que no es el momento de estar juntos. Quiero empezar desde cero otra vez, vivir cada etapa de una pareja.

Lo que vivimos fue muy intenso, a pesar de que nos tardamos en ser pareja; una vez formalizamos, fuimos muy rápido.

Entre los viajes solos, la mudanza, convivencia juntos, usar el cepillo de dientes del otro. No hacía falta un anillo porque ya parecíamos una pareja de casados.

Ahora lo veo y no me parece que fue lo que debimos hacer. Quiero corregir los errores del pasado, ser normales.

Por otro lado, tengo a Antonio. Lo quiero, de verdad lo quiero mucho y él me ofreció muchas cosas. Es una conexión inusual la que tenemos y me agrada esto. Es por eso que estoy tan enredada.

La pajua de Bianca | Logan LermanWhere stories live. Discover now